One-Short De Metal Family [+18] || 30 días ||

|| Día 10 || Glam x Dee [29: "Tu fetiche: En el automóvil"] || +18 ||

Hola, buenas.
Aquí otro pedido para Geraboku
Que lo disfruten.

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Narrador.

Era un día lluvioso y padre e hijo salieron a dar un paseo por el parque en el auto. En la pasada, Glam se detuvo en una estación de servicio para luego detenerse en un estacionamiento, apago el auto para luego quedar en silencio.

La mano del mayor se apoyó en la pierna del rubio, pues ambos se miraron. Esos ojos azules se cruzaron entre sí, como fundiéndose en el frio ambiente.

Tirando el asiento hacia atrás, Dee se fue a sentar en las piernas de su padre estando frente a frente. Las manos de Glam se adentraron por la ropa de su hijo dándole unos escalofríos porque sus manos estaban heladas por la situación climática y además que en el auto hacia bastante frio.

Dee - Tienes las manos… - separo sus manos de su cuerpo. - …me da frio. - le dijo, algo apenado.

Glam - ¿Por qué te daría frio?, ya eres bastante helado. - le bromeo, pero el menor solo suspiro con pesadez.

El mayor se dio cuenta del comportamiento de este, entonces se le acerco a su carita para darle besos, comenzó a repartir besos en su mejilla hasta llegar a su cuello.
Nuevamente metió la mano debajo de su ropa para tocarlo, sus dedos tocaron los pezones de su hijo haciendo presión en ellos. Con sus piernas fue moviéndolas para acercar a su hijo hasta su cuerpo.

Dee - Pa… - le llamo su atención. - …¿se me van a ver?. - le pregunto, algo preocupado, mientras se tocaba el cuello ya con chupones plasmados por su padre.

Glam - Umm… dile a Vicky que fue una chica, no hay problema con eso. - le dijo, mientras comenzaba a desabrochar el cinto de su hijo.

Dee - Aja. - acepto su opción.

El mayor le saco la ropa de parte de abajo para dejarla en el asiento de copiloto, le hizo dar la vuelta mirando hacia adelante. El menor apoyado en el volante estaba rojo sintiendo como su padre acariciaba delicadamente cada parte de la piel de su trasero y su miembro.
Dos dedos del contrario se adentraron en la entrada estrecha de su hijo, haciendo movimiento vaivén trataba de abrir lo más posible para que se acostumbrara.

Dee - Oh, carajo… ah… - se aferró fuertemente al volante.

El mayor saco su miembro para luego ver como complacer a su niño, entrando suavemente en el cuerpo delgado del otro se aseguraba de no lastimarlo. A la vez que iba entrando, iba enderezando el cuerpo de Dee para no desgarrarlo o algo así. Cuando ya entro por completo, el menor ya estaba apoyado en el pecho del otro, pues el mayor siguió con sus besos por todo su cuello.

Dee - Mph… - comenzó a moverse para sentir su cuerpo.

En un par de minutos, el menor ya estaba brincando en la pelvis de su padre, lanzaba jadeos y se aferraba al volante sintiendo un gran calor en su cuerpo. El mayor jadeaba lanzando nalgadas a la piel de su hijo, con sus manos le abría sus nalgas para ver como su miembro entraba y salía dentro de aquel cuerpecito; allí estaba mojado y bastante rosadito, eso le gustaba a Glam, las cosas rosadas y mojadas.

Dee - Pa… mph~… - gemía su pronombre de padre de familia, eso hacia calentar al mayor, porque su dulce y seria voz lo dejaba loco.

Glam siguió moviéndose dentro de su cuerpo haciendo ruido mojado y relajante, ese ruido se podía escuchar por todo aquel pequeño lugar empañado por su respiración.

Glam - Vamos, Dee… - le di unas nalgadas. - …pídeme más, hijo de mierda. - le dijo; pues a Dee le prendía mecha que le digan algo malo, pues le gustaba que le maldijeran cuando estaba a punto de venirse.

De brincaba rápidamente en la pelvis del mayor sintiendo como se adentraba aún más, apoyo una mano en el asiento (butaca) y con la otra se sostenía del techo del auto, la mano izquierda del mayor tomo el miembro de su hijo comenzando a masturbarlo.

Glam - Vamos, maldita sea… - le dio varias nalgadas. - …eres una maldita perra. - le dio otras nalgadas.

Dee - Oh… Shot… ah… - se movió más rápido. - …más… más… ah~… - le suplico.

Glam - Mierda… ah… - maldijo, al sentir como se venía dentro de su hijo.

Al sentir eso, Dee en par de segundos se vino en la mano de su padre manchando parte del pantalón y del volante.

La lluvia se había detenido, pero ambos seguían en su tormenta de fuego.