Prohibición (Cap 7)/Reescrito

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•Ya era más de la media tarde, no faltaba mucho para que anocheciera en la ciudad, Espresso y 5 chicos mostrando una expresión fría y siniestra sentados en sillas diferentes enfrente de la directora, Esta solo anotaba un par de cosas en su libreta, recorrió su asiento que soltó un molesto crujido de la silla arrastrando contra el suelo, Espresso entrecerró los ojos del temor al escuchar aquel sonido, La directora se levantó amenazante sosteniendo una regla en una de sus manos, observando a los 6 chicos, claramente entre ellos Espresso.
Este quería salir de esa horrible y tenebrosa sala para de inmediato ir a ver como se encontraba su amado Licorice.
Movía las piernas y mordía sus uñas con desesperación hasta que finalmente la directora comenzó a hablar.

-Si ustedes 5 creen que los dejaré ir de esta sala como si nada hubiera ocurrido a seguir con sus clases, están muy equivocados.
Agredieron físicamente al punto de casi matar a uno de sus compañeros de clase, incluyendo a Espresso.

¿¡SE DAN CUENTA LO QUE HICIERON!? -gritó la directora con una notable furia.

•Los 5 se quedaron con la misma expresión seria, no decían nada al escuchar los regaños de la directora y solamente expresando vergüenza.

Mientras Espresso cubría su cara con ambas manos, sintiendo cierta incomodidad.

-Tomaré cartas sobre el asunto y mandaré a llamar a sus padres.

Espresso, puedes irte.

Y ustedes se quedarán aquí toda la tarde para que piensen en los daños que hicieron, una disculpa no va a bastar.

•Espresso se levantó rápidamente del asiento y salió corriendo directamente a la enfermería.
Tocaba desesperado la puerta hasta que por fin una enfermera abrió esta.

-¡¿Licorice se encuentra bien?!- Dijo Espresso con una gran preocupación

-Sus defensas están algo bajas, pero puede irse a clases de nuevo tranquilamente.-

•El de café entró a ver cómo estaba su mejor amigo, lo vió en buen estado sentado en una camilla con un par de vendas encima.
Este se dirigió hasta el para abrazarlo cuidadosamente, asegurándose de no provocar más heridas en su delicado cuerpo.

Licorice sonreía con confianza, tener cerca a Espresso lo reconfortaba bastante.

•Quedaban todavía un par de horas hasta que comenzara el descanso, aprovecharon y rápidamente fueron a la última clase.
Al entrar al salón juntos, los demás alumnos los observaban con miedo y confusión, claramente debido a las vendas y cicatrices que tenían en el cuerpo.
Se sentaron en sus lugares con cierta inquietud.
Espresso se aguantaba las ganas de platicar toda hora con Licorice.
Pasaba el tiempo demasiado lento para ambos, sentían la misma inquietud y mala vibra de aquel salón de clases en dónde sabían que alguien o algunos los miraban.

Al tocar el timbre para el receso, los parlantes de la dirección sonaron.

📢: -Los estudiantes Licorice y Espresso favor de reportarse en dirección ahora.-

obviamente a ambos se les heló la sangre, se miraron sin decir nada y caminaron juntos con temor hasta la oficina de la directora.

-¿Nos llamó señora Directora..?-

-Sientense muchachos, tenemos que hablar.-

* ambos obedecieron y se sentaron en dos sillas enfrente del escritorio *

-Debido a los acontecimientos que surgieron estos últimos días les pido de antemano una disculpa por los inconvenientes, a los 5 chicos se les fué enviados a detención unos días, no podemos contar nada de lo sucedido a los padres para no dañar más la reputación, por lo tanto quería pedirles el favor de igualmente no decir nada a su familia para evitar más conflictos..
¿Están de acuerdo?-

•Licorice se quedó cabizbajo, intentaba procesar todo lo que pasó y digerir esas horribles palabras, ¿Le importa más la "reputación" de este asqueroso internado que el bienestar de sus propios estudiantes?

Mientras tanto Espresso intentaba tomárselo más a la ligera, tomó de la mano a Licorice bajo el escritorio y respiró profundamente, para el quizás si sería lo mejor olvidarse de todo el asunto, probablemente habría más y más bravucones que los molestaran pero no abandonaría el internado, siendo Licorice su única razón, (aparte de otros problemas en el pasado).

-Solo un pequeño detalle más..-

* Espresso y Licorice regresaron su mirada a la directora. *

-Por el bien de ustedes me gustaría pedirles que dejaran de estar juntos por el tiempo que están dentro del internado, esto para evitar más conflictos, los fines de semana que no estén aquí pueden hacer lo que quieran, pero estando dentro los quiero ver separados, entendido?-

-Usted no puede entrometerse en algo como eso, se supone que solo se preocupan por el bienestar académico..- Dijo Espresso frunciendo el ceño y cruzando los brazos.-

-Lo sé joven Espresso, pero no quiero que su amistad perjudique a sus calificaciones y convivencia con otros estudiantes, solo les pido esos pequeños favores y todo volverá a la normalidad, si?-

•Espresso se levantó molesto del asiento y se retiró de la dirección, Licorice se asustó por haberse quedado solo y se levantó, hizo una pequeña reverencia y fué detrás de su amigo.

-No puedo creer que nos estén obligando a separarnos por algo tan tonto, ni siquiera somos malos estudiantes y los del problema son los bravucones..!-

-Lo sé Espresso,, pero ¿Que más podemos hacer?-

-No dejaré que nos separen por un problema que no es nuestro, sabes que nunca te dejaría solo.-

Esas hermosas palabras le llegaron al corazón de Licorice, casi comenzaba a llorar de la felicidad y enseguida abrazó a Espresso, las ganas de besarlo ahí mismo lo consumían.
Sonrió con un leve sonrojo en la cara por unos segundos, sabía que después de eso la misma directora les asignaría habitaciones separadas, antes que eso pasara rápidamente tomó a Espresso de la muñeca para comenzar a correr hasta su cuarto, cerró con llave y enseguida, tomando por sorpresa a Espresso lo comenzó a besar apasionadamente sin siquiera dejarlo respirar, frotaba su cuerpo encima de él.
Sus corazones palpitaban fuertemente, aprovechando cada segundo juntos, disfrutando del cuerpo de el otro mutuamente. Tanto Licorice cómo Espresso sentían cierta atracción y felicidad, haciéndolos dejarse llevar por leves jadeos.

Por un largo rato fué todo muy lindo, hasta que finalmente escucharon que alguien llamaba a la puerta, Licorice se apresuró a acomodarse la ropa y abrir la puerta como si nada hubiera sucedido.

-Caballeros, tengo que retirar a uno de ustedes a una habitación diferente, si me lo permiten les daré tiempo suficiente para guardar sus cosas para el cambio de cuarto.- Aquel supervisor se retiró del lugar.-

•Espresso todavía se encontraba algo agitado y confundido, miraba como Licorice empacaba sus cosas para salir, había Sido un momento muy especial ya que sería la última vez que se verían en aquel internado.

El de café se levantó a cerrar nuevamente la puerta, se dirigió hacía su amado y lo abrazó por la espalda, casi comenzando a llorar.

Lico igualmente sintió la angustia de su contrario, correspondiendo a su abrazo, dándole un beso en la mejilla y siguiendo con su deber. No tardó mucho en acabar cuando se despidió de su "mejor amigo", o quizás amante.

Al salir de aquella habitación, el supervisor fué a parar con el para indicarle su nueva habitación.

Habitación 26-D

•Al entrar a aquella recamara, lo primero que vio en la cama derecha fué a Red Velvet.

.°•=*Café De Regaliz*=°•. [[Fanfic Licorice x Espresso]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora