CAPITULO 3

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Escribir este capítulo mientras mi estómago muere es la sensación más extraña de todas XD.

Así que me disculpo de antemano si este capítulo es una cagada ;)

Los rayos de luz provenientes del otro lado de la ventana empezaban a despertar suavemente a Theresia, el aroma a tierra mojada y los murmullos lejanos que se escuchaban fuera daban un ambiente agradable para la infante, quien se levantó lentament...

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Los rayos de luz provenientes del otro lado de la ventana empezaban a despertar suavemente a Theresia, el aroma a tierra mojada y los murmullos lejanos que se escuchaban fuera daban un ambiente agradable para la infante, quien se levantó lentamente del futón en el que estaba durmiendo.

-mmm... -la albina se estiró para alejar la pereza de su cuerpo- buenos días...- tras no recibir respuesta posó su vista en cada rincón de la habitación, dándose cuenta de que su invitada no estaba.

Pensó que tal vez se fue a su casa, era algo obvio pues la había arrastrado contra su voluntad hasta la posada. Decidió no darle más vueltas al asunto y se propuso salir a dar un paseo por el pueblo para matar el tiempo.

-[¿Por qué no se despidió... será que no quiso despertarme?]- pensó mientras se colocaba algo cómodo y tomaba algo de dinero de su canasta- [puede que su familia se haya preocupado y por eso se fue con ellos sin decir nada]

Después de despedirse de la dueña del lugar, empezó a caminar sin rumbo alguno por todos lados y observando todo a su alrededor, dándose cuenta de que aquel pueblo no tenía un aspecto estable, muchas de las casas estaban en mal estado, algunas calles estaban cubiertas de suciedad y uno que otro ebrio, el repelente aroma que emanaban algunas zonas provocaba que la infante se tapara su delicada nariz y el ruido de discusiones provenientes de la taberna hacia creer a Theresia que quizá debió buscar otro pueblo más tranquilo y limpio.

La oji celeste desistió a la idea de explorar el lugar y mejor quedarse encerrada en el hospedaje mientras que sus amigos volvían, sin embargo, los murmullos de un grupo de mujeres hizo que frenara sus pasos y agudizará su oído para escuchar lo que decían.

-es una pena que desapareciera, era un hombre muy apuesto y con dinero- se lamentó la más joven de las mujeres, quién parecía no ser mayor de veinte años- dicen que la última vez que lo vieron fue anoche junto con una mujer que cubría su rostro con una tela- aquello hizo que la albina pusiera más atención a la conversación.

-es verdad, esa mujer ha estado presente con cada uno de los hombres que han desaparecido esta semana- aquello sorprendió a la menor, ¿Acaso había un demonio en ese pueblo? ¿Por qué su cuervo no se lo dijo? ¿Por qué ella no lo sintió? - es muy extraño...

-dejando eso de lado, ¿Se dieron cuenta de los dos peculiares visitantes que han venido al pueblo?- preguntó la mujer de cabello canoso a las otras- Rinko me contó que ayer llegó una extraña niña a hospedarse en su posada, dijo que ningún adulto iba con ella pero que la hija menor de ese tipejo limosnero la acompañaba.

-¿En serio?- preguntó con extrañeza otra mujer, de cabello negro- ¿Qué hace una niña deambulando sola por estos lados?

-eso es algo que me gustaría saber también- respondió la anciana a la contraria- pero eso no es todo, antes de venir aquí pasé a saludarla y me dijo que había llegado otro huésped, pero que este era un hombre adulto cuya cabellera era muy vistosa - levantó su dedo índice y empezó a hacer pequeños ademanes con este.

𝓐𝓾𝓽𝓾𝓶𝓷 | 𝓚𝓲𝓶𝓮𝓽𝓼𝓾 𝓷𝓸 𝓨𝓪𝓲𝓫𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora