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Todos estaban confundidos, pues era demasiado extraño que el Invencible Mikey se acercara a una niña, pues casi siempre estaba solo o acompañado de chicos que sabían pelear.

Lo veían ir a la escuela primaria 8 por la tarde y reunirse con una niña de su edad, juntos caminaban hacia casa y nadie entendía porqué alguien tan genial como Mikey se acercaba a alguien tan inofensiva como esa pequeña.
"Quizá vio algo en ella que nadie ve"

Es lo que solían murmurár entre ellos pero nadie entendía la razón y mucho menos sus ex abusadores, pero sin duda no se volverían a meter con ella.

Por su parte, ambos niños la pasaban bien, siempre que se juntaban reían, compraban dulces, hacían carreras en donde siempre ganaba Mikey, a veces tocaban las puertas y los timbres de otras casas y se echaban a correr mientras reían, molestaban transeúntes y en resumen, eran felices.
Y en lo de molestar transeúntes en realidad solo era trabajo de Mikey, Tetsu solo reía e intentaba evitarlo pero era algo imposible.

- Eres muy abusivo, Mikey - habló ella riendo bajito

- No es verdad, los verás normal pero son engreídos con su disque fuerza y también se meten con personas como tú Tetsu, inocentes - explicó

- ¿Y cómo es que lo sabes? - preguntó curiosa mientras seguían su camino

- Mis amigos siempre me hablan sobre esos tipos, Baji y Haruchiyo, un día te los presentaré - sonrió

- ¿Y les agradaré? - cuestionó tímida

- Seguro que sí, no te preocupes - dijo tomando su mano y llevándola consiguió casi corriendo a su casa
- Mañana ven a mi casa, no, te llevaré a mi casa para que los conozcas - dijo sonriendo

- Oh, bueno, le comentaré a mi madre para que no se preocupe - copió su gesto

-Bueno, hasta mañana Tetsu - dijo al soltarla y darle la paleta extra que compró, después la pequeña entró a su casa, luego de eso Mikey fue a su casa donde Draken lo esperaba.

- Vaya, por fin llegas, dijiste que hoy nos reuniríamos después de la escuela Mikey -

- Lo sé, me quedé hablando con una amiga - dijo mientras entraba a su casa con su amigo detrás de él

- ¿Amiga? ¿Desde cuándo te acercas a las niñas? - preguntó algo sorprendido

- Te cuento mañana, por cierto, mañana también ven - dijo sonriéndole, acto que lo hizo recibir una mirada extrañada de su amigo.

[🔹🔹🔹]

Después de terminar sus deberes, cerró sus cuadernos y sigilosa salió de su habitación, al acercarse a las escaleras escuchó el sonido de la TV encendida, bajó sin prisa y fue hacia la cocina donde se encontraba sus madre haciendo la cena de hoy.

- Hola mamá - saludó con calma

- Hola cielo, ¿ya acabaste tu tarea? - la volteó a ver

- Sí, eh..., bueno te venía a decir que si mañana puedo ir a la casa de Mikey, me invitó para que conociera a sus otros amigos - jugaba con sus manos detrás de su espalda, nerviosa

- Oh, emm... -

- Sería después de la escuela - agregó

- Sí, está bien aunque también me gustaría conocer a tu amigo, traelo un día a casa - dijo con una dulce sonrisa

- Entonces, ¿sí puedo ir? - preguntó

- Sí, pero te quiero aquí antes de la cena - indicó

- De acuerdo, gracias mamá - habló ya sin timidez y hasta cierto punto feliz

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