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will se sobresaltó al sentir la puerta de la salita de empleados ser abierta y cerrada en un segundo detrás suya. su turno había terminado ya alrededor a las cuatro y media, y realmente le dolía el estómago tener que comprar aquella pizza, pero todo para que al menos jake se calmase un poco y no le fuera a contar a medio mundo (jay). pero al parecer, sus planes se veían un poco frustrados, y no sabía de si buena manera o mala manera.

giró su cabeza un poco, abriendo los ojos al ver a mike sonriéndole socarronamente apoyado en la puerta de la sala de empleados, y obstruyéndola con su cuerpo, al mismo tiempo de que cerraba con pestillo con una de sus manos que tenía detrás en la espalda.

—¿q-qué haces acá? —preguntó, sintiendo algo de pánico con el hecho de que alguien podría intentar entrar a la sala de empleados—. ¿cuándo llegaste? —volvió a preguntar, recordando que jane ya había salido al mediodía de la cafetería.

—hace cinco minutos, te estaba esperando afuera pero... te vi entrar aquí y me escabullí por la cocina hasta acá —mike rió, como si hubiese hecho una pequeña travesura—. fue bastante fácil, las dos chicas que estaban al frente estaban demasiado ocupadas y tu amigo en la cocina estaba de espaldas. —le explicó al castaño, antes de apartarse de la puerta y dar un par de pasos cruzando la sala hasta estar frente a will.

algo que amaba will, en secreto, era la diferencia de estatura entre mike y él, el pelinegro le sacaba una cabeza completa y le era completamente cursi y tierno apoyar su cabeza en el ancho hombro de mike, que él tuviese que agacharse para besarle o él mismo tener que colocarse un poquito de puntitas. odiaba su estatura en muchos casos, pero si se trataba de mike, la amaba, y mike también parecía hacerlo.

se dio vuelta, dejando su bolso nuevamente colgado y llevándose uno de sus dedos a la boca para morderlo. enseguida, mike enganchó sus dedos en las cintas del cinturón de su pantalón y jaló hacia si mismo, atrayendo a will a su pecho con un chillido. luego, desenganchó sus dedos del pantalón de will y dejó reposar sus manos en la cintura de este mismo, acunando esa pequeña curva por sobre la ropa.

—m-mike —susurró will, mordiéndose la uña y mirando por sobre su hombro la puerta cerrada, sabía que nadie podía entrar, pero aún así estaba ese miedo en la boca de su estómago de que lucas o sus compañeras llegaran e intentar abrir.

mike cerró los ojos, y apoyó su cabeza contra la de will con una sonrisa tranquila y cerrada, sintiéndose en paz. durante aquello, will detalló en su rostro mientras chupaba su dedo. la piel de mike era suave y blanca, will veía esas pecas salpicadas en el rostro de mike y como sus largas pestañas rozaban sus pómulos, las mejillas algo rechonchas y abultadas por la suave sonrisa y aquella nariz que ahora se rozaba con la suya en un pequeño besito esquimal.

will se podía derretir en este momento, dejó caer sus dos manos en el pecho de mike, cerrando suavemente sus ojos y dejándose cautivar por la agradable tensión que recayó sobre ellos. el perfume de mike se escabuyó por su nariz y se sintió tan cómodo, tan en casa, sentir la cálida respiración de mike en sus mejillas le calentó el pecho. ronroneó suavemente ante las caricias en su espalda baja y se dejó llevar por mike wheeler en su totalidad.

el pelinegro tenía tanto poder sobre él, podía controlarlo como un títere y no iba a negar que le daba algo de miedo ser tan influenciable de alguien. pero todo lo que hacía, todo lo que mike le mostraba y le hacía sentir le quitaban ese miedo y lo reemplazaban por ganas de besar al mayor hasta cansarse. y tomando la delantera, se impulsó un poco hacia arriba y buscó los labios de mike con algo de hambre.

al impactar contra estos, soltó un jadeo ahogado y comenzó a moverlos suavemente, sin intenciones de subirle de tono y tampoco quedar sin aire. un simple choque de labios que expresaba todo lo que estaba sintiendo en ese momento.

sintió a mike apretarle más contra si, como si en cualquier momento él fuera a desaparecer, y will se sintió tan seguro entre sus brazos, tan feliz.

recordaba esos días en donde soñaba con tener los brazos de mike alrededor suyo, y ahora que los tenía, no quería separarse de aquellos nunca más.

se separó luego de unos segundos y abrió los ojos con una sonrisa brillante, encontrándose con los maravillosos orbes de mike mirarle como si fuese un tesoro.

—bueno, creo que nos estamos adelantando mucho en esto. —will soltó una risita, relamiendo sus labios.

—¿te molesta? —preguntó mike, con la ceja arqueada.

will entrecerró los ojos, antes de darle un pequeño beso.

—nop, para nada —mike rió y volvió a rozar sus narices.

—te extrañé mucho esta noche, no podía esperar a besarte nuevamente —le confesó el pelinegro, abrazándolo por completo esta vez, enredando sus brazos por detrás de la espalda baja de will.

el castaño apoyó su cabeza en el hombro del más alto, dejando pequeños garabatos por el pecho de este sobre la tela y cerrando sus ojos a gusto por la sensación de cariño que mike le transmitía.

—mhm, me di cuenta, te metiste a mi trabajo y me encerraste aquí —bromeó, y se llevó un resoplido de mike quien le miró mal de reojo.

—claro que sí, te he dejado incapacitado de escapar, ¿cierto? —will asintió, y mike soltó una risa mientras se giraba sin soltar a will para recoger sus cosas—. te voy a robar por un par de horas, vamos.

bueno, jake jamás obtuvo su pizza de queso ni su juego de disney.

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este fic es una adaptación, todos los créditos correspondientes a @/hwalight

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holi, perdón por no actualizar como en una semana. no hay excusa, solo me daba flojera aakjdkq

aa.

for me? › bylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora