Capitulo 1

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Son las 7 de la mañana y aun no termino de alistarme para la escuela, lo que significa que, si en 30 minutos no estoy cambiada, maquillada y en la estación de bus, llegare tarde a mi primer día de escuela, bueno al segundo en realidad. El vuelo de regreso de las vacaciones con mis padres, se retrasó, así que recién llegamos ayer en la tarde.

Trato de confiar en mi buen gusto mental que he estado teniendo últimamente y me pongo lo que mi cabeza había creado hace unos segundos, encuentro mi falda a cuadros en mi armario, saco un top manga cortas negro y mis botines negros que amo con mi vida. Al terminar de vestirme, agradezco a los dioses de la moda y de la vida por hacer que me quede bien este outfit, me maquillo ligeramente y tomo mi mochila. Bajo rápido y veo en la mesa de la cocina un vaso con jugo de naranja y un emparedado de queso con una notita de mi madre diciendo que disfrute mi desayuno y tenga buena suerte en mi primer día.

Pongo el jugo en una botella y la meto en mi mochila junto al emparedado y salgo de casa, la verdad es que mis padres son unas personas muy dulces y buenas, a pesar de no estar mucho en casa, ellos se encargan de demostrarme siempre cuanto me aman. Por eso no están tan tristes de que vaya a la universidad, ya que me hicieron prometerles que vendría todos los fines de semana.

Llego justo cuando el autobús llega, espero mi turno y subo viendo todos los asientos llenos, y esa es la gran desventaja de ir en autobús. Unos 15 minutos después llego a la escuela, bajo y veo a muchas caras nuevas caminando hacia dentro del gran edificio. Busco en mi celular la hora de mi primera clase y me doy un golpe mental al ver que inicia 8:15 y no a las 8 como creía, con pereza y enojo me dirijo hacia el jardín de la escuela para poder desayunar mientras continuo mi lectura diaria. Justo cuando termino mi emparedado de queso siento una presencia sentarse a mi lado.

-¿Qué haces?- pregunta mi mejor amiga, ella es una de las chicas más populares de la escuela, pero además de ser hermosa, ella destaca por ser muy sociable con todos. Darla es una chica muy dulce, aunque no siempre lo demuestra, suele ser demasiado graciosa y eso es lo que más me gusta de ella, eso y que cuando estoy con ella no me preocupo por ser yo misma.

- Estaba por hacer unas piruetas – digo con sarcasmo y rio al ver su mirada fulminante, guardo mi libro en mi mochila al mismo tiempo que ella se pone de pie.

-Perdón por molestarte con mi amistad- dice fingiendo indignación lo cual me hace reír aún más.

-Claro, luego la dramática soy yo- ambas reímos mientras me pongo de pie.

Ella y yo somos muy diferentes, en muchísimos aspectos. Ella es hermosa, con su cabello liso y negro como el carbón, le gusta usar ropa holgada y súper cómoda. En cambio, yo tengo el cabello castaño con unas hondas que a veces no sé cómo controlar y prefiero usar ropa pegada y de colores claros. Físicamente y en gustos somos polos opuestos, pero eso es algo bueno ya que hace que cada día aprendamos una de la otra.

Caminamos por los pasillos y ella me ayuda encontrar mi nuevo casillero ya que debía instalarme antes de que empezaran las clases.

- ¿Ya le echaste ojo a algún nuevo? -Darla pregunta sacando un chicle de su bolsillo y comiéndolo, rio ante su pregunta mientras tomo un poco de mi jugo.

- Aun no, acabo de llegar- hago puchero- pero supongo que tú ya debes de haber hecho muchísimos amigos.

-Pues sí, obvio - Darla ríe y continua- Además en mi clase hay uno nuevo, no recuerdo su nombre, pero créeme el parece sacado de una revista- rio ante su comentario mientras cierro mi casillero. Antes de poder contestarle un chico se acerca a nosotras.

Era alto y muy guapo, tenía el cabello castaño y unos ojos azules hermosos. Era demasiado guapo, que las chicas que pasaron por el pasillo lo miraron sin disimulo, pero el pareció no notarlo o no importarle.

Mi primer amorWhere stories live. Discover now