Notas de autor: pensé en subir la secuela aparte pero mejor continúo la historia aquí mismo.
Advertencias: ooc, menciones de alcohol, traumas/complejos, mecanismo equivocado para superar a alguien. 🚩🚩🚩
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Transcurrieron los días y su vida marchaba con aparente normalidad.
Aunque se concentraba en cumplir sus misiones con diligencia y procuraba mantener ciertos pensamientos a raya, en numerosas ocasiones no podía evitar que su mente viajara a la noche en que conoció a Hakuji.
Así es como iniciaba su tormento personal.
¿Por qué ese joven tan atractivo de ojos azules tenía que ser precisamente Akaza?
Y no solo era sobre la fuerte atracción que había sentido, encontraba difícil superar la humillación que había vivido frente a él, cada vez que veía a su padre alcoholizado revivía el incidente con mucha vergüenza y tristemente, eso solía pasar con demasiada frecuencia en casa.
Hakuji siendo respetuoso con él tampoco lo ayudaba a olvidar.
Por un lado agradecía que no hubiese abusado de su vulnerabilidad, por el otro aun sentía frustración porque realmente había deseado hacerlo con él.
Lo peor de todo es que ahora era plenamente consciente de lo que pensaba y no tenía forma de justificar sus fantasías.
Su desventaja es que nunca había sido particularmente curioso con respecto a su sexualidad, era un aspecto que siempre había tenido reprimido y debido a eso, cuando se vio desinhibido gracias al alcohol, se arrojó hambriento sobre la primera persona que encontró atractiva, que resultó ser un hombre, hombre que resultó ser un demonio.
Debería dejar de estar pensando estupideces, estaba en plena reunión de Pilares y no estaba entendiendo nada de lo que discutían, ni modo, seguiría divagando.
Quizás la solución a su dilema era experimentar con alguien, así podría olvidarse de Hakuji por completo, solo necesitaba ese tipo de distracción y asunto solucionado, finalmente dejaría de estar martirizándose por sentir deseos hacia un demonio.
Podría pedirle ayuda a alguno de los cazadores, no habría problema en recurrir a uno de ellos, aunque tuvo que descartar a los de rangos inferiores, solicitarles eso sería abusivo de su parte, tendría que ser otro Pilar.
Tengen, él se ve como alguien que le entra a todo lo que se mueve, seguramente le haría el favor sin problemas, un segundo después recordó a sus esposas, no podría faltarles el respeto de ese modo y además sería muy vergonzoso si ellas se llegaran a enterar de su secreto, que era lo más probable que ocurriera, no podía arriesgarse a sufrir más vergüenza.
Tengen quedaba descartado.
Tenía que ser alguien que estuviera disponible y sobre todo que fuera muy discreto, alguien que no revelaría esa pequeña aventura ni bajo una tortura de Shinobu.
La reunión se dio por terminada y en ese momento el Pilar del Agua pasó silenciosamente frente a él, como si fuera una señal.
- Tomioka. -lo llamó, el otro se detuvo volteando un poco la cabeza para prestarle atención.
Kyojuro tragó saliva.
- ¿Te gustaría ir a comer? Quiero hablarte de algo.
Giyu asintió aceptando la invitación.
Se dirigieron a un lugar cercano y ordenaron, luego de recibir sus platillos y comer un poco Kyojuro decidió que era momento de abordar el tema.
- Tomioka, te voy a ser completamente sincero, tengo una propuesta un tanto indecorosa y me pareció grosero decírtelo cuando salimos de la reunión.
