Capítulo 20

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Ohm no podría estar más aturdido ante esa confesión.

-¿Cómo podrías? No me conoces aún.

-Sí lo hago, intentas y escondes lo que eres, pero lo veo, brilla a través de ti.

Ohm lo miro ceñudo.

-¿Y eso es?

-Que tienes buen corazón.

-No tengo ningún corazón, lo que tengo es un substituto mecánico que bombea la sangre en un cuerpo roto.

Fluke se levanto del sofá.

Ohm se sobresaltó cuando Fluke le tocó. Dios mío, como deseaba besarlo.

Fluke le cogió de la mano e hizo que mirara la habitación.

-Mirian me dijo que incluso algunas veces te duele sentarte, de modo que pensé hacer algunas modificaciones.

Él clavo los ojos en el pequeño sofá nuevo. Era dos veces mayor que el antiguo y se parecía a una camita. Fluke había amontonado algunas almohadas en él. Ohm se sentó y se apoyó contra las almohadas, asombrado de lo bien que se sentía así.

Hasta que Fluke se sentó a su lado. Al instante su cuerpo reaccionó a su cercanía.

-Me matas –susurró Ohm.

-No quiero matarte.– Fluke se inclinó hacia delante y capturó sus labios con los suyos.

Cerrando los ojos, Ohm saboreó el sabor de Fluke. En las últimas dos semanas había hecho poco más que soñar con sus besos.

Soñar con tocarlo.

Fluke recorrió con sus manos su cuerpo, haciéndole arder aun más.

Y al tocar su erección, Ohm maldijo.

- Fluke detente, no puedo hacerte el amor contigo.

Fluke le sonrió dulcemente.

-No hay problema, yo te hago el amor a ti.

Ohm frunció el ceño mientras Fluke comenzaba a desabotonarle la camisa.

Ohm abrió la boca para protestar, pero Fluke bajo la cabeza a su cuello. Siseó al sentir su lengua lamiendo su piel. Y mientras mordía y chupaba su carne, desabrochaba sus pantalones, deslizando la mano debajo, y cogió con su mano su eje hinchado. Con la cabeza ligera, no podría hablar mientras Fluke le acariciaba.

Ohm tembló mientras Fluke dejaba una ardiente huella en su pecho con su boca. Lenta y cuidadosamente. Su caricia le producía ampollas y profundizaba más allá de su piel, tocaba su alma. Con sus ojos entrecerrados, lo observó mientras lamía y mordisqueaba la carne de su estómago, y cuando lo llevó a su boca, pensó que moriría de placer.

Su oscuro cabello estaba derramado en su regazo y enterró la mano en sus suaves rizos. Ohm apretó los dientes mientras su lengua y boca le masajeaban. Fluke a era implacable saboreándole.

¿Por qué hacía esto por él?

~Te amo~

Las palabras le desgarraron, nadie le había dicho nunca eso. Solo Fluke, por su vida no podía entender que había en el que Fluke encontrase amable. O simplemente deseable. El chiquillo estaba loco Pero el le tocaba en un nivel que era difícil de explicar. Un nivel nunca antes tocado. Echando la cabeza hacia atrás contra las almohadas, Ohm gruñó mientras se liberaba dentro de su boca. Aún, Fluke no se apartaba no hasta que el estuvo completamente débil y agotado.

Él clavo los ojos en un Fluke temeroso.

-No puedo creer que hicieras eso por mi.

-Te lo dije, Ohm, te amo y haría cualquier cosa para hacerte feliz.

-Entonces, bésame.

Fluke lo hizo.

Fluke gimió mientras él introducía la mano bajo su camiseta y suavemente apretaba su pecho, reforzando sus brazos a cada lado de él, cuidadosamente se montó a horcajadas asegurándose de no ejercer ninguna presión en su pecho o abdomen, el doctor había sido explícito en las advertencias.

Ohm ahuecó con la mano la parte de atrás de la cabeza de Fluke mientras soltaba su protección.

-Amo la forma en que te sientes entre mis brazos.– susurró contra sus labios.- Amo el modo en que tus mejillas se ruborizan y tus ojos brillan.

La mano de Ohm bajo rozando sus pechos, su estómago plano.

-Y amo el modo en que te ves cuando llegas por mí.

Él le dio una tierna sonrisa.

-Haces que me sienta como un hombre de nuevo Fluke, me curas.

Desvergonzadamente, Fluke se frotó contra Ohm.

Ohm sonrió y lo sujetó cerca de él.

Pasaron el resto del día en la cama, en los brazos del otro, acariciando y siendo acariciados, y hablaron de nada de importancia.

Fue el mejor día de la vida de Ohm, y lo mantuvo abrazado hasta las últimas horas de la mañana por miedo a que finalizara.

ƒire αηd ιсeWhere stories live. Discover now