Un Lugar En Dónde Tú Y Yo Podamos Respirar. [+18]

Capítulo 10| Arreglarte.

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Aren

La playa se encontraba con la marea tranquila.

A lo lejos podía ver las inmensas rocas y el constante vaivén de las olas chocar contra ellas, detrás iba apareciendo el atardecer, para luego darle la bienvenida al anochecer en South West.

Desde que habíamos salido del gimnasio Skaylar se mantuvo muy callada, sumida en sus pensamientos, como yo. Aunque me cueste admitirlo, creo que me gusta su compañía.

Se siente distinto a todo lo demás y no hace falta hablar para romper ese silencio que se crea sobre nosotros, se siente natural, sin embargo se nota que a ella no le gusta los silencios muy largos, ya que la obliga involuntariamente a romperlos con su voz cantarina.

No me molestaba en lo absoluto que lo hiciera.

Después de todo lo que sucedió con Grace no podía soportar a nadie a mi alrededor. Lo odiaba. Quería mantenerme lo más lejos de las personas; hacer como si no existieran y solo estuviera yo y mi miserable vida. Me volví muy irritante en esos meses y Adam estaba de testigo.

Era un grano en el culo andante.

Aún no sé cómo es que el castaño me soportó todos esos meses, además de que él también lidiaba con una pérdida grande, dado a que Grace era su hermana pequeña y, tanto como él y yo la adorabamos como no se dan una idea.

Hay veces que siento que no fui el mejor amigo que necesitó en esos momentos y en el fondo sé que él lo sabe, pero ¿Qué podíamos hacer? Ambos estábamos muy dolidos por todo lo que pasó y creo que el dolor nos llevó a distanciarnos un poco.

No lo sé prefiero no pensar en eso ahora, solo quiero enfocarme en algo que no sea mi vida pasada.

Seguimos caminando el uno al lado del otro, mientras que pasamos por el muelle que nos separa del mar.

Al llegar mis ojos divisan a varias personas allí; algunas caminaban por la orilla del mar, riéndose o hablando, otras jugando un partido voleibol en una de las canchas que se encuentra a unos metros de donde estábamos y después nos encontrabamos nosotros dos.

Cuando toco la arena me saco mis zapatillas y Skaylar imita mi acción también, en uno de esos intentos por sacarse sus sandalias, casi se cae de culo contra la arena, a de no ser porque yo la sostengo con mis brazos y evito su caída.

Ya se está volviendo una costumbre.

Ella se tensa al minuto 0 en que nuestros cuerpos se tocan y noto su respiración acelerada. ¿Tan nerviosa te pongo? ¿Porque siento que es por otra cosa?

Cuándo la miro siento que se escapa un poco del contacto de las personas.

-Ya puedes soltarme, Aren. - se remueve sobre mi agarre y la suelto, provocando que ella se caiga accidentalmente.

Mierda.

-¡Idiota! Espera a que por lo menos me estabilice. - me ataca, con enojo.

Evito una carcajada.

-Me pediste que te soltara y eso hice, pelirroja.

-Ahggg, eres exhasperante. - se sacude su vestido floreado y continúa caminando.

Me quedo en mi lugar un ratito más solo para ver cómo se aleja de mí y bueno, también porque ese vestido le queda muy bien, y deja resaltar su trasero.

Creo que me gustan sus vestidos floreados.

Definitivamente me gustan.

Sacudo mi cabeza de esa gran imagen mental que me regaló y la sigo hasta la orrila del mar.