XV

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En cuanto los pensamientos de la muchacha la carcomian lentamente, alguien se acercó preocupado por su estado actual.

Al escuchar su voz salió de sus pensamientos pero no dijo una sola palabra, era Emir.
El mencionado la jaló por la muñeca para poder llevarla a un lugar donde pudieran conversar a solas.

-Disculpa, me la llevaré por un momento-dijo el joven haciendo una reverencia para el pelirrojo.

Este solo asintió, pues los intentos de traer a ____ la realidad no funcionaron.

El joven rubio se dirigió con ___ a su habitación, luego ambos se sentaron en la cama de la joven mientras el mayor intentaba saber que le ocurrió a ella.

-Mademoiselle, está todo bien?-preguntó suavemente-

-¿Olivia es mejor que yo?-dijo con un nudo en la garganta-... Para que pregunto, claro que lo es.

Dijo para después levantarse de la cama y empezar a caminar por su habitación.

-Nadie es mejor que nadie, señorita, por favor no diga eso... Yo... U-usted es bastante inteligente y bonita-dijo el levemente nervioso-además cada quien tiene sus cualidades y hay que saber apreciarlas.

Ella suspiró intentando aliviar ese nudo en la garganta.

-Oh... Gracias, soy muy inmadura, no debería comportarme así...-dijo mientras acariciaba su brazo-

El mayor la miró con compasión, quería simplemente abrazarla y consolarla pero no tenía la confianza suficiente para eso, o al menos para él era así.

La chica se sentó al lado de el nuevamente para mirarlo con tristeza, sus ojos se conectaron, fue ahí que Emir supo lo que tenía que hacer.

Este se acercó levemente nervioso.

-Mademoiselle, me permite abrazarla?-declaró con su mirada hacia un lado, mientras sus mejillas tomaban color-

-Lo que más necesito ahora es un abrazo-habló para lanzarse a los brazos del contrario haciendo que este casi cayera.-

El joven vió su cabellera bicolor, quería acariciarla, dudó por un momento, pero al final lo hizo, sintió como la chica se aferraba de el jalando su camisa mientras te esta misma se humedecía por las lágrimas rebeldes de la ojilila.

El joven vió su cabellera bicolor, quería acariciarla, dudó por un momento, pero al final lo hizo, sintió como la chica se aferraba de el jalando su camisa mientras te esta misma se humedecía por las lágrimas rebeldes de la ojilila

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༄ Amor Verdadero ༄ ❖|• Muichiro Tokito y Tú •|❖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora