James Miller, un guapo médico cirujano, hombre ejemplar y con un temperamento tranquilo, pero a sus 40 años sigue soltero.
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Para James asistir a una boda es simplemente una tortura, sus familiares y amigos usarán las ceremonias para sacar en cara...
En la sala de operaciones el sonido de los utensilios quirúrgicos resonaba junto al leve pitido de los signos vitales:
"Doctor James los signos vitales del paciente están disminuyendo muy rápido!"
El médico no respondió y movió con mayor fluidez sus manos, cortó la parte afectada del intestino junto ambos lados sanos y los coció para que vuelvan a su estado natural, agregó dos delgados tubos en el intestino para succionar líquidos y empezó a coser la herida, los signos vitales se estabilizaron lentamente y todos en la sala dieron un suspiro de alivio, James señaló a su asistente.
"Termina de cerrar la herida iré a descansar" el sudoroso joven rápidamente sustituyó al médico y con delicadeza siguió el trabajo mientras los demás empezaban a limpiar los artículos.
James salió de la sala y rápidamente fue rodeado por un pequeño grupo de personas.
"¿Doctor como esta mi hijo? ¿Doctor como salió mi esposo? ¿Papá sobrevivirá?" Las sienes de James saltaron por el dolor de cabeza, pero aun así respondió con calma.
"El paciente actualmente está fuera de peligro, la cirugía de extracción de intestino fue un éxito, pronto lo llevaran a la unidad de recuperación" Empezó a caminar a su despacho mientras decía "El otro médico les contara más sobre el paciente"
Al entrar en su despacho se apresuró a acostarse en un espacioso sofá cama y se quedó dormido por al menos 3 horas hasta que el sonido de su teléfono lo despertó.
"..." Estaba adormilado así que no dijo nada
"¿James?" La suave y rasposa voz de un anciano se escuchó a través de la bocina.
"Maestro?" Se levanto rápidamente sin rastros de sueño.
"¿Puedes venir a mi casa hoy? *tos tos*" el hombre tosió con fuerza
"Estaré allí en 15 minutos señor Jhon" A pasos acelerados llego al ascensor, una enfermera corrió a su lado.
"Doctor Miller tiene 3 cirugías reservadas para esta tarde y el direc-" James la interrumpió.
"Cancela todo lo de esta tarde, tengo algo importante que hacer" No espero una respuesta y subió al ascensor, llego al subterráneo y entro en su auto, condujo rápidamente a una residencia a las afueras de la ciudad, estaciono el coche y rápidamente llego a la puerta de la casa.
"Ding dong" a penas toco el timbre cuando alguien abrió la puerta, un corpulento hombre le sonríe a James. "Señor Simón" Saluda con un asentimiento.
"Buenas tardes joven James" Su expresión se pone algo triste "Mi maestro lo está esperando arriba" Lo guía hasta el segundo piso, llama a la puerta suavemente y entra. "Maestro, ya está aquí"
El anciano intento sentarse en la cama, pero estaba demasiado débil, el mayordomo corrió a ayudar y finalmente pudo estar estable.
"Simón puedes dejarnos solos" Simón asintió y salió. "Mucho tiempo sin verte niño" Palmea el espacio vacío junto a él.
"Lo siento maestro estaba muy ocupado en el hospital" Toma asiento y evita mirar a los ojos a su maestro, estaba muy avergonzado
"Jjeje, *tos tos*" en su intento de reír empieza a toser "¿No creas que no sé porque estás trabajando sin descansar, es por tu madre verdad?" toma un cigarrillo de la mesita de noche y lo enciende "Ella me llamo para que te convenza de que no trabajes tanto" Toma una calada del cigarrillo y vuelve a toser.
"Ella quiere que me case" Extiende la mano y le quita el cigarrillo al anciano y lo apaga "Y usted no debería estar fumando" El anciano pone una mueca de disgusto.
"De que me sirve cuidarme si ya estoy en mis últimos momentos, debería disfrutar" Saca otro cigarrillo "Ya tienes 35 deberías formar tu propia familia, pero no es para eso que te llame, necesito tu ayuda" James sonríe.
"El Testarudo Maestro William necesita de mi ayuda?"
"¿Pequeño mocoso, porque te burlas de tu Maestro?" ¿La sonrisa del hombre no desaparece, pero luego se pone algo serio "Sabes que en mi juventud escape de mi país de origen no?" James Asiente.
Por supuesto que sabía la historia de su Maestro, un hombre cubano, cansado de vivir bajo la dictadura de su país, en cuanto tuvo la oportunidad escapó en su juventud a los 15, trabajaba en las noches y estudiaba en el día, finalmente obtuvo un pasaporte legal aquí en EEUU, se convirtió uno de los mejores médicos Cirujanos del país, atendió a grandes celebridades y políticos, tenía todo lo que quería, menos a su familia, el intento enviarles dinero cuando empezó a trabajar, lamentablemente las personas celosas por lo bien que le iba a la familia de mi maestro, los acusaron al gobierno de querer rebelarse, fueron arrestados y sus padres fueron ejecutados, su hermano mayor sobrevivió. Rompió el contacto con su hermano por su propio bien, en los últimos años lo único que supo de las pocas cartas que intercambió con su hermano, se casó y tuvo dos hijos.
Se todo eso porque soy su primer y único discípulo del gran doctor William Ortiz, tenemos la suficiente confianza para contarnos este tipo de secretos.
"Hace poco llegó una última carta de mi hermano menor, al parecer estamos destinados a morir el mismo año" Saca una hoja arrugada en los bordes, tal vez por la fuerza que usó mientras la leía.
"Mi querido hermanito menor, ya pasaron 7 años desde la última vez que hable contigo, hace 5 años mi esposa murió debido a un accidente de tránsito, mi hija murió por causas desconocidas (probablemente el problema fue su belleza heredada de su madre), ahora me toca a mí, últimamente me eh sentido muy débil, sé que mi momento se acerca, te escribo para pedirte un último favor, salva a mi hijo David, se quedara solo y me preocupa mucho, tiene 24 años, le apasiona la cocina, es un buen chico, saco el temperamento de su madre y eso hace que mis preocupaciones aumenten.
Atentamente: Alexander Ortiz"
James suspiro y le devolvió la carta a William, guardo la carta con mucho cuidado y la volvió a entregar a James, este lo mira desconcertado.
"Yo tampoco voy a durar mucho, necesito tu ayuda para traer a mi sobrino a los EEUU" Apretó mi mano y me miró fijamente. "Por favor"
"Está bien señor"
Hablaron un rato más y el Señor William lo invito a cenar, pero se negó, regreso al hospital y mientras caminaba a su oficina el director del hospital lo detuvo.
