RUN2U ;; SI CHENG [FALLING INTO YOUR SMILE]

09

YU HABÍA LLEGADO A CASA EN EL AUTO DE CHENG MIENTRAS QUE EL SILENCIO QUE SE HABÍA FORMADO ERA INCÓMODO y la música había sido la única opción para poder ignorarlo un poco, sobre todo porque que el beso que se habían dado había sido completamente opacado por el problema con el cachorro que se había entregado profundamente a Yu, quién probablemente seguiría llorando y eso le tenía mal.

–Yu, yo...–Cheng mordió su labio inferior mirando el volante– no pretendía que esto sucediera...

–Oh, no pasa nada–sonrió volteando a verlo– lo pase muy bien...

Y no mentía, nunca se había sentido tan llena como esa noche, rodeada de perros y en compañía de quién menos esperaba, pero, nunca pensó que sería extremadamente doloroso tener que dejar a un cachorro de esa manera... sobre todo porque haberse visto reflejada en el pequeño ser por unos segundos había sido de lo más doloroso. 

Cheng decidió pasar una mano por su mejilla y la chica acostó su rostro en su palma, sus ojos brillaban bajo las luces artificiales de fuera de la casa amenazando que en cualquier momento dejarían caer un mar de lágrimas, sin embargo, el corazón del contrario estaba estrujado con preocupación.

–No tienes que mentirme...–comentó con una sonrisa suave– no debes hacerte la dura conmigo, no por hoy y no por esta noche.

–No estoy mintiendo...–se excusó mirando a otro lado– en serio lo pase bien, me gusto ir a ese lugar.

–¿No quieres hablar de eso? –buscó su mirada– Yu, mírame por favor... 

Yu ignoró su petición, sintiéndose levemente desprotegida y desnuda, sobre todo, porque nunca había sido tan abierta con sus sentimientos o problemas.

–No es necesario que lo hables, puedes simplemente llorar...–volvió a hablar, bajándole a la música del auto– se que nuestros equipos dependen de nosotros y es nuestro deber ser fuertes.. pero, también necesitamos llorar y expresarnos, seguimos siendo personas con corazones latientes y pensamientos, ¿no lo crees?

Zhang suspiró y le abrazó, escondiendo su cabeza en su pecho dejándose llevar por sus sentimientos, llorando a viva voz mientras que Cheng la apegó a su cuerpo, soltando con cuidado los cinturones de seguridad para poder estar más cerca, acariciando su espalda y hundiendo su nariz en su cabello para olfatear el aroma a fresas que ella desprendía, sintiéndose levemente impotente porque nadie merecía llorar de esa forma, mucho menos ella. Los minutos habían pasado hasta casi convertirse en una hora y media, donde el llanto fue cesando hasta quedar en simples hipos.

–Creo que ya es hora de que me vaya– comentó separándose y secando su rostro– ¿me veo horrible, no?

–Mmmm...–el encendió las luces del auto simplemente para ser juguetón y subirle los ánimos– nop, ahora si pareces un pecesito.

–Yah–sus labios se abultaron en un puchero y bajó el espejo del copiloto, revisando su maquillaje y apenas se vio reflejada, Cheng volvió a subirlo– hey, ¿qué haces?–lo volteó a ver con una ceja en alto.

–Estás bonita, incluso, llorando eres bonita...–admitió mirándola– ahora, ve a descansar, mañana hablaremos.

–Esta bien–sonrió besando su mejilla– gracias por esta noche...buenas noches–soltó antes de bajar e irse a la puerta de la casa.

 HABÍA CONDUCIDO DE VUELTA A LA CAFETERÍA, MIRANDO LA HORA CON UNA MUECA DE IRRITACIÓN, SIMPLEMENTE tener que volver a escuchar a un cachorro llorar no era precisamente como le gustaría pasar su noche y al llegar, agradeció ver a una chica con una caja en sus manos y una pequeña mochila en su hombro, por lo que, estacionó el auto junto a ella.

–He vuelto–comentó bajando la ventana– ¿ese es el perro, no?

–Gracias a dios– sonrió la chica acercándose al auto– no ha dejado de llorar, ahora se ha quedado sin mucha voz... –suspiró– lamento esto, nunca nos había sucedido y eso que somos una cadena de cafés grande.

–No pasa nada–carraspeó– ¿tiene nombre?

–Realmente le pusimos nieve porque realmente es un siberiano pero pueden cambiarlo– sonrió dandole la caja, la cual, Cheng dejó en el asiento del copiloto, donde el pequeño cachorro dejó de llorar y comenzó a olfatear el asiento luego de levantarse de la manta– dentro de esta mochila hay algunas cosas del pequeño, entre esos, su ficha del veterinario–sonrió entregándole la mochila de Paw Patrol– una de mis compañeras llenó la mochila de cosas, cuídenlo demasiado.

–Gracias–sonrió– ¿necesitas que te lleve?

–Oh no, mi novio está por llegar– sonrió ella– ve a casa, el pequeño necesita descansar.

Cheng asintió y subió la ventana para conducir de vuelta a la base de ZGDX, mirando de reojo como el pequeño perrito lamía el asiento y lloraba un poco, y al darse cuenta de lo que hacía, quitó su chaqueta para ponerla sobre el pequeño can, el cual al olfatearlo y notar el fuerte aroma de la fémina, soltó un ruidito de satisfacción junto a un bostezo sonoro, acomodándose para poder dormir.

–Realmente tienes suerte que ambos estemos del mismo lado–le comentó al cachorro– sobre todo, porque has hecho una buena elección... ella es genial.

El camino a casa fue silencioso, pero a Cheng no le molestaba en lo absoluto, no cuando sabía que con aquel gesto podía hacerla realmente feliz.