Alice |Twilight|

18

Lyra

Sentado sobre el Mustang de Edward estaba el vampiro favorito de todos. Ares se veía relajado, como si fuera mejor amigo de los Cullen. Cuando todos los rodeamos se quita las gafas mostrando sus rojos ojos.

"Tengo una propuesta de paz" Dice sacando un pañuelo blanco de su chaqueta "Como mi niña sale con una de los suyos, debemos llevarnos bien"

Los Cullen parecen pensar un poco sus palabras, tenía razón. Si con Alice seguimos juntas, deberían llevarse bien con Ares. El cual sonreía triunfador por el silencio generado.

"Bien, pero nosotros somos vegetarianos" Habla Rosalie por la familia "Si vas a beber sangre, debes hacerlo en otro lado, para no levantar sospechas"

"Eso he estado haciendo dulzura" Ares salta frente a Rosalie quien no se inmuta "Con su permiso, escoltaré a Lyli a su trabajo"

Paso su brazo por sobre mi hombro para comenzar a caminar a mi auto. Gire a ver a los demás, saludándolos con la mano. Alice me veía con una sonrisa burlona, me tiro un beso antes de subir al descapotable de Rosalie.

Ares caminaba adorando la atención que tenía de los alumnos, a veces lo odiaba. Mi humilde auto nos esperaba para darle fin a mi tortura. Al parecer Ares ya había estado aquí, el auto se encontraba sospechosamente limpio.

"Eres un cerdo" Hablo cuando noto mi mirada.

"Me da miedo como puedes robar autos" Arranco el motor para ir directo al trabajo.

|-°><°-|

El viaje a biología era muy tedioso. Amaba la biología, pero no quería pasar toda la mañana congelándome en un invernadero. Lo único bueno es que podría sentarme con Alice.

Ares me abandono en cuanto supo lo de los lobos, al parecer no quería problemas y se mantendría un poco alejado. Los hombres lobos, si existían, tenía razón. Pertenecían a la reserva y custodiaban de que los Cullen no maten personas.

Era increíble como un pueblo como Forks tenga habitando en las criaturas tan extraordinarias. Mi propósito ahora era conocer a los malditos hombre lobos. Visitaría la playa La Push, tal vez tenga suerte.

Veía a Bella tensa luego del accidente. Al parecer tenía sospechas por el descuido de Edward. Rosalie estuvo quejándose durante horas con nosotros por la impulsividad del vampiro. Le pregunté a este porque lo hizo, si era idiota o algo, solo respondió que no se pudo controlar.

Jasper decía que la chica sentía miedo al estar mucho tiempo viéndonos, tal vez ya sepa que son. Intente no darle importancia, pero si ella se enteraba los Cullen se irían del pueblo. El rubio dijo que no tendrían problema de llevarnos a mí y a Ares.

"No te preocupes, no pasará nada malo" La vidente beso mi mejilla para calmarme.

"Confiaré en tu don" Respondo con una gran sonrisa.

Con la vampira aún no habíamos nombrado nuestra relación. Salíamos a citas, nos besábamos, hasta usábamos ropa a juego. Temía que si le preguntara la asustara, que iba muy rápido o que la presionaba a decir públicamente su sexualidad.

Las anteriores chicas siempre decían que lo mejor era algo sin nombre, para sí nos descubrían poder negarlo. Todas estaban en el closet, fingían ser heterosexuales, o tal vez lo eran. Una en específico se espantó cuando le dije si quería ser mi pareja, dijo que todo era un tonteo que no era serio.

Supongo que le tengo miedo a la reacción de Alice por esto, tal vez solo estaba pasando el rato. Jasper me reto por esto, pero no podía evitarlo. Prefería cuidar mi corazón hasta que ella decida qué hacer con él.

El invernadero era bonito, tenía muchas flores y algunos helechos. Tome muchas fotos para enviárselas a Ares, no lo veía desde lo de los lobos. Los mensajes y llamadas se volvieron algo constante entre nosotros.

Note que Edward fue a hablar con Bella más adelante. Sí que era idiota, el plan era que se alejara, no que se hiciera su amigo. Rosalie lo mataría cuando se entere y yo no iba a detenerla. Debíamos alejar a Bella de los vampiros si no queríamos problemas.

No sabíamos como reaccionaria, si se asustaría y le diría a todos o si quisiera chantajearlos. En los dos casos los Cullen huirían. Aunque Bella parecía más del tipo que lee libros de vampiros y hombres lobos, tal vez y quiera volverse uno.

Alice me arrastraba de un lado a otro viendo todo. Mi rubio amigo se reía a mis espaldas mientras nos seguía de cerca, seguía diciendo que mi olor tranquilizaba su sed. No lo habíamos probado con los otros, pero Ares siempre dio mi sangre, lograba llenarlo por meses.

No veo la hora de ser una vampira y saber a que se refieren con la sed. Me gustaría poner a prueba mi autocontrol. Además ya quiero saber si tendré algún don.

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