La Estrella con Color a Muerte

Promesas Rotas con sabor a fresas

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Entre risas y recuerdos del pasado entretejidos con los nuevos recuerdos que estaba formando paso el desayuno y cuando menos se dió cuenta estaba sentado en un aula, suspiro con cansancio, había olvidado lo aburrido que eran las clases de historia, James planeaba alguna broma ignorando a Binns mientras Remus trataba de prestar atención, Peter dormía sobre su cuaderno y él solo deseaba convertirse en un Grim y salir corriendo, más cuando noto que Binns lo evadia, como si le temiera y debería, normalmente los fantasmas mágicos eran seres echos de un fuerte deseo y la magia de su usuario, no cualquier mago podría convertirse en fantasmas solo aquellos con un deseo de vida y una muerte imnavertida podrían, la mayoría de los fantasmas mágicos no notaron cuando murieron, su alma quedaban encandenadas por su mágia, apesar de ello no podían hacer magia debido a que ellos solo eran una forma mágica, no poseían un núcleo, por eso mismo su color traslúcido, no tenían un cuerpo, nisiquiera tenían la capacidad para moverse del lugar donde murieron, por eso había fantasmas solo en lugares como Hogwarts, ya que Hogwarts era un núcleo de magia poderosa que los podía mantener y evitar que desaparezcan lo mismo pasaba con algunos lugares como las pirámides de Egipto o las catacumbas de francia y él como Grim podía comer magia de los muertos, por lo que no sería difícil comerse a Binns, aunque ahora solo era un mortal y no podría comerlo, supuso que Binns por reflejo aún sentía su poder de Grim y lo evadia, después de todo aún conservaba sus visiones de muerte y aún podía ver a las criaturas del mundo espiritual, los nargles siendo los más molestos, siempre rodeaban a Peter y eso lo hacía enojar, aunque tal vez si se podía comer a Binns, no lo había intentando aún, alzo la mirada hacia el fantasma el cual se alejo un poco más de él sin siquiera mirarlo, suspiro recostandose sobre su escritorio, preguntándose qué estaría haciendo su hermanito y si lo estaban tratando bien, estaba tan concentrado en ello que se sorprendió cuando un trozo de papel golpeó su cabeza

— Sirius despierta —

la voz de Remus a su lado lo izo alzar la mirada para notar el aula vacía, bostezo finjiendo  despertarse, para tomar sus cosas y seguirlos, lo único que odiaba de estar vivo era tener que tomar clases de nuevo.

— Sinevillus sigue sin saber su lugar, viste como se le pegaba a mi Lily, el muy idiota, estoy pensado que necesita otra lección —

las palabras de James resonaban con irá, parecían tan lejanas, había olvidado esas épocas en dónde James perseguia a Lily como un acosador terrorífico

— son amigos es normal —

dije sin darle mucha importancia, podía ver qué era lo que todos querían decir, los ojos recelosos de Remus y el temor de Peter eran notorios

— ¿amigos?, acaso te golpeaste la cabeza Sirius, ese imbécil está enamorado de Lily, quiere alejarla de mi y merece un castigo —

dijo James con una sonrisa superior, de aquella que me izo cuestionarme el porque estuve de acuerdo con esto en el pasado, sonaba ridículo, note la mirada sospechosa de Remus en mi dirección, a lo que le envié un beso volado, lo que ocasiono que voltera sonrojado, Peter solo asentía a lo que James decía y preferí desconectarlos, así fue hasta que bajamos al aula de pociones, el olor de los ingredientes me golpeó, lo que me izo sentir drogado, la nariz de un grim es más aguda a la normal, es así como encuentran a las almas perdidas para guiarlas hacia los cosechadores y devorar sus magias y las pociones estaban literalmente echas de los cuerpos de esas almas, paso saliva mientras ingresaba al lugar, para él, el olor de las pociones era un poco gratificante, olían a muerte, ello le abria el apetito, mas comer eso seria asqueroso, al ingresar noto que faltaba el profesor, James no dudo en pasar golpeando la mesa donde estaba Severus votando su libreta al piso, sutilmente saque mi varita y la regrese a su lugar, ví la mirada recelosa de Snape a lo que solo lo ignore.