Capitulo 1: Las preguntas

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-¿Alguien sabe porque Vegetta tiene más de una semana que no sale de su castillo?- Escuché para voltearme viendo a Luzu

-La última vez que lo vi fue cuando estaba en su puente buscando material para hacer unos hechizos- Le responde Staxx mientras le daba una galleta a Ti

Me quedé en silencio por estar en un asunto tan delicado. Si bien Vegetta podría desaparecer por varias horas, lo normal es que se dejará ver en el pueblo o los alrededores una vez al día nunca una semana completa. Los chicos nos habían citado para una reunión en dónde veríamos temas varios así como este de Vegetta. Luego del nacimiento de Titi, mi Saiyan había desaparecido sin dejar rastro. Pude ver que Rubén estaba igualmente callado y eso solo se podría significar que estaba preocupado por Vegetta, me sentí celoso pero trate de ocultarlo en lo posible.

-De acuerdo, vamos al castillo de Vegetta- dice Alex -. Hay un puente que conecta con su isla en mi casa

-De acuerdo – Respondo levantándome-. Vayan alistarse y nos vemos en 15 en la casa de Alex

Sin decir más me retire del lugar, sabía que me harían caso porque les guste o no; soy el segundo al mando. Vegetta me designó en persona y Heberon me aceptó cuando me marco con ese rayo en mi cuerpo. Tome mi mochila llena de lo que podríamos utilizar pero al pasar por mi cuarto, un cofre me hizo detenerme. Me lo había entregado Vegetta en una ocasión diciéndome que lo abriera por si algún día perdía la razón. Sentía que necesitaba ver que había dentro pero sin pensarlo más me aleje de allí. El camino a la casa de Alex fue rápido y al llenar ya pude ver la inmensidad del castillo.

-Vegetta y sus construcciones – Escuché para sonreír

-Ya sabes cómo es... Su sangre lo obliga a ser así

Con la llegada de los chicos, empezamos a subir por el puente hasta los terrenos del castillo dónde pudimos ver que todo estaba tranquilo en el jardín. Me acerque a su puerta para verla entreabierta, trague saliva ya que eso no era normal de su parte; entre en silencio viendo el lugar semi-oscuro. Conocía que a Vegetta le gustaba iluminar bien sus casas y esto no era normal.

-Se siente feo este lugar- Dice Juan para verlo

-El lugar está impregnado de magia blanca y negra- Dice Fargan acercándose a una puerta

Cuando la abrió está dejó ver grandes zarpados en el suelo de madera, trague saliva para acercarme y al iluminar con la antorcha pude ver que los cultivos estaban destrozados y el olor a sangre seca era débil, camine por el lugar hasta encontrar los cadáveres de los cuervos, todos masticados. Quackity hizo un sonido de asombro para ver que una pared entera tenía zarpados. Miré a los chicos para hacerles la seña de que no se alejaran en lo que iba a la otra sala, donde normalmente trabajaba: La abrí para ver la armadura tirada de su Guardian y los huesos por varios lugares.

-Willy...- Escuché la voz de Mangel para verlo

Me señalaba unas estanterías con jaulas y pude ver con un nudo en la garganta que los animales que Vegetta había estado capturando estaban destrozados salvajemente, las tripas y sus cuerpos caían entre los barrotes mientras la sangre había hecho charcos en el suelo. Huellas se veían por todas partes, tintadas de sangre seca. Un escalofrío me recorrió el cuerpo cuando el sonido de garras se escucharon en la parte de arriba. Miré a los chicos asustados. Respiré hondo para caminar decidido a las escaleras donde al subirlas pude ver con claridad, los cuadros desgarrados de Vegetta. Todos estaban destrozados de la cara y varias cadenas caían por los suelos. Seguí caminando hasta llegar al cuarto de Vegetta dónde más sangre se veía y su cama estaba destrozada.

-¿Vegetta?- Pregunté con un susurro

Por solo segundos hubo silencio hasta que unos pasos acelerados se escucharon para ver a los chicos entrando al cuarto en bola y cerrando con velocidad la puerta de madera. Estaban agitados, sus rostros reflejaban miedo puro. Estuve a punto de preguntar cuando unos golpes se escucharon en la puerta empezando abrirla. Una mano enguantada apareció, tenía garras y la sangre se veía en la tela blanca. Se estiraba intentando agarrarnos pero retrocede para dejarme ver esos ojos morados; estos eran en rendijas, llenos de un instinto asesino y me miraban directamente. La puerta se azotó de nuevo para chocar con Lolito.

-¿A dónde vamos? Si entra estaremos muertos- Dice Mangel agarrando la mano de su novio

Miré alrededor hasta que vi los grandes ventanales del cuarto, corrí hacia ellos para empezar a golpearlos con mi espada hasta que uno cedió dejándome ver que estábamos a más de 6 metros de altura. El sonido de otro cristal rompiéndose me hizo ver a Staxx a mi lado, la puerta sonó de nuevo para buscar entre mis cosas una cuerda que ate rápidamente en una de las columnas mientras lanzaba el resto viendo que apenas tocaba la hierba, un nuevo golpe se escuchó y el brazo entro junto con un grito desgarrador.

-¡Bajen ya!- Ordene para ver a los demás

Staxx había hecho lo mismo que yo y sin aviso los chicos comenzaron a bajar a toda prisa, la puerta se abrió más y su cara apareció marchada, los caninos eran notorios y su cara ya no demostraba esa bondad que conocí. Cuando me gire, ya estaba solo con Staxx que veía la escena igual que yo. Lo empuje directo al ventanal haciendo que bajara justo cuando la puerta se abrió y esa bestia entro en trote directo hacia mi.

-¡NO! – Grite cuando me lanzó por el ventanal

No sé como me logré agarrar pero la cuerda estaba entre mis manos mientras me retenía de jalón cortando mi palma. Me aferre apretando mis dientes en el dolor que me recorrió para ver como en la otra cuerda, Vegetta estaba suspendido boca abajo. Si tobillo estaba enganchado en la cuerda evitando su caída, estaba inconsciente. Empecé a descender lentamente hasta llegar al pasto donde me agarre la mano viendo caer gotas de sangre en lo verde

-Bajen a Vegetta- Ordene para ver que Luzu y Staxx empezaban a subir por las escaleras del castillo

Alex se me acercó y me puso un pedazo de gasa en mi mano vendándola para detener el sangrado. A los pocos minutos, Luzu llegó cargando a Vegetta que tenía un terrible golpe en la cabeza. Seguía inconsciente pero no sabía por cuanto tiempo. Miré a los chicos angustiados por la situación. Una cosa era segura, si Vegetta despertaba y estaba suelto por el pueblo... Todos morirían sin excepción.

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-Listo- Me dice Mangel saliendo de la jaula donde descansaba Vegetta

Poco después de bajar de su castillo nos fuimos directo a un lugar seguro donde entre Luzu, Rubén y Fargan lograron construir una jaula resistente de metal reforzado donde metimos a Vegetta atado de manos con una cadena de hierro que guardaba entre mis cosas. Mangel había entrado revisando las posibles heridas de Vegetta pero no tenía ninguna. Cuando salió, escuchamos pasos para ver a Merlón profundamente entristecido

-Los Dioses dicen que el héroe Vegetta está hechizado – Nos dice acercándose a la jaula

-Pero... ¿Quién pudo hechizarlo?- Pregunta Quackity asombrado

-Me informaron que fue cosa de un hechizo que le salió mal pero este lo afectó profundamente

-¿Qué tanto?- Pregunto serio

-Le borro la memoria y lo regreso a su estado más puro

-¿Está puro?- Pregunta Lolito curioso

-Vegetta es un Saiyan... De hecho, llegó aquí destruyendo todo cuando era niño... A Heberon le costó poderlo domar y poco a poco educarlo hasta el punto en que lo conocieron pero el hechizo lo regreso hasta a esa época

-¿Qué podemos hacer para recuperarlo?- Pregunta Luzu triste

-Buscare el antídoto para ese hechizo pero aunque se le quite lo malvado tendrán que hacer esfuerzos para regresarlo a la civilización- Con eso Merlón se retira

Me quedé en silencio cuando el sonido de la cadena me distrajo para ver cómo Vegetta estaba lamiendo el suelo, ese era signo de que estaba despertando. Me acerque con calma para meter mi mano entre los barrotes moviendo un poco su cabeza para que no lamiera eso pero al final lo que lamió fue mi herida aún fresca, la sangre salió de la herida y él la lamía gustoso hasta que le retiro la mano viendo como se saboreaba mientras metía mis manos en los bolsillos de mi chaqueta. Suspiré para ver con atención a lo que alguna vez fue mi mejor amigo, hermano y... 

Amor y MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora