Escucho voces todo el tiempo y no son mías.

998 119 13
                                    

Tener un amigo imaginario no es algo inusual para los niños como Will Byers; que a su temprana edad de trece años se consideraba a sí mismo como una de las personas más solitarias que existía no sólo en este pequeño pueblo, sino en el mundo entero.

Con mucha suerte había conseguido hacer cuatro mejores amigos a los que apreciaba su compañía tanto como la de su madre y su hermano, qué siempre hacían todo lo posible por hacerlo sentir seguro y, básicamente se partían la espalda día y noche con tal de darle una mejor vida en la que él no tuviese que sufrir tanto por su ausencia al estar trabajando.

Will sabía esto perfectamente porqué su madre se lo recordaba siempre al verlo tan triste por ello. Y a pesar de que su manera de distraerse era pasando tiempo en la escuela o jugando con sus amigos, la sensación del vacío volvía a él cada vez que iba a casa y se encontraba con que no había ni una sola alma en ningún lado.

Y no sólo era la soledad física lo que lo aturdía.

Pese a ser tan joven, Will Byers era un chico con muchos secretos y dolores en su vida. Tal vez no sabía demasiado sobre ella, pero reconocía perfectamente qué a diferencia de otras personas que haya conocido antes, él no era un chico normal.

No podía hacer amigos por su cuenta, sus padres estaban divorciados, y la gente no dejaba de hablar a espaldas de él sobre algo que diariamente carcomía su cabeza y no contaba con nadie para poder hablarlo por más que le dijesen que lo amaban y nada iba a cambiar eso.

Simplemente se sentía solo y sin nadie en quién que contar. Pero, para su suerte, así como fue maldecido con el sentimiento de la soledad, también fue bendecido con algo que no muchos poseen la dicha de tener en éste pueblo, y era que Will Byers tenía una imaginación sorprendente. Podía crear personajes, situaciones y escenarios con la misma rapidez con la que podía plasmarlo en un papel sí tenía un lápiz cerca.

Así fue como nació él.

Él no era una persona antes. Más bien, se trataba del subconsciente de Will al que adaptó como sí fuese otra persona totalmente diferente con tal de tranquilizarlo diciéndole todas las cosas que le urgía escuchar cuando no se sentía capaz de recurrir a alguien en busca de ayuda en todas esas ocasiones que la estaba pasando realmente mal. Especialmente, dónde sus padres peleaban y su padre estaba ahí para recordarle todas las cosas malas que que existían en él. Jonathan solía cubrir ese espacio, pero había comenzado a trabajar con tal de ayudar en la casa, y no hubo quién confortará a Will más que la voz que después se convirtió en un amigo imaginario que el chico se dedicó a proporcionarle la historia completa de una vida y una imagen que ahora no podía dejar de ver gracias a su fluida imaginación.

Logró visualizarlo por demasiado tiempo con el más mínimo detalle, y sólo fue cuestión de ver como su estado de ánimo había cambiado a mejor para que los más cercanos a él se dieran cuenta que definitivamente ocurría algo con él que no tardaron mucho en deducir, y tampoco se les hizo extraño considerando que era un chico que fantaseaba mucho.

Jonathan fue quizás la persona más interesada, pues más allá de que su hermano ya fuese demasiado grande para tener un amigo así, le preocupaba mucho el hecho de que Will haya creado una figura imaginaria para ser su confidente cuando existía él y siempre le había demostrado todo su apoyo.

Aunque, se conformaba sabiendo que él no era real, y qué era demasiado estúpido sentir celos por algo que sólo era parte de la imaginación de su hermano.

Con el paso del tiempo, Will creció y su situación pasó a ser preocupante por otras razones. Por ejemplo, porque había comenzado a distanciarse poco a poco de sus amigos, y pasaba horas en el castillo Byers hablando con éste supuesto amigo imaginario. Incluso cuando no estaba en ese lugar y decidía pasarla con sus seres queridos, sólo hacía falta de un segundo sin que alguien le prestara atención y se perdía en su propia cabeza. Se quedaba mirando a la nada, y parecía irse a un lugar más feliz para hablar con alguien sin la necesidad de abrir la boca.

TULPA; «Willcna» «HenWill»Where stories live. Discover now