Mrs Jeon || KookV

Cap XX

♡| Almacén |♡

Pov'Jeon Jungkook

un mes después

—Disculpa, ¿dónde está Taehyung?

—Esta en la zona de almacenamiento

—¿Por qué? Esa no es su área

—Esta ayudando a un trabajador en el etiquetado de producción

—Gracias

Salí de allí directo a el almacén que me habían dicho

Encontré a Taehyung de espaldas a mi acomodando algunas cajas

—Hola bonita señorita —Sonreí abrazándolo de espaldas

—¿Que haces aquí? —Dijo exaltado por el repentino contacto

—Estaba pasando por aquí y te vi

—¿Y ya la verdad? —Volteo quedando frente a frente

—Esta bien, no te vi en la oficina y vine a buscarte

—¿No tenías una junta programada para hoy a las 8:50?

—Si, pero mi asistente puede encargarse de eso

—Tonto, yo soy tu asistente —Me miro molesto —Ve devuelta al trabajo

—No, ya no quiero trabajar —Lo tome entre mis brazos escondiendo mi rostro entre su cuello

Soltó un suspiro abrazándome —Esta bien, quedemonos aquí un rato —Comenzó a acariciar mi cabello soltando feromonas para tranquilizarme

—Gracias...

—¿Por qué?

—por estar siempre allí para mí

—Oye, no tienes que agradecer soy tu esposo y mi deber es cuidarte

—Lo sé pero aun así quería decirlo

—Tranquilo, además hoy es tu cumpleaños debes estar feliz

—¿Me darás un obsequio? —Mire a sus labios detenidamente con una sonrisa burlona

—Tal vez...

—¿Puedes dármelo adelantado?

—No

—Por favor —Lo tome de las piernas cargandolo, lo senté sobre una pila de cajas, abrí sus piernas posicionándome en medio

Está vez no llevaba traje, tenía una camisa verde casual y unos pantalones ajustados que dejaban a la vista su linda figura

Baje mis manos metiendolas por debajo de su camisa acariciando su cintura y abdomen

—No...

—Estas más delgado —Lo mire preocupado

Desde hace poco comenzó a comer menos y a hacer ejercicio después de el trabajo, incluso me dijeron que se saltaba el almuerzo en el trabajo cuando yo no lo veía

—Es que quiero tener una mejor figura

—Tonto, ¿Cuántas veces tengo que decirte que eres hermoso así como eres?

Lo bese mordiendo su labio inferior, lleve mis manos hasta su espalda acariciándolo

—Quieto —Puso sus manos en mi pecho alejándome —No podemos hacerlo aquí

—¿Porqué no?

—Puede venir alguien

—Pero si ya lo hemos hecho en la oficina, en el elevador, en la azotea, en la fotocopiadora y en la sala de reuniones en medio de una reunión