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Confort

Por mucho que ellos insistieron que estuviera en una habitación me siento muy cómoda en el sofá de cuero negro que se convirtió mi zona de confort, tal vez sea porque no me siento sola y encerrada. En cuanto termino de leer el tercer libro de Harry Potter, me doy cuenta de que mi mejor amigo es el protagonista, aunque me es doloroso recordar ese año en el que pasé mucho tiempo alejada de ellos porque era muy correcta, no menciona mis conflictos personales y ni lo que hice para acercarme a ellos otra vez. No todo es como lo cuenta el libro.

— Hay muchos detalles que no están— Me estiro en el sofá — es como si lo ocultara adrede.

— ¿El qué? — Namjoon está cerca leyendo un libro, trata de verme a los ojos y yo desvío la mirada al piso.

Solo he mirado a Harry y Ron a los ojos, es difícil intentarlo con alguien más.

— El escritor ocultó el detalle que nos convertimos en animagos ilegales — Suelto un suspiro, evoco la noche en que ocurrió, estuvimos preparando todo durante semanas y esa fue mi manera de reconciliarme — Ronald se convirtió en una comadreja roja, Harry en un ciervo como su padre y yo en un perro, soy muy adorable y parezco un peluche. ¿Debería mostrarte?

— Solo si te sientes segura — Le veo al rostro, sonríe de manera cálida, verlo me da seguridad y me reconforta ¿es posible que pueda trasmitir tanto? — No te presiones.

— Tienes razón, lo haré más adelante. También hay otro detalle que no menciona — Cierro el libro la dejo sobre la almohada y me libero de las sábanas blancas. — sé tocar la guitarra acústica, me encanta preparar los alimentos y mi sueñode infancia era ser una cheff reconocida, claro eso fue antes de saber que soy una bruja.

— Hay detalles que te hacen muy humana, ten en cuenta que no fuiste creada como una marioneta o entretenimiento para los lectores — Él sigue buscado mi mirada y solo me centro en ver algún objeto tras él, puede que sea humana, pero tengo la personalidad de un perro entrenado.

— No sé cómo salí del libro, pero tal vez podría aprovechar esta oportunidad, aunque ni siquiera tengo talento para algo que no sea la magia — suspiro, al mirar por la ventana me da miedo el siquiera pensar en intentar caminar por las calles — Aún no me explico cómo es que hablo coreano, como puedo incluso leerlo. Tal vez ser un personaje de un libro tan famoso me ha dado esta habilidad.

Lo escucho levantarse, lo veo irse, los músculos de su espalda se marcan, se ve atractivo y hasta deseo abrazarlo. Sacudo la cabeza por los pensamientos lujuriosos que quieren meterse en mí.

Él regresa con un abrigo azul puesto y me extiende un abrigo de color beige. — Tengo bicicletas, salgamos a pasear.

Dudo un instante, al parecer Namjoon puede leerme, quizás soy como un libro abierto, acepto el abrigo. Al ir por las bicicletas me entrega la rosada que es un regalo de cumpleaños de su Hyung. En cuanto subimos a las bicicletas siento como si estuviera todo bien, salimos del vecindario que resulta ser el más seguro. Él me guía todo el camino, siempre va junto a mí, nunca delante ni detrás. Definitivamente él es la seguridad hecha persona.

Muchas personas se quedan viéndome, supongo que es por mi parecido con Emma Watson o es por Namjoon ¿había dicho que era parte de una banda? Me lleva a comer, bromea conmigo y me resulta muy fácil bromear cuando por accidente rompe sus palillos al tratar de enseñarme como usarlos.

Jimin me ayudó a comer con su persistencia y amistad, Namjoon me ayudó a salir de mi zona de confort con su calidez y comprensión.

— ¿En qué piensas? — Me pregunta en cuanto regresamos a su casa.

— Las mesera del restaurante te llamó hermano mayor (oppa), sin ser tu hermana. — digo al cruzar el dintel de la sala — ¿Eres muy famoso?

Él asiente, parece que se debate como explicarme su fama.

— Somos famosos como no tienes idea — Seokjin está en el sofá de la sala con una mascarilla puesta.

— Nuestro ARMY nos ama y somos tan grades como lo fue Michael Jackson — Hoseok está también con una mascarilla — ¿tuvieron una cita?

— ¿Cita? — pregunto sorprendida.

— Una salida de amigos — Namjoon se apresura a hablar. — Si los chicos te escuchan los cuchillos de sus miradas van a atravesarme.

Hablan un poco extraño, hay algo oculto bajo sus palabras. ¿Cómo es una cita? Nunca tuve oportunidad de estar enamorada de alguien, siempre estuve estudiando para aprender hechizos que me ayudaran a sobrevivir y ayudar a Harry.

— Deberías darte un baño — Seokjin me habla — Compré atuendos para ti, toallas y muchas lociones para el cuerpo.

— No debiste... — me siento avergonzada, ellos se han encargado de mí en los últimos cuatro días, me han alimentado cuando pudieron entregarme a la policía como si fuera una ladrona — Gracias, muchas gracias.

— Lo he dejado listo en el baño, sube al segundo piso y lo encontrarás. — Me dice con un tono amable, asiento.

Subo las escaleras, al abrir la manija de la puerta del baño soy testigo del hombre que está ocupando la ducha está completamente desnudo con el shampoo en la cabeza y cantando. Me sorprendo más aún porque en lugar de haber una cortina obscura hay una puerta de vidrio que evita que moje el lavabo.

Salgo apresurada, cierro la puerta tras de mí y me apoyo en esta. "Es grande" es lo que pienso. — Merlín, vi su...

— Cuidado, Taehyung está tomando un baño — Jungkook que sale una puerta contigua me advierte, observa mi cara que se ha sonrojado y se da cuenta — ¿Lo viste? ¿Jean?

Él es el único que me llama por mi segundo nombre, pero no sé cómo responder a su pregunta. Ni viviendo con los Weasley me pasó algo así.

— ¿Sientes que le fuiste infiel a Ron? — Me pregunta con tono tímido. Sus ojos son como los de un cervatillo.

— ¿Infiel a Ronald? No, siempre fue un amigo ¿en el libro dice que tuve otra clase de relación? — Pregunto asombrada, ¿hay mentiras de ese tamaño? — Ni siquiera he tenido novio, he tenido un intento de beso con Viktor... Pero acabo de ver...

La puerta se abre y Taehyung está con la toalla atada a la cintura. Lo único que hago es correr tras Jungkook, esconderme a sus espaldas es lo mejor que se me ocurre. Jungkook ríe un poco y se disculpa diciendo que él fue quien abrió la puerta hace un momento.