I. ONCE UPON A LIFE

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Entreabro los ojos y veo un ápice de luz por la rendija de la puerta de mi cuarto, es de noche pues no entra luz por el ventanal de mi cuarto. Al instante empiezo a escuchar el crujir de madera del suelo del pasillo.

Se abre la puerta muy lentamente mientras al mismo tiempo las cortinas de la habitación comenzaron a ondear por la corriente, el clima de la habitación cambió drásticamente y ahora sentía un frio escalofriante. Finalmente, la puerta acabó de abrirse por completo, pero no había nadie quien pudiese haberla abierto, hasta que empezó a escucharse un ruido muy extraño, eran una especie de sollozos que se fusionaron con el crujir de la madera, cada segundo se escuchaba más cerca de la puerta de mi habitación hasta que finalmente apareció en la puerta una figura humana, no era una persona normal, andaba cojo y de su boca emanaba un ruido sobrecogedor. Parecía que no me había visto a pesar de estar mirando hacia el interior de mi cuarto, ¿acaso era ciego? Me pregunté, estaba realmente asustada porque no entendía la situación, no sabía que era aquello. Empezó a caminar erráticamente hacia el interior de la habitación cuando de la nada una gran ventolera hizo que se abriesen las ventanas haciendo que las propias ventanas chocasen con la pared, aquel sonido alerto al monstruo el cual parecía haber despertado de un 'letargo', empezó a correr hacia la ventana, intuitivamente empecé a gritar y entonces aquella cosa y yo cruzamos una mirada, justo antes de que empezase a correr hacia mí, no sabía que hacer, no podía moverme, estaba atrapada en aquella cama y solo podía gritar cuando el monstruo estaba a punto de llegar a mi cama vi como mi padre entraba por la puerta de la habitación, en su rostro pude ver miedo, pero a pesar de eso agarro el bate de béisbol que tenía en la habitación de cuando jugaba en la liga alevín y golpeó al monstruo en la cabeza repetidamente haciendo que la sangre salpicase las paredes de habitación y la cara de mi padre.

-       Y eso es lo único que recuerdo de la primera vez que vi a un 'mordedor'. -Dijo Zoe.

-       ¡Wow! ¡Señorita Zoe eso es increíble! -Exclamo un niño.

Todos los niños de la clase se quedaron maravillados con la historia que les había contado y me siguieron preguntado sobre más veces que tuve que enfrentarme a 'mordedores'.

-       Bueno niños, se acabó la clase de hoy, recordad que mañana tenemos clase de defensa personal y luego os explicare la diferencia entre infectados. -Explico Zoe.

-       ¡Vale señorita Zoe! -Exclamaron coro todos los niños.

Salí de la clase poco después que los niños, estoy contenta de ayudar a la comunidad y poder formar a los pequeños contra las nuevas adversidades de este mundo, sobre todo después de todo lo que tuve que hacer para llegar hasta aquí...

22 de abril de 1993, OHIO (pasado)

Llevo 20 días encerrada en esta tienda de alimentación junto a mi padre, Alan y Georgina, no se cuanto más podremos aguantar ya que las reservas de comida se agotan y aun que yo y Alan no tengamos que comer tanto, mi padre ya está algo mayor, aunque él lo niegue, por otra parte, Georgina está embarazada de 8 meses lo que hace que las reservas se agoten rápido.

Alan y yo hemos hablado de partir al amanecer ya que los infectados suelen estar menos activos durante el día aun así creo que esta noche debería salir a buscar algo de agua y algún arma con el que defendernos, actualmente solo contamos con un bate de béisbol roñoso y un arma corta de fuego con dos balas la cual solo podemos utilizar en ocasiones muy extremas, ya que el ruido del arma 'despierta' a esos bichos.

-       Z-Zoe, Georgina dice que no se encuentra muy bien... -Dijo Alan.

Rápidamente me levanté del suelo donde me encontraba con mi padre y me dirigí hacia la trastienda donde se encontraba Georgina sobre unos pallets y tapada con un par de cartones que encontramos en la trastienda, al llegar rápidamente me di cuenta de la situación en la que se encontraba, estaba muy pálida y tenía sudor sobre la frente, aquello no tenía buena pinta, volví donde estaba mi padre y Alan. Solo aparecer por la puerta mi padre ya supo que algo no iba bien, normalmente se me nota todo lo que me ocurre en la cara, pero mi padre tiene un sexto sentido para ello.

-       ¿Qué ocurre Zoe? -Pregunto mi padre con su característica voz y un tono plano.

-       Algo no va bien... Georgina no tiene buen aspecto. -Dije mientras mi mirada no se despegaba del suelo.

-       

Alan se levantó y se dirigió hacia la trastienda al mismo tiempo que tiraba una lata de sopa caliente al suelo, mi padre también siguió a Alan para asegurar que no hiciese ninguna locura. Entiendo la posición de Alan, el niño que tiene Georgina en su interior no es suyo y lo único que hace es hacer sufrir a Georgina y nos retrasa. Aún recuerdo cuando nuestro grupo era más grande y tuvimos que acampar en medio de una plaza, algunos cocinaban, otros hacían guardia y otros como yo cuidábamos de los mayores y pequeños, fue una locura, todo aquello fue una locura, a día de hoy sigo teniendo pesadillas donde escucho los gritos de los niños, los llantos y la desesperación.

-       ¿¡QUE COJONES ES ESTO!? -Escuche gritarle a Alan.

-       Zoé te necesitamos por favor -Exclamó mi padre.

Corrí hasta la trastienda como si la vida me fuese en ello y al llegar no pude dar crédito de lo que estaba viendo. El abdomen de Georgina estaba reventado, tenía un agujero del diámetro de un balón de futbol y su cuerpo ya sin vida yacía encima de los pallets con un gran charco de sangre rodeándolo. No había rastro del bebé, ¿acaso uno de esos mordedores se había colado por algún lado? Eso era imposible pensé para mí misma, si fuese así seguiría devorando el cuerpo de Georgina...

-       Grrrrrh

-       ¿QUE ES ESE MALDITO RUIDO? -Grito Alan cuando en un abrir y cerrar de ojos algo se abalanzo sobre su cara.

7 de Diciembre de 2006 Washington (actualidad)

Cuando salía de la clase y la cerraba con llave escuche un hilo de música que provenía de dentro de la sala que estaba cerrando, procedí a abrirla y vi que era el intercomunicador, me acerque sin pensar en que aquel aparto llevaba meses sin sonar ya que solo se usaba para emergencias.

-       Zoe al habla, ¿quién es?

-       Hola Zoe, soy Rachel, estoy en el laboratorio y necesito que vengas ahora mismo.

-       Vale Rachel, ahora mismo voy para allí -Le conteste a la vez que me hacía varias preguntas, '¿Qué era tan importante que no podía esperar?' ¿Por qué me llamaba por el intercomunicador? ¿Estaría Yeray con ella?

Salí del edificio de aprendizaje para dirigirme hacia el de medicina e investigación, mientras que en mi cabeza seguían repitiéndose las mismas preguntas una y otra vez, atravesé la plaza central, todo el mundo que me encontraba me iba saludando y yo con el ceño fruncido y con cara de pocos amigos aceleraba el paso, estaba nerviosa, seguía sin entender esa llamada, llevamos meses sin avanzar en ninguna investigación sin hallar ninguna respuesta sobre esa mierda que está en nuestra sangre.

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⏰ Última actualización: Aug 26, 2022 ⏰

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