PENSAMIENTOS SUICIDAS

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El transcurrir de los meses le hace desconocer cuánto tiempo lleva con el mismo capricho impulsivo de cortar sus venas y lanzarse por el tejado de su casa, pero no es fanático del rumbo que han tomado estas neuróticas ideas

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El transcurrir de los meses le hace desconocer cuánto tiempo lleva con el mismo capricho impulsivo de cortar sus venas y lanzarse por el tejado de su casa, pero no es fanático del rumbo que han tomado estas neuróticas ideas. Tiene temor de entrar en psicosis y aunque sea por fragmentos de segundo herirse con lo primero que su vista se tope, pero a la vez está curioso de la ilus sensación.

El recordar que su amado esposo le escolta en todo pesar, le hace recuperar la esperanza en lo que queda de sus días. Sin querer, esa blanquecina vela está por apagar su llama sin aviso previo. No es capaz de conseguir motivación ni aun buscando hasta por debajo de las piedras, puesto que su salud tanto física como psicológica ha comenzado a caído por la borda desde que fue diagnosticado con aquella enfermedad. Se deteriora de a poco, su cordura desaparece conforme avanza el tiempo.

Observar como su cónyuge cocina convenientemente le recuerda sobre tomar sus medicamentos antes de que el reloj juegue en su contra, de nuevo. Al levantarse del comedor para caminar a su habitación y tomar del tercer cajón de madera aquel pequeño frasco de píldoras, las ganas de sujetar varias de ellas y tragarlas a la vez, le suena tentador.

Una fuerza de voluntad que estalla de repente al ser partícipe de contextos más complejos de lo que imaginaba o las hojas rebeldes de los arboles sin capacidad de objetar, estaba por ingerir todo el contenido del frasquito cuando la bondadosa voz de su pareja resuena entre las paredes del hogar.

—Kappa, amorcito, la comida está lista. –Grita, tan simpático y cariñoso como siempre le ha caracterizado. –Hice tu platillo favorito, por favor come un poco.

En entonces que reacciona con preocupación y tira al suelo las pastillas con sorpresa. Se arrodilla en el suelo y recoge pastilla tras pastilla solo para después regresar el medicamento a su lugar, encubriendo así su casi escena del crimen. Un momento salvado por la no intencional ignorancia de un peli celeste, pero desgraciadamente no para siempre. 

 

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❝ 𝓒𝓞𝓡𝓐𝓩𝓞𝓝 𝓓𝓔𝓛𝓐𝓣𝓞𝓡 ❞ ❥ 𝙲𝚊𝚜𝚝𝚒𝚕𝚕𝚘𝚜 𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚖𝚊𝚛Where stories live. Discover now