Capitulo 12

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Vampiros, Lobos y Cazadores 2
El deseo prohibido
Por RUI
Capitulo 12

Una hora después Daire había llegado a su destino, se había traslado a una casa de su familia que estaba del otro lado de la ciudad. Tomó a Leyna y la dejó acostada en la cama.

- No puede ser, tiene mucha fiebre y su cuerpo no deja de temblar, esa maldita de Emira!

Daire reviso las heridas de Leyna, tenía varias marcas en todo su cuerpo, en su cabeza tenía un fuerte golpe producto de los azotes que le dio contra el suelo y en su hombro izquierdo tenía la mordida de Emira.

Daire la tomo entre sus brazos, acarició su cabello y clavo sus colmillos en el mismo lugar en donde la mordió Emira intentando extraer las toxinas que la lobo le había inyectado, después de ello Leyna dejo de sudar y de temblar pero seguía sin reaccionar. Por otra parte Daire al probar la dulce sangre de ella se llenó de éxtasis y de un fuerte deseo de hacerla suya, deseaba con todo su ser quitarle la ropa, besar cada parte de su cuerpo, acariciar cada centímetro de su piel, deseaba poseerla en todas las formas posibles. Cuando estaba apunto de acariciarla ella despertó.

- Auch! Me duele mi cuerpo ...y mi cabeza, que me pasó?
- Leyna tranquila todo estará bien.
- Quién eres tú?
- No me reconoces?
- No, en donde estoy?
- Que es lo último que recuerdas?
- Yo... Estaba... No... No puedo recordar nada.
- Sabes como te llamas?
- No. Que pasó, porque?
- Tranquila, todo estará bien yo ya estoy a tu lado.
- Pero quién eres? Porque no puedo recordar nada?
- Mi nombre es Daire yo soy tu prometido, y tú eres Leyna mi amor. Tu y yo somos especiales, nosotros somos híbridos de lobos y vampiros, pero al ser especiales somos perseguidos por los lobos, vanpiros y por los Jagers, ellos son cazadores que matan por igual. Pero ayer, Emira, una mujer lobo te secuestro para que fueras la mujer de su hijo con el fin de darle descendencia yo fui a rescatarte pero ella al ver que te perdía prefirió intentar matarte, te golpeó tan fuerte que te rompió la pierna y perdiste la memoria, además te mordió con el fin de acabar contigo, pero afortunadamente yo extraje lo que te introdujo, tal vez podrías sentirte cansada o débil pero es por ello. Créeme que jamás permitiré que te vuelvan hacer daño, yo te protegeré con mi vida porque te amo.
- No puedo recordar nada... Yo estoy muy cansada...
- Duerme ahora todo estará bien.

Leyna se volvió a dormir, Daire se quedó a su lado para contemplarla acarició su cabello y después sus muslos, deslizaba con gentileza sus dedos en la piel de ella.

- Esto es lo mejor que me pudo pasar, el que mi querida princesa allá perdido la memoria, ahora si nadie interferirá entre nosotros, tranquila amor duerme y recupérate que pronto iniciaremos una nueva vida juntos.

Varias horas después Leyna despertó, al abrir los ojos vio a Daire que dormía a su lado y ella seguía sin recordar nada. El sintió la mirada de ella y despertó.

- Hola mi amor, como te sientes?
- Me siento muy débil.
- Tengo lo que necesitas. Tomó una navaja de su bolsillo, Leyna se espanto intentando levantarse de inmediato de la cama, pero su pierna no se lo permitió- No tienes porque temer, yo jamás te haría daño, esto no es para ti, es para mí. - Se corto la muñeca, su sangre comenzaba escurrir, Leyna reacciono al olor y se lanzó para tomar su mano, no podía resistirse el deseo de tomar su sangre era inmenso no lo dudo ningún segundo y probó su sangre. La sensación es su boca fue intensa, la llenaba de placer y de deseo, la fortalecía y la hacia recuperarse, pero algo la incitaba a ir más allá. Soltó su brazo y comenzó a besarlo con lujuria, bajo a su cuello y clavo sus colmillos mientras desabotonaba la camisa de él. Daire respondía a los impulsos que le dictaba su naturaleza, empezo por tomarla de la cintura tomó la playera de ella y se la quitó, beso sus labios, bajo a su cuello, luego a su pecho y a su abdomen, empezó a desabotobar su pantalón. Ella se lanzó encima de él para quitarle la playera, quedando ambos con el torso desnudo. Él la tomo y la giro cambiando de lugares, siguió besándola intensamente, deslizó su pantalón por completo, ella hizo lo mismo con él, mostrando por completo la piel desnuda de ambos.

Esa noche hubo una entrega de amor prohibida, un deseo prohibido entre hermanos, entre un joven y una mujer casada, esa noche la habitación fue testigo de un amor apasional, un amor de deseo carnal, de lujuria; Leyna no comprendía porque pero se entregó completamente a él, Daire en cambio había soñado tantas veces con ese momento que la realidad superó todas sus fantasías, estaba realmente exitado al sentir la piel cálida de ella, al besar sus suaves labios, al probar su suculenta sangre, al escuchar los gemidos de ella y al oler el sudor que el momento provocaba; fue un momento que Daire jamás olvidaría. Al terminar de hacer el amor ella nuevamente se quedó dormida.

- Jamás permitiré que te alejes de mí, eres mía y solo mía, tu cuerpo y tu sangre me pertenece. Duerme mi amor, descansa que más momentos como este nos espera.

Ambos se quedaron dormidos abrazados uno de otro, al despertar Leyna se sentía mal por lo sucedido.

- Hola mi amor, no sabes cuánto disfruté lo de anoche, me encanta sentirte cerca de mi.
- Yo no... Lo siento... No sé que me pasó, fue un deseo que surgía dentro de mí, me deje llevar por el momento, y... Me siento... Extraña, como si esto no hubiera estado bien. Me siento con culpa. Sus ojos se pusieron llorosos, Daire se acercó a ella y la abrazo.
- Lo siento, creo que fuimos muy rápido, esperaremos el tiempo que necesites para que recuerdes, ya verás que pronto estarás mejor, y podrás amarme como yo te amo, sino en todo caso te volveré a enamorar como si fuera la primera vez.
- Gracias por ser comprensivo, te prometo que me esforzaré para recordarte y recordar todo lo que sentía por ti.
- Eres increíble, te amo, nunca lo olvides, nunca olvides que tú eres para mí y yo soy de ti.
- Gracias. - Ella se acercó a él para darle un tierno beso en la mejilla. - Necesito ir al baño. Ella se puso de pie pero su pierna aún no estaba bien por lo que cayó.
- Leyna amor! Tranquila, ten bebe otro poco de mi sangre. - Ella lo hizo y poco a poco el dolor desaparecía. - Creo que necesitarás beber más por la tarde, tu pierna no se ha recuperado al cien porciento debió a la mordida de Emira.
- Talvez por eso tampoco puedo recordar.
- Probablemente. Que sucede?
- Cada vez que pruebo tu sangre un deseo nace en mi.
- Es normal, es por nuestra naturaleza, nuestra sangre nos llama, por eso debemos estar juntos.
- Si, es lo que siento. Pero en su mente algo no estaba bien, ella se sentía mal con lo que sucedía, no podía entender porque de alguna forma su corazón rechazaba a Daire.
- Estás bien?
- Ah sí... Solo tengo un poco de hambre.
- No tengo comida aquí, esta es una casa provisional, iré a comprar algo para ti.
- Gracias. Daire se acercó a ella besandola en la frente y se marchó.

Continuará...

Hola mis lectores, no puede ser Daire le mintió a Leyna y se aprovechó de ella, que hará Yakov cuando se entere, que hará Leyna cuando recupere la memoria. No sé pueden perder el siguiente capítulo.

Vampiros, Lobos y Cazadores 2. El deseo prohibido.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant