Entrenamiento Jedi comienza

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Poco después de la victoria de República en obtener como agradecimiento a tener acceso sin restricciones a las rutas comerciales de los hutts en el Borde Exterior, por lo que en ese momento en el templo Naruto observaba a Hinata tras comenzar los entrenamiento

- ¡Así no, Hinata! - dijo Naruto frustrado - ¿por qué no me escuchas?
- A mí no me grites, Naruto... lo estoy haciendo lo mejor que puedo – dijo Hinata con una mirada fulminante - si no lo estoy haciendo bien es culpa tuya, no mía
- Ahora es mi culpa – dijo Naruto
- Tú eres el Maestro Jedi y yo soy tu Padawan... ¿o ya no te acuerdas? – dijo Hinata - no tengo por qué saberlo todo aún

Naruto la miró con incredulidad, para luego dar media vuelta y alejarse de su insolente aprendiz antes de verse en problemas pronunciando unas palabras más propias del calor de una emocionante carrera de vainas que de la silenciosa serenidad de una academia de artes marciales del Templo Jedi

- "Puede que no me hayan nombrado Caballero Jedi demasiado pronto" – penso Naruto – "pero estoy bastante seguro de que no estoy preparado para un aprendiz"

En eso Naruto miró hacia arriba y vio a Minato en el balcón de observación de la academia, con los brazos cruzados a la altura del pecho mientras ocultaba una sonrisa distendida tras su barba, por lo que Naruto se volvió a girar hacia Hinata que no se había movido lo más mínimo, no había bajado su barbilla desafiante, no había apagado su sable de luz de entrenamiento, pero pudo observar que estaba a punto de echarse a llorar, con lágrimas de rabia y frustración llenándole los ojos, por lo que Naruto caminó de nuevo hacia ella mientras que apagaba su sable de luz sin frustración alguna al notar la angustia de Hinata

- Escucha... no es que lo estés haciendo mal – dijo Naruto deteniéndose ante ella - pero eso no significa que lo estés haciendo bien, Hinata
- ¿Hice un buen trabajo en la misiones anteriores, verdad? – dijo Hinata
- Nunca dije que no fuese así... pero también tuviste mucha suerte – dijo Naruto - la suerte sólo te puede llevar hasta ahí, Padawan... ¿esperas que confíe mi vida contigo basándome en la suerte?
- No – dijo Hinata - por supuesto que no
- Bien, porque no iba a hacerlo... ahora tu sola – dijo Naruto seriamente - haz cincuenta repeticiones de la forma Niman, nivel uno... y quiero que cada golpe sea perfecto como centrado en la Fuerza
- "Cincuenta repeticiones yo sola" – pensó Hinata – "seguramente voy a terminar bien tarde"
- No tengas prisa... siente cada paso del ejercicio – dijo Naruto sacando una cámara droide de su túnica - voy a grabarte, así podremos revisar tu estilo y tu técnica más adelante
- ¿Quieres decir que no vas a quedarte para verme? – dijo Hinata con tono decepcionado
- Estaré por aquí... pero no debe importarte dónde esté yo – dijo Naruto - lo importante es dónde estés tú... ¿centrada en la Fuerza, recuerdas?

En eso Naruto mediante un interruptor activó la cámara y la lanzó al aire para que grabara a Hinata hasta que finalizase el ejercicio, así que mientras ella cumplía con su deber, con el sable de luz emitiendo zumbidos, Naruto dio media vuelta y se alejó debido a que se sentía mal, culpable, por haber sido tan duro con ella, pero también de no haberle hecho saber que él había estado donde estaba ella ahora hacía muy poco tiempo y que entendía la incontrolable maraña de emociones que todo Padawan estaba obligado a vencer

- "Pero no se trata de mí, se trata de ella... cada Padawan recorre el mismo camino de distinta manera" – penso Naruto – "ella debe encontrar su propio camino, a su tiempo... no puedo ayudarla ya que debe ayudarse a sí misma"

Naruto se enganchó el sable de luz de entrenamiento ya apagada en el cinturón, subió por las escaleras hasta el balcón de observación donde se encontraba Minato con Hiroko, que observaba cómo Hinata se hundía más y más en la Fuerza

- Es una gran promesa, Naruto - dijo Minato - a menudo, los más pequeños y abruptos acaban siendo los mejores
- Lo conseguirá – dijo Naruto - pero sigo sin entender por qué el Maestro Jiraiya me la envió
- Porque estaba muy adelantada para ser una Jedi Iniciado - dijo Hiroko – "además que se entero de la promesa que le hiciste de ser su maestro"
- No debería estar entrenando también – dijo Naruto
- No hay prisa por ello – dijo Minato - todavía estoy recuperándome de los rigores del último
- Esta no la he visto venir – dijo Naruto
- ¿En serio? – dijo Minato - pues deberías
- Supongo – dijo Naruto con algo de sarcasmo - ahora es cuando debería decir: "vaya, Minato, no sabía que lo habías pasado tan mal entrenándome... pero ya lo entiendo... ahora todo tiene sentido"
- Algo así, sí – dijo Minato ampliando su sonrisa
- Sí... bueno... tal vez sea así – dijo Naruto

Se produjo un silencio agradable entre ellos a pesar de que tenían sus roces, ya que en ocasiones, Minato olvidaba la "anterior" etapa del "antiguo Padawan" y le sermoneaba o le reprendía a pesar de que ahora ambos eran Caballeros Jedi con las mismas responsabilidades, por lo que Naruto a veces se preguntaba si Minato le llegaría a ver realmente de igual a igual, pero el Uzumaki no permitía que aquello le inquietase ya podría echarlo todo a perder y él no quería que eso sucediera

- "Los Jedi están equivocados... el amor no nos debilita... nos hace más fuertes" – penso Naruto - "ojalá Rayne y yo pudiésemos demostrárselo a Minato... él está muy solo".
- ¿Qué? – dijo Minato al notar la mirada de Naruto - ¿tengo una mosca en la nariz?
- Me estaba preguntando cuánto tiempo más vamos a quedarnos aquí en Coruscant mientras, día tras día, Jedi y soldados clon y gente corriente luchan y mueren por la República... por la libertad – dijo Naruto - ha pasado más de una semana y no me siento bien aquí a salvo, cuando ahí afuera nadie está a salvo... no mientras a Madara y a Grievous y a los demás separatistas no les importe seguir derramando sangre inocente
- Lo sé... si te sirve de consuelo, yo también estoy preocupado - dijo Minato mientras posaba una mano sobre el hombro de Naruto - cuanto antes derrotemos a Madara y a sus secuaces, nosotros los Jedi antes podremos regresar a nuestro primer y mejor propósito... salvaguardar la paz
- ¿Así que no sabes nada? – dijo Naruto
- Si te refieres a que si sé dónde y cuándo tendrá lugar nuestra próxima misión, te llevarás una decepción – dijo Minato dejando caer su mano - pero no tengas demasiada prisa por partir, Naruto
- "Quiero salir a una misión" – penso Naruto – "ya que presiento que Hinata aprende mas cuando esta en el campo"
- Cuanto más dure esta guerra, menos frecuentes serán los descansos en nuestro hogar... disfruta de Coruscant mientras puedas, mi joven amigo – dijo Minato - algo me dice que nos convertiremos en extraños del Templo dentro de no mucho tiempo

Un escalofrío de aprensión recorrió la espalda de Naruto de arriba abajo ya que irse de Coruscant significaba abandonar a su hermana Naruko, pero a pesar de eso a Naruto no le molestaba atender sus obligaciones ya que como que le acababa de decir Minato sobre que la guerra ya le había llevado a la desesperación por ver a la República salir victoriosa sobre los separatistas era muy cierto

- Tu aprendiz ha terminado su ejercicio, Maestro Uzumaki – dijo Minato golpeándolo suavemente con el codo
- No me llames así - dijo Naruto - no me gusta cómo suena

Mientras Minato sonreía, Naruto bajó la mirada hacia la academia de artes marciales para comprobar que Hinata había terminado las cincuenta repeticiones de la forma Niman, nivel uno, además se encontraba jadeando con la túnica empapada por el esfuerzo y con el sable de luz de entrenamiento aún encendida, miró esperanzada hacia el balcón

- No es que quiera decirte cómo debes enseñar a tu Padawan - dijo Minato - pero creo que ya ha tenido suficiente por hoy... ¿qué te parece si tú y yo le hacemos una demostración de unas técnicas más avanzadas?
- "Sabe perfectamente que me gusta el sparring contra él" – dijo Naruto - es una idea excelente, Maestro Namikaze

Con una sonrisa y sin más discusiones, ambos saltaron por encima de la barandilla del balcón y aterrizaron amortiguados por la Fuerza a los pies de una Hinata perpleja

- Tu sable de luz de entrenamiento, Padawan - dijo Minato muy cortés con la mano tendida - y ahora deberías encontrar un lugar seguro en el que quedarte

Visiblemente sobrecogida y nerviosa, Hinata le entregó su arma de entrenamiento, para después con una picara mirada a su maestro, saltó con la ayuda de la Fuerza hasta el balcón de observación donde estaba Hiroko

- Vaya, vaya... esa levitación, Naruto - dijo Minato - me pregunto dónde habrá aprendido ese mal hábito
- No tengo ni idea, Maestro – dijo Naruto con un desliz de viejas formalidades

En eso Naruto desenganchó el sable de luz de entrenamiento de su cinturón, la encendió y sin pensarlo, por instinto, se dejó llevar por el acecho calculador que predecía a cada duelo, mientras tanto Minato con los ojos clavados le retó paso por paso

- ¿Preparado? – dijo Minato
- Siempre – dijo Naruto

De puntillas en el balcón de observación, Hinata como Hiroko estaba mirando con atención a través de la reja a los Jedi que luchaban abajo, al mismo tiempo que en una extraña especie de alquimia Jedi, otros Padawans y Caballeros Jedi comenzaron a agolparse en la academia de artes marciales, uniéndose a ellas en el balcón para observar cómo jugaban el Maestro Minato y el Maestro Naruto mientras se batían en duelo con la exigente Forma Ataru IV

- "Aunque entrene veinte horas al día por lo pronto no blandiré un sable de luz tan bien como ellos" - penso Hinata
- A pesar de que van completamente en serio – dijo Hiroko – es un juego para ellos

Hinata sorprendida estaba viendo saltar a Naruto con la ayuda de la Fuerza por encima de la cabeza de Minato, con la misma elegancia que una gacela de Tarchalia, pero también se estaba preguntando como su maestro podía sentir el vínculo viviente de la Fuerza en el cristal de su sable de luz, mientras tanto el balcón comenzó a llenarse y oírse rumores constantes de entusiasmo

- No es justo – dijo Hinata
- Que se le puede hacer cuando siempre llaman la atención – dijo Hiroko
- Pero esta es mi sesión de entrenamiento – dijo Hinata – ellos están bailando para mi con su sable de luz
- Quédate tranquila – dijo Hiroko – eres la aprendiz de Naruto y nadie podría arrebatarte aquello

Abajo ambos Jedi habían comenzado a sudar, pero eso no los detuvo ya que el combate simulado seguía adelante con alguna sonora carcajada o burlas sin mala intención, para luego Minato golpeó la espalda de Naruto con su sable de luz y éste fingió que gritaba, provocando la risa entre la multitud del balcón incluyendo a Hinata debido a que ya no le importaba tanto que estuviesen allí, mientras tanto el Maestro Minato y el Maestro Naruto aumentaron el ritmo ya que los sables de luz de entrenamiento se movían demasiado rápido como para distinguirlas a simple vista, pero Hinata aún podía distinguir los movimientos de cada uno maravillada y con humildad, observaba cómo dos de los mejores Jedi del Templo hacían una demostración de destreza inigualable al momento que Minato subió corriendo por la pared y por los aires y bajó por el lado opuesto y Naruto le persiguió, todo el mundo aplaudió incluso Hinata

- Eso es lo que quiero ser algún día – dijo Hinata emocionada – ese es el tipo de Jedi que quiero llegar a ser
- "Se que ese día llegara y serás una gran Maestra Jedi " – penso Hiroko – yo también

Pero ni siquiera los Jedi como Minato y Naruto podían mantener ese ritmo y fuerza eternamente así que dieron por finalizado el combate totalmente empapados, respirando con dificultad por el cansancio, ambos se inclinaron educadamente ante el otro, en eso el balcón se estaba vaciando rápidamente, los Caballeros Jedi y los Padawans volvían a los quehaceres que habían abandonado brevemente, así que pronto volvió a quedarse a solas con Hiroko, esperando una orden de Naruto que en ese momento le estaba diciendo algo a Minato en voz baja que le respondió afirmativamente con una sonrisa para después mirar hacia arriba

- Tu espada de entrenamiento, Padawan - dijo Minato muy cortésmente mientras le arrojó el arma - gracias por habérmela dejado

Cuando el Maestro Minato abandonó la academia seguidamente de Hiroko, Naruto recogió la cámara que había grabado sus ejercicios anteriores y para sorpresa de Hinata, lo hizo flotar con la Fuerza hasta el balcón para que lo pudiera recoger en el aire

- Ve a buscar una sala de estudio privada, Hinata... y examina tu técnica – dijo Naruto - mañana por la mañana deberás estar lista para detallarme las cinco mejores y peores cosas que has hecho
- ¿Mañana, Maestro? – dijo Hinata mientras se guardó la cámara en la túnica - ¿no vamos a hablar sobre mi entrenamiento ahora?
- Ahora debo irme a otro lugar – dijo Naruto
- Sí, Maestro – dijo Hinata - ¿a qué hora quedamos mañana?
- No lo sé – dijo Naruto - hasta que vuelva a por ti, sigue tu entrenamiento con un remoto... y asegúrate de llevar antifaz
- "¿Otra vez un entrenamiento con remoto a ciegas?" - pensó Hinata ocultado su decepción e hizo una reverencia - sí, Maestro
- Bien – dijo Naruto marchándose
- "Cinco cosas buenas y cinco malas" - penso Hinata dirigiéndose a la biblioteca del Templo - "creo que voy a sorprenderle y encontraré diez"

CONTINUARA...

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