Invitame Un Café [Yuri Briar][Spy x Family]

Capítulo 1.

De la escala del uno al diez de la "estupidez ", sin duda estaría en primer puesto. Disgustado, entró a una cafetería mientras tomaba asiento en una de las mesas vacías.

El joven Briar solo se regañaba mentalmente del porque había aceptado aquella misión tan estúpida, pues parecía más un espia al tener que pasar desapercibido en aquel local.

— Buenos dias, ¿desea ordenar?--. Una joven mesera hizo aparición delante del muchacho. Yuri asintió ante su pregunta.

— Un café americano y un muffin de frambuesa, por favor.

— ¡En camino!-. La muchacha guardo el bloc de notas en su delantal y de retiro del lugar.

Yuri suspiro cansado, apenas había empezado su misión pero sentía que ya moría por dentro, sin dudas, el que tuvo la idea de capturar al sospechoso por medio de una emboscada estaba loco. Bien y podría acudir a la residencia del hombre, y atraparto en su propia casa. Pero al parecer la agencia no habia pensado en ello, o como según dijieron: "queremos mantener el perfil bajo".

"David Paige es propietario de la cafetería de la quinta calle norte, suele acudir a ella más amenudo que en sus demás locales"- era lo que habian dicho, pero el estaba dudando de sí la información era cierta o no.

— Un café americano y un muffin de frambuesa–. La mesera coloco el pedido sobre la mesa, para despues sonreirle al muchacho--. ¡que lo disfrute!

Yuri asintió con la cabeza en agradecimiento. La joven mujer se aparto, y el Briar comenzaba a degustar de su pedido. Tal vez no había sido tan malo aceptar la misión.

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Hecho un vistazo a la foto del hombre que escondía bajo la manga de su chaleco, buscando con su mirada a alguien idéntico.  Pero realmente no había nadie, simplemente el dueño no había acudido a su local aquel día, a pesar de que solía frecuentarlo los martes.

— ¿Gusta que le retire su plato?– la voz de la mesera lo hizo sobresaltar, no sabía en qué momento la mujer había llegado hasta su lado.

— Se lo agradeceria..–. Mencionó.  La muchacha asintió, comenzó a levantar la taza y plato de la mesa, para despues retirarse nuevamente.

El Briar ahora tenía como objetivo a la joven mujer, pues sus pasos tan silenciosos le hizo dudar de ella. La miró de pies a cabeza, buscando alguna extrañes en su uniforme, algo así como el bulto de un arma blanca entre sus ropas, pero no había nada.

Al darse cuenta de lo que había hecho, y de que sin dudas, no pudo evitar ver la esbelta figura de la muchacha lo hizo sonrojar, no debía pensar mucho en ello, pero le era inevitable. "Aun asi, Yor tiene mejor cuerpo", se decía a si mismo con tal de ignorar el hecho, aunque aquello no se podría del todo, pues el joven hombre comenzaba a transpirar de la vergüenza.