4. Advertencia.

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Pov ____________:

—¡No puede sacarme así! —grite cuando estuve fuera del Internado, bueno, en la parte trasera del ala norte.

La Señorita Dresden y ese hombre de seguridad me miraban fijamente. Hacía frío, demasiado para mi gusto, ya se venían las épocas invernales y el aire estaba helado.

—Esto será la primera advertencia, no tolero a alumnas rebeldes e irritantes como tú —tenía sus manos detrás de su espalda—, debes aprender a comportarte.

Asintió con levedad, vi como el hombre tomaba la manguera verde del suelo, abrió la llave y de golpe el agua fría golpeó mi cuerpo.

Cubrí mi rostro en un intento de evitar ahogarme, mi cuerpo estaba completamente empapado del agua más fría que pudiese haber tocado.

Tosí cuando inhale un poco de agua, esto era lo más estúpido que me habían hecho, no me enfadaba estar mojada, me enfadaba el hecho de la inmadurez adulta.

Una brisa de aire me hizo temblar, mi cuerpo había absorbido al frialdad del agua y el aire.

—Suficiente —el agua cesó y retire los restos de agua de mi rostro—. Creo que...mañana será un nuevo día, la veo a las siete.

Aquel hombre dejo caer la manguera, ambos se marcharon con prisa, dejándome fuera, aprete los labios y corrí a la puerta.

—¡No puede hacer esto! —grite con toda mi voz—, ¡la demandaré por esto!, ¡va contra las reglas!

Golpeé con fuerza el cristal pero no obtuve respuesta, mire al cielo anonada, nieve...estaba nevando.

Esto no podía ser peor.

Me dejé caer de espalda sobre la puerta, abrace mis piernas y me acurruque en un intento de darme calor pero...fue inútil.

Tenía mucho frío, mi cuerpo tembló toda la noche y la nieve no favorecía en nada, ya no sentía los músculos de mi cuerpo, como si mis extremidades hubiesen sido arrancadas.

Toda la noche evite pensar en el frío, estaba centrada en el calor y mis cobijas falsas.

—Buen día, Señorita Waller —alce la mirada, aquella mujer sonreía ampliamente—, Gilb, llevala a su habitación, por lo que veo ha aprendido la lección.

Aquel hombre se acercó a mi, no pude rehusarme ya que no podía siquiera moverme, me cargo modo princesa y cuando pasamos por un lado de aquella mujer, toco mi antebrazo.

—Está helada —susurró el hombre con voz gruesa e intimidante.

—Sigue viva, es lo que importa —murmuró Dresden con indiferencia.

La mire con rabia, nunca en mi vida había odiado tanto a una mujer, ella era la viva encarnación del mal.

Cuando estuve en mi habitación, aquel hombre me dejo caer de golpe sobre la cama, arqueé la espalda evitando gritar de dolor, mi cuerpo estaba sensible y él no fue muy amable.

La puerta fue cerrada de golpe, permanecí inmóvil por unos segundos, dejando escapar las lágrimas de impotencia que estuve conteniendo.

—¿____________? —me enderece un poco y vi a Adrien salir del baño. Al verme corrió a mi—, ¿qué paso?, ¿dónde estabas? —no respondí y cuando tomo mis brazos, me miro sorprendido—. Estás helada...¿qué te hicieron? —inquirió con molestia.

Sus ojos esmeralda estaban cargados de rabia.

—Dresden y su rara forma de...reprender a las rebeldes —susurré con tono bajo, volví a acostarme y le di la espalda.

Worst Behavior 《Adrien Agreste y tú》Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang