⇁ 09 ↼

1.1K 119 229
                                    

「 ʜᴏʀᴀ ᴅᴇ ʟᴀ ᴠᴇʀᴅᴀᴅ 」


Minho está enfrente de mí; me mira con gran intensidad y me parece que sus ojos oscuros atraviesan mi alma. De pronto, siento que una presión triste se apodera de mí y no puedo entender la razón. ¿Acaso no estamos juntos ahora?

Se queda mirándome un rato más, cuando entonces, se da la vuelta y comienza a andar, alejándose cada paso más de mi lado. No comprendo el por qué lo hace, y quiero detenerle llamándole por su nombre, pero las palabras no salen de mis labios y siento más bien que se me atoran. Me duele el pecho. La ansiedad me consume por dentro al ver como se marcha sin mirar atrás. ¿Por qué lo hace?

Comienzo a correr tras de él, buscando permanecer a su lado, que no se vaya, que no me deje. Me cuesta respirar, pero aún así no me detengo, porque siento que si dejo que se marche, no volveré a verle jamás.

—¡Minho! ¡Minho, espera! —Por fin recupero mi voz..., Y despierto gritando su nombre.

Era un sueño; me doy cuenta con una horrible angustia. Aprieto las sábanas de mi cama, y comprendo que me encuentro en mi habitación. ¿Cómo he llegado hasta aquí?

Con la respiración agitada observo mi entorno y descubro que al pie de la cama están Bellamy y Haymitch. Entonces, verles con expresión de sorpresa, pero con un rastro oscuro en sus ojos, hace que recuerde todo lo de anoche. Todo lo que pasó con Minho y Thomas.

¿De verdad había sido engañado? ¿Minho había sido una ilusión realista? ¿Cómo si quiera eso era posible? Jamás había visto algo parecido, aunque para ser justos, sé que en el Capitolio las cosas funcionan de manera diferente. No debería sorprenderme. Decido entonces no avergonzarme al pensar en que ambos presentes me han visto gritar el nombre de mi mejor amigo, y trato de recuperar la calma que me caracteriza.

Haymitch se acerca por el lateral de la cama, a mi lado, y tengo que sostenerme la garganta al descubrir que me raspa un poco. ¿Fue por gritar? Suponía que sí. Me apreto este, mientras mi mentor me acaricia mi mano libre. Entendí que era su manera de apoyarme. Le di una suave sonrisa, algo cansada, sin saber qué pensar sobre lo que había pasado.

La noche anterior realmente había sido una locura, y pensar en que fue resultado de un castigo por el atrevimiento de mis actos desde que había llegado al Capitolio, hacía que mi corazón se encogiese. Es decir, entendía que se sintieran ofendidos por haberme burlado de ellos desde el principio, ¿pero llegar hasta aquel punto? Esto sólo hacía que mi odio hacia ellos creciera por momentos.

—¿Estás bien, Newt? —pregunta Bellamy, con un tono delicado.

Asiento con tranquilidad, mientras dando un pequeño carraspeo, me suelto del agarre de mi mentor para salir de la cama. Toco el suelo con los pies fríos, y descubro que el piso está helado. Los muevo un poco, quizás intentando que las miradas de las personas que más aprecio no me afecten tanto. Fallo en el proceso; me detallan y siento que tengo que pedir perdón, pero no lo hago.

Cuando levanto la vista, Alby está teniéndome una túnica ligera oscura y me sorprendo al no haberle visto antes.

Supongo que son los dones de los avox: ser tan silenciosos como fantasmas. Me la pongo con cuidado, mientras me levanto de golpe. El avox se aleja, sobrecogido, y no me gusta verle de esa forma. Por eso, le doy las gracias en un tono bajo y él se mantiene indiferente, pero sus ojos azulados brillan deslumbrantes. Quiero pensar que está alegre de alguna extraña forma, a su manera.

𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐔𝐍𝐆𝐄𝐑 𝐆𝐀𝐌𝐄𝐒, Newtmas ( au ) [✓]Where stories live. Discover now