𝗗𝗮𝘆𝗱𝗿𝗲𝗮𝗺𝗶𝗻𝗴 | Spreen

𝖼𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋 𝗌𝗂𝗑

El arte del "intentar".

O la filosofía, no lo sé. Pero Carly estaba decidida a intentar.

Después de recibir un pequeño pero efectivo golpe de realidad por parte de su hermano, finalmente dio el primer paso necesario para salir del interminable ciclo de huir de todo tipo de vínculo emocional. Aunque pueda parecer sencillo el hecho de enviar un mensaje, no lo es en absoluto para aquellos que tienen un apego evitativo.

Sin embargo, sí logró identificarse gracias a esa experiencia y fue capaz de entender que necesitaba ayuda. Como resultado, decidió tener una conversación franca y honesta con sus padres al día siguiente, la cual resultó ser bastante interesante y provechosa.

— Me llena de orgullo que desees mejorar, hija. Tomar la decisión de buscar ayuda es muy valiente.

— Gracias por confiar en nosotros y compartirnos tu situación. Siempre estaremos aquí para apoyarte en todo lo que necesites, mi niña. No estás sola.

Las palabras de sus padres conmovieron a la joven hasta hacerla llorar de felicidad. Los tres se fundieron en un cálido abrazo lleno de amor.

Y ni hablar de lo sentimental que se puso cuando le contó a su mejor amiga.

— Querida, no tienes nada de que disculparte. Solo buscabas el momento perfecto para contarme lo que sentías, y eso está bien. Te apoyaré y te querré de cualquier forma. Como siempre en las buenas y en las malas.

Sabía que el camino hacia la recuperación sería largo y difícil, pero también sabía que, con perseverancia y un amor propio fuerte, lograría superarlo.

Contaba con el apoyo de sus padres, su familia, su mejor amiga...

Y cierto pelinegro que le ha brindado tal confianza como para contarle sus problemas.

No estaba sola.

— Romantizar mi vida mientras como torta y bebo café siempre será opción.

Se encontraba stremeando fuera de su casa, específicamente, en una cafetería a unos metros de su vecindario.

Así es, gente, Carly salió de su casa.

— Vainación, ¿Cómo es que no había venido aquí antes? Es lo mejor.