𝑰𝑰𝑰

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15 de julio de 1989


Deneb abrió los ojos con cierta dificultad al notar que su madre bruscamente había tirado de las cortinas de su habitación, para dejar entrar el sol de la mañana.

— Levántate —dijo ella— tienes mucho que hacer hoy.

— ¿Cómo qué? —murmuró la castaña con una voz tenue y volvió a cerrar los ojos.

— Como elegir un vestido apropiado para la ocasión —Narcisa Malfoy caminó hasta la puerta de la habitación— te quiero abajo en menos de quince minutos. Feliz cumpleaños —dicho esto salió del lugar dando un portazo no muy fuerte.

Siquiera en este día puedo descansar —susurró Deneb frunciendo el ceño.

Se decidió a estar cinco minutos más en la cama y luego se dirigió al baño para desperezarse. Luego se bañaría. Tenía tiempo de sobra, aunque su madre se lo negara. Era más importante llenar su estómago en estos momentos ya que la cena del día anterior no la había disfrutado tanto como hubiera querido.

El señor y la señora Bulstrode habían venido por la noche junto a sus dos insoportables hijas; Milicent, quien era un par de meses menor que Draco, y Matilda, un mes mayor que Deneb.

La chica dio un resoplido al recordar que Matilda seguramente entraría a Hogwarts con ella y lo más probable era que ambas quedasen en la misma casa. ¿Debería fingir que le cae bien por sus padres? ¿O debería ser honesta con ella? ¿O quizás intentar llevarse bien entre las dos?

— Ni en chiste Deneb —se dijo para sí misma.

Habría más chicas con quien compartir casa, dormitorio y clases. Buscaría alguna otra amiga mujer, y si no, se conformaría con Timothy por lo que restaba de su estadía en Hogwarts. Aunque sabía en su interior que aquello era una estupidez enorme porque a la larga uno termina haciendo nuevas amistades, solo por el hecho de tener que convivir tanto tiempo con otras personas.

Quizás incluso hasta conocía mejor a Matilda y se llevaban bien.

Arrugó la nariz otra vez, volviendo a pensar en eso. Y se dispuso a hacerle caso a su madre y salir de su habitación para no darle más vueltas al asunto.



— Ya te estaba por ir a buscar otra vez —habló Narcisa al ver a su hija bajar el último peldaño de la escalera de mármol de la mansión.

— Me has dicho que bajara en menos de... —la interrumpió.

— Pues deberías aprender a hacer más rápido las cosas. Ve a desayunar. ¡Dobby! —el elfo se asomó por la puerta de la cocina.

— ¿Sí, ama? —contestó él, con los ojos abiertos de par en par.

— Sírvele el desayuno a Deneb —Dobby asintió unas tres veces con su cabeza y volvió a entrar dentro de la cocina. Deneb caminó resignada hasta la gran mesa que había en el comedor y tomó asiento en donde siempre solía hacerlo. En medio, enfrentando a su hermano Draco, quien al parecer seguía durmiendo.

— Ten —Narcisa se acercó hacia ella y dejó un sobre color crema en las manos de su hija— estamos muy orgullosos de ti.

Deneb leyó que la carta provenía del colegio Hogwarts de magia y hechicería. Y se alegró inmensamente. Se alegró tanto que hasta dejó a la vista su perfecta dentadura, al formar con sus labios una gran sonrisa.

⋆✦ Deneb ✦⋆ (Fred Weasley) #PGP2024Where stories live. Discover now