deux

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—¿Con cuántos alfas te has acostado? ¿Cuántos te han rechazado para que ahora vengas a rogarme a mí?

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—¿Con cuántos alfas te has acostado? ¿Cuántos te han rechazado para que ahora vengas a rogarme a mí?

Heeseung sintió, como lo llamaban en los k-dramas, su corazón romperse. ¿Qué estaba insinuando? ¿Qué era una persona fácil? ¿Qué era un aprovechador?

—N-no- —Fue interrumpido.

—Entonces lárgate, vete, ¡desaparece!

A pesar de que su lobo interior estaba deprimido, echado boca abajo, con las orejas caídas y la cola entre las patas; su parte humana empezó a sentirse resentida, molesta.

—No lo haré, Jeong, te digo la verdad.

—¡Es imposible!

—No lo es, Jeong, no he tenido relación con otras personas, y-yo... —dijo al borde del llanto, quería desahogarse en ese momento, la rabia, la tristeza, todo estaba mezclándose en su interior, deseando salir.

Jeongmin llevó su mano a su frente y masajeó parte de su sien, él parecía más molesto. Se notaba que lo único que deseaba era deshacerse del omega.

—Mira, Heeseung, no me gustas —comentó en tono frío—; nunca me gustaste, he salido con varios omegas solo porque quería un buen polvo, no me interesa si estás embarazado o si quieres que sigamos siendo novios.

Entonces, Lee no pudo aguantar más, y empezó a llorar, no podía quedarse así, ¿qué dirían sus padres? ¿Qué dirían sus amigos? ¿Sus familiares?

—¡Le diré a tus padres! —gritó cegado por el enojo, fue lo único que se le ocurrió, pero aquello enojó más al mayor.

—¿Qué? ¡Estás loco, omega! —respondió levantando su voz.

La discusión de ambos empezó a hacerse más fuerte, llegando a llamar la atención de los dos jóvenes que se encontraban dentro de la casa Park, e incluso de algunos vecinos.

Dentro de la morada, Park Jongseong, junto a su amigo, Shim Jaeyun, miraban todo algo preocupados. No lograban escuchar bien la conversación, sin embargo, tenían miedo de lo que Jeongmin podría causar.

—A ver si entendí, ¿ese chico lindo, es ex de tu hermano? —preguntó Jae mientras veía la ventana.

—Sí, es un hyung mío, tiene dieciocho —respondió Jay, ya despreocupado.

—¿Cómo se llama? ¿Quiere volver con tu hermano?

—No lo sé, es la primera vez que veo que alguien quiere volver con él, estuve casi dos años fuera, tal vez algo cambió.

—Wow, pero te falta responder la primera pregunta —informa Jaeyun.

Jong bufó y negó con la cabeza, no entendía porque su amigo estaba tan interesado por saber que ocurría. Él solo lo estaba haciendo porque sus padres le pidieron que cuidara de su hermano, a pesar de que éste fuera dos años mayor.

Sin duda, Min era muy infantil e irresponsable, tenía diecinueve, pero parecía un niño de siete u ocho años, no se quería hacer cargo de los problemas que causaba y creía que sus acciones no podían causar consecuencias terribles que podían afectar a su familia.

—Su nombre es Heeseung, lo conozco porque era compañero de Jeongmin y llegó a salir con él cuando estaba en Estados Unidos, me caía muy bien —comenta con intenciones de volver a lo que estaba haciendo antes de que llegara la visita inesperada; a pesar de que su hermano estaba armando un escándalo con ese omega, quería creer que Min no era tan tonto como para hacer algo más.

Vio a su amigo seguir observando desde la ventana—. Vaya que es un chismoso —murmuró bajo.

Por su parte, Jae sentía una sensación rara en su estómago, y su lobo estaba en alerta, ambos sentían que en cualquier momento, aquella conversación —que parecía más una discusión— empeoraría y llegaría a ocurrir algo grave en ella.

Algo que le resultaba raro, tal vez era porque uno de los implicados era su mejor amigo, o tal vez porque el otro era omega, pero nunca antes se había visto interesado en intervenir en alguna discusión ajena, pues, al fin y al cabo, a él no le afectaba.

Suspiró, debería ir con Jay para terminar su tarea, no obstante, para el momento que estaba a punto de volver a lo suyo, observó como Jeongmin abofeteaba sin piedad al menor. Entonces, él sin pensarlo, salió de la casa, Jong al verlo, se sorprendió, así que, fue tras su compañero de clase, curioso por su repentino actuar.

—¿Ahora ya no ladras? ¡Já! Debí suponerlo —dice el mayor de todos, iba a propinar otro golpe al chico con aroma a chocolate, pero la figura de Shim intervino.

—Pero que mierda... —murmura con molestia Min al ver a Jae frente a él, protegiendo a Heeseung.

Jay observó todo y no podía creer todos los problemas que esto causaría, sin duda sus vecinos le dirían a sus padres si él quisiera ocultarlo.

Jeong empezó a soltar feromonas con la intención de intimidar a los menores, sin embargo, el único que se doblegó fue Lee. Pues Shim era un alfa puro y a Jongseong no le afectaba al ser un alfa acostumbrado al aroma.

—¿Por qué haces esto? —consultó Yun a su mejor amigo, éste solo bufó al ver que su propósito no se cumplió al cien.

El Park mayor frunció su ceño molesto, rascó su cuero cabelludo con desesperación y decidió intentar mover a su amigo del camino.

Al ver que el contrario no tenía intenciones de moverse, estuvo a punto de golpearlo para que se echara para un lado, pero Jay decidió intervenir.

—Creo que es hora que entres —le dijo.

—No, mierda, ¡tengo asuntos que conversar con él! —exclama Min.

—¿A esto le llamas conversar? —preguntó, con fastidio, Jake.

—Digo lo mismo que él, Jeong, estás alterado, entra y cálmate —pidió Jay, para posteriormente empujar a su hermano adentro de casa, éste se marchó a regañadientes.

Jae pudo respirar con tranquilidad al ver que Jeongmin se había ido, suspiró y decidió dar media vuelta para poder observar al omega que había estado discutiendo con Park, por sus feromonas pudo confirmar que estaba alterado, sin embargo, al verlo la pena lo inundó.

Heeseung se encontraba hipando, mientras intentaba recobrar la compostura, sus ojitos estaban rojos y lágrimas no dejaban de salir de ellos.

Heeseung se encontraba hipando, mientras intentaba recobrar la compostura, sus ojitos estaban rojos y lágrimas no dejaban de salir de ellos

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APAREZCO. Ujum. ¡Hola! ¿Qué tal? No sé si aún hay personitas que lean esta historia, pero aquí la actualización. Iba a ya casi un año desde que no lo actualizaba, que pena-

No obstante, intenté hacer el capítulo un tanto más largo en recompensa. Volveré a tomar con fuerza esta historia, así que posiblemente la próxima semana, o tal vez en menos tiempo, traiga otro capítulo.

Disculpen si está algo cutre, o si hay fallas, estoy retomando la escritura después de un buen tiempo. En sí, nunca fui experta escribiendo, pero lo había estado intentando.

𝖫𝖾𝖼𝗁𝖾 𝗒 𝗰𝗵𝗼𝗰𝗼𝗹𝗮𝘁𝗲Where stories live. Discover now