fóllame... después, ámame ━ kooktae ✧

godforsaken mess

Saciar su insatisfacción tuvo un precio bastante alto.

No fue como todas esas veces donde buscaba un polvo de una noche con el primer hombre que llamara su atención en los bares que frecuentaba. Su radar apuntó a JungKook en el momento en que lo vio sonreírles a los comensales que lo elogiaban desde sus asientos después de interpretar una canción de gusto común.

TaeHyung conocía sus encantos y también como utilizarlos para pescar a cualquiera en su red de seducción. Bastó con seguir al azabache después del acto, con el pretexto de felicitarlo íntimamente por el increíble performance que realizó. Ese directo coqueteo terminó en la barra con una amena charla acompañada de un par de cervezas y, finalmente, con una apasionante noche de sexo casual.

Supo desde el inicio que JungKook buscaba lo mismo que él esa noche. Sin embargo, nunca esperó que el azabache le brindara el mejor orgasmo de su vida. Todo era totalmente distinto a los otros hombres con los que estuvo desde que el autocomplacerse dejó de producirle satisfacción y la desatención de su esposo fue cada vez más marcada. JungKook era un poco más joven que los otros hombres, más apasionado y con el ánimo de intentar cosas nuevas.

Tal vez fue su buena experiencia lo que lo orilló a buscarlo por segunda vez.

Grave error.

Por muy placentero que fue el momento que le regaló, debió evitar a toda costa buscarlo nuevamente. Ahora, tener una máquina para rebobinar el tiempo y actuar debidamente sólo podía ser válido en una película de ficción.

Un año y un mes manteniendo un amorío a escondidas de su marido, arriesgándose de la peor manera por su estúpida insatisfacción.

El cerrar de la puerta en la planta alta lo sobresaltó. Rápidamente se incorporó. Arregló sus prendas y limpió las lágrimas que sin querer liberó. Se hizo paso a las escaleras, bajando con naturalidad mientras veía a su esposo esperando por él como cada noche después de una ardua y exhaustiva jornada laboral.

━Mi amor... ━ BoGum lo recibió entre sus brazos, tomándolo por la cintura mientras lo besaba con dulzura.

━¿Cenamos? ━ sus dígitos se enredaron en el nudo de la corbata ajena.

━Llegué un poco antes porque pensaba invitarte a cenar fuera, podemos ir a tu restaurante favorito o a ese bar que tanto te gusta ━ la propuesta resultó bastante atractiva hasta que BoGum mencionó aquel sitio, haciéndolo tensar bajo el tacto ajeno ━. ¿Sucede algo? ━ arqueó la ceja ante su reacción.

━No, tranquilo. Vayamos a donde tú quieras, ¿qué te apetece? ━ juntó sus labios fugazmente, rodeándole por el cuello.

━No tuve tiempo de comer en la oficina, vayamos a cenar. Si quieres puedo invitarte un trago después ━ el pelinegro sonrió, asintiendo con ligereza.

━Andando, mi amor.

La compañía de su esposo siempre resultaba cálida para TaeHyung. Le gustaba escucharlo hablarle sobre su día, los proyectos que se incubaban en la oficina diariamente y lo exitoso que se volvía. Su corazón latía con regocijo cada instante en que BoGum demostraba su amor a través de un beso, una tierna caricia o una palabra rebosante de romanticismo.

Pero durante esa cena, miles de dudas brotaron, haciéndolo cuestionar lo que verdaderamente sentía por el hombre que desposó años atrás, ¿por qué las cosas se percibían tan distintas después de la confesión de JungKook?

El prospecto perfecto con el que accedió a compartir su vida comenzaba a ser categorizado con otro adjetivo a medida que los minutos discurrían en esa velada. BoGum podría ser el sueño de cualquier persona; romántico, fiel, visionario y terriblemente comprometido. Para TaeHyung era precisamente esa virtud la que transmutó a defecto con el pasar de los años. Su esposo se enfocó tanto en la cuestión laboral que olvidó la existencia de aquel pegamento vital en un buen matrimonio, aquel ingrediente vulnerable e íntimo que afianza esa conexión única entre parejas.