Torbellino Rosett (Rosalie Hale)

╭ ⌂ - Capítulo 11

—Señorita Alice, no me incumbe pero es mejor que se tranquilice.

Interviene la mujer de Rosalie, al verla caminar de un lado para otro, pensando en donde se podría haber metido la Reina Vulturi.

—Eres familia, no te preocupes... —admitió tras un suspiro innecesario.

—He aprendido con mi corta existencia que mientras más busques organizar algo, quieras o no, todo te saldrá mal. Mas porque debes dejar que las cosas pasen, no porque quieras si no porque la naturaleza solo dicta y esto surge. —expresa mientras se vuelve un poco más cálida, ante la pequeña Alice.

Rosalie observaba cómo su pareja se estaba transformando frente a su familia, trataba de dar calidez donde todo podría acabar un caos. Era curioso cómo al ser arisca de vez en cuando su carácter se volvía amable.

—Es que quiero que todo sea perfecto. Ella se lo merece, es un día especial y yo... —empezó a decir Alice empezando a calmarse y dar razón sigilosamente a las palabras de la mujer de Rosalie. Pero en cuanto sintió la calidez en su piel y luego un suave corazón la miró con curiosidad—¿C-cómo?

Pero apenas Brunett iba a responder, una mujer de cabellos pelirrojo se hizo presente tras el marco de la puerta, totalmente pacífica.

—No te estreses mujer. Ya he llegado, vamos a preparnos. Jasper ya se encargó de Emmett, faltas tu. —expresa la pelirroja de ojos celestes.

La joven esposa de Rosalie se tensó al quedarse tan cerca de la desconocida mujer, que inmediatamente sintió como su rubia la atrajo a ella misma, por protección y su seguridad.

—Lady Runa, es un placer conocerla, ella es mi mujer. Es diferente... P-pero por favor no me la quite—expresa con la cabeza ligeramente cabizcabaja.

La mujer pelirroja al escuchar aquello levanta sus cejas con suma sorpresa, estaba muy indiferente en estos momentos pero aquello le había sorprendido, miró a la rubia y luego la forma en que Alice miraba a esta mujer tan bella que otras mujeres vampiro que había visto antes. Sin duda era algo nuevo de ver, un don pasivo, porque la belleza sin igual.

—No se moleste, señorita. Estamos a minutos de mi boda, no estoy en mi puesto como tal, no os preocupeis. Solo disfruten de este momento tal como lo he de hacer yo. —expresó con total seguridad y despreocupación.

—Vamos entonces, ¡nos vemos luego Rose! —expresa Alice totalmente emocionada, llevando a la pelirroja hacia el piso de arriba para prepararla con la vestimenta correcta.

Mientras que Brunett se había quedado con el corazón agitado y nervioso, aquello estuvo muy cerca.

—Ella...

—Es la pareja de Emmett.

—El aura de Runa es distinta.

—¿Cómo? ¿A qué te refieres cariño? —pregunta extrañada Rosalie.

—Noto mantos auricos de distintos colores sobre ella. Es sin duda especial, ya te diré luego porque creo. —explica algo perdida en lo que pudo percibir, sin duda era algo nuevo de ver para Brunett.

—Espero no se te olvide, soldatina.

—No lo haré.

—¿De verdad?

La mujer de cabellos negros y ojos anaranjados reserva su opinión tras una mueca.

—Amo cuando soy quien te calla.

—Amas cohibirme con tu razón. Que es diferente.

—Si, eso es mejor. —bromea Rosalie tras una sonrisa.

La mujer la abraza posesiva, no podría enojarse con ella, debía ahora más que nunca proteger a su esposa.