¡Es una cita!

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Kun apareció más tarde con el cabello alborotado, pero con su cara limpia y los dientes relucientes. Debía preparar el desayuno para que sus amigos no murieran de hambre.

—Buenos días, Kun ge —dijo Yangyang sintiendo el delicioso aroma de la comida llamando a su puerta.

—Buenos días, Yangs —le dijo mientras ponía la comida en la mesa—. ¿Podrías ir por Ten?

—Si, claro.

Como era obediente por las mañanas, Yangyang golpeó la puerta de Ten. Su amigo no respondió de inmediato, preocupando al menor.

—¿Hyung? —entró a la habitación, mirando al mayor—. ¿Pasa algo?

El rostro de Ten seguía rojo como un tomate y este solo miraba un punto en el suelo.

—Cierra la puerta.

—Kun ge dijo que te llamara para comer.

—Dile que iremos en un rato.

Yangyang volvió a la sala y le avisó a Kun que debían hacer algo con los gatos antes de ir a comer, el mayor solo le pidió que lavara sus manos después de eso.

—Bien. ¿Qué pasó? Supe que hicieron el live juntos, no pensé que estarías con él todo el tiempo.

—Dormimos juntos —sonrió, recordando la noche anterior.

El menor quedó en silencio y corrió a sentarse frente a él. —Cuéntame todo con detalles, hyung.

Ten le contó todo desde cuando se encontró con Xiaojun y Kun en el pasillo hasta el día de hoy que huyó de los brazos de su amado.

—Tienes diez puntos por valiente, hyung. En serio que estoy orgulloso, en cualquier momento se casan.

—No digas tonterías... podría ilusionarme.

Yangyang negó. —Hablo en serio, tú deberías ser más valiente y decirle lo que sientes. Así como me dijiste que hiciera con Renjun.

—Hablando de eso. ¿Lo harás? —el lindo chico sabía que estaba tratando de cambiar el tema, pero lo dejó.

—Creo —rascó su cabeza—. No lo sé, estoy ansioso. ¿Qué pasa si solo estamos hablando estupideces y él está enamorado de Chenle?

—¿Chenle? —Ten no entendió hasta que recordó la manera en que Yangyang miraba como sus otros amigos entrelazaban sus manos—. No seas tan pesimista, apenas se dieron la mano y tú ya estás pensando que se van a vivir juntos.

—¡No es mi culpa! —se quejó—. En serio me gusta Renjun y él tiene a tantas personas detrás de él. ¿Has visto como Haechan le coquetea? Estoy perdiendo una guerra que todavía no comienza.

Ten le acarició el cabello. —Seamos positivos. Hoy es tu cita.

—No es una cita... ya quisiera que sí.

—Vamos a comer, tal vez la comida cambie ese pesimismo que llevas encima.

Salieron de la habitación encontrándose con Kun y Renjun. Ambos se sorprendieron con la presencia del lindo chico.

—¿Renjunnie? —la voz de Yangyang fue más aguda que lo habitual.

Yangyang se miró y quiso darse contra la muralla. Su amigo lucía precioso y él estaba en pijama con apenas los dientes limpios.

—Perdón por venir tan temprano... pero esos hombres de allá me querían arrastrar a comer con ellos y yo ya había planeado nuestra cita —se sentó en una de las sillas—. Le pedí a Kun que me diera comida, lo siento por no avisar.

Yangyang al rescate /KunTenWhere stories live. Discover now