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Dicen que una persona puede morir de corazón roto, yo lo creía una mentira, pero cuando estas al borde de apagarte y no sentir nada, te das cuenta que tu corazón ya esta en el suelo.

¿Quienes son los culpables? ¿El que deja su corazón descuidadamente en manos equivocadas, o el que lo rompe?

Siempre me hicieron creer que era mi culpa y seguramente la gran parte lo fue, lastimar a la gente sin darme cuenta ya se volvió un habito.
Todos se fijan en el daño que cause, pero no en el que me causaron. Todos se fijan en sus problemas pero ¿Y yo? ¿Quien se preocupa por mi? Nadie. Como siempre.

Somos sadicos, y no sabemos cuidar.
Somos crueles y no sabemos pensar.
Estamos rotos y no sabemos sanar.

Mil veces me repetí en el espejo que yo no era la causantes de todos tus males, pero nunca me lo creí.

Aprendemos a fingir ser felices sin nunca haberlo experimentado.
Pero no sabemos lidiar con nuestros problemas y por eso abandonamos.

Adornamos nuestra vida con recuerdos buscando ser felices, pero nunca estamos satisfechos.

Los malos tratos se hacen hábito, y por mas mensajes que lleguen, no encuentro sacarme el gusto amargo.
Un poco de dulce le haría bien a mi vida, pero la ultima vez que probé esa droga casi me condena de por vida.

Detesto los mensajes de personas. Detesto a las personas.
No se porque siento que todos son felices menos yo, porque todos saben cual es su motivo pero yo no.

Dicen que las palabras se las lleva el viento, pero todavía me acuerdo esas mentiras en mi cabeza rondando una y mil veces.
Yo no sé sentir, no sé amar y no sé perdonar. Aun que digan que el rencor nunca es bueno, es difícil olvidarlo todo.

Cuando nos olvidemos quienes somos, recordemos de donde venimos.
Y si no, quedémonos con lo lindo.

¿Qué somos? Como nos duele tratar de ser felices.

Me hicieron sentir una mierda la mayor parte de tiempo, siento que molesto con mi propia existencia.
No sé que es ser suficiente, pero me encantaría tratar de serlo.

Ultimamente siento que no te importo, y quizás mi intensidad te alejo más de lo que imaginaba.
No buscaba evadir tu espacio personal, pero mi inseguridad lo hizo.

Es más fácil escribir lo que siento que decírtelo aún sabiendo que no te va a importar como estoy.

Hasta que deje de dolerWhere stories live. Discover now