𝗙𝗼𝘂𝗿.

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- ¡¿Bakugo?! - gritó espantado Kirishima, no detectó tan cerca el olor de el cenizo, ¿Había aprendido a "controlarlo"?

- Cállate, Kirishima. - el rubio lo empujaba hacia atrás hasta su cama, tratando de acercar sus caras, y así lograr un beso.

- ¡Espera! Bakugo, no podemos hacer eso. - detuvo con sus manos a su amigo tomando su cintura, la piel ardía aún por encima de la camisa sin mangas que tenía el cenizo.

- ¿Por qué? Me gustas y te gusto, no es muy difícil. - la voz del chico era amortiguada y suave, parecía que apenas y podía pensar, y sus movimientos eran torpes y lentos, nublados por el calor del celo.

- ¡Pero-!

- ¿No te gusto? - los ojos rubíes se encajaron en los suyos, acuosos y lindos, que lo miraban esperando.

- Ah, s-si...- respondió con total sinceridad, si no llegaban a nada, Bakugo lo olvidaría al día siguiente ya que se veía muy sumergido en su calor.

- Entonces podemos... - ambos torsos se apretaron uno contra otro, fuertemente y Bakugo rodeo con sus brazos los hombros y nuca de Kirishima para atraerlo hacia el.

El contacto fue tan dulce y sincero que Eijiro estuvo a punto de llorar, movían sus labios de manera torpe y calmada...con amor.
Bakugo le acarició el rojo cabello, y el rodeo con sus brazos su cintura y espalda, ¿Eso era real? Colapsaría si despertara en su cama en ese momento,.

Acarició la espalda del otro alpha, sonriendo entre en beso por pequeños temblores que provocaban sus manos.
Se habían quedado quietos en medio de la habitación y solo se besaban tranquilamente, parecía que ambos se habían calmado por el simple echo de estar juntos.

Bakugo gustaba de el.

¡Bakugo gustaba de el!

Eso era lo mejor que había escuchado desde que se enteró que venderian carne asada en la cafetería.
Estaba a reventar de felicidad y con ganas de gritarle un montón de cursilerías al hombre que tenía enfrente.

Pero su celo seguia ahí, y estaba respondiendo más que animado a los roces y estimulaciones que recibía por parte del rubio.
Ambas pelvis se frotaban entre si estando de pie, y cuando Kirishima notó eso, el beso se puso cada vez más húmedo hasta ser una batalla de lenguas que ambos llevaban reñida.

El sabor de la sangre ya estaba implementado desde el momento 1, ya que los dientes de Kirishima podían cortar sus labios o lenguas, pero a ninguno le molestaba realmente.

Hasta dar con la cama en la cual cayó el pelirrojo abajo, y así Katsuki siguió con su movimiento constante de caderas para recibir más placer aún con la ropa puesta.
Los gemidos y jadeos inundaron toda la habitación, aunque bastante bajos y roncos, pero para Eijiro eran un sueño, la voz grave y masculina de su crush estaba en su oreja de una manera lasciva y erótica, mientras se frotaba desesperadamente con el bulto entre sus piernas con su trasero y pene.

- Ah- ¡Ah! Kirishima~...-susurraba el alpha rubio.

El mencionado no se quedó atrás y poco después empezó a menear sus caderas igualmente, tomándolo de la cintura para ayudarle encima de el.

Asi por varios minutos en los cuales gemían y se deleitaban con los aromas del otro.

El movimiento se hizo cada vez más rápido, la cama se movía y las voces subían de volumen, sus cuerpos inexpertos y pubertos disfrutaban cada vez más hasta que por fin los pantalones de ambos se mancharon.

𝙰𝙻𝙿𝙷𝙰. (ᴋɪʀɪʙᴀᴋᴜ ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ ᴀᴜ!¡)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora