[𝙳𝚘𝚜 𝚗𝚞𝚎𝚟𝚘𝚜 𝚊𝚖𝚒𝚐𝚘𝚜 ]Anya Forger no era precisamente una niña normal.
Era rara, con un amor casi obsesivo por los manís y una fobia terrible a que le pongan un libro enfrente y le digan que estudie.
Pero otra cosa por la que Anya era rara, era por una habilidad que nadie sabia que tenía, que podía leer la mente.
Había nacido con ese don y había crecido hasta los cuatro años entre las paredes blancas de un laboratorio (del cual logro escapar), sin interactuar con nadie mas que los científicos que se encontraban estudiándola, por lo que sus habilidades para socializar eran casi nulas, teniendo solo a Becky Blackbell como su única amiga.
En todo el tiempo que Anya había pasado en el laboratorio y en el orfanato, jamas había encontrado a alguien como ella, a alguien mínimamente similar. Jamas había encontrado a otro Esper.
¡Por eso jamas pensó encontrar a dos!.
Apenas había salido de la Academia Edén, mientras esperaba a su papa, se había encontrado en la calle con dos chicos peculiares, con pintas de ser extranjeros.
Ella sintió una conexión casi inmediata con esos chicos, y parecía ser que los dos individuos también habían sentido lo mismo.—Que tipos mas raros...—pensó ella.— ¿Por que Anya no puede oírlos?
—¿Oirnos?
Anya abrió enormemente sus ojos al oír esa pregunta, uno de los muchachos, el de un cabello rosado fuerte casi en tonos morados, y de unos aparatitos curiosos en la cabeza, la había escuchado.
—¿¡Puedes escuchar a Anya?! —pregunto, señalándose a si misma con total sorpresa.
—Si, si puedo, ¿Y tu puedes escucharme? —el muchacho no presentaba ningun tipo de expresión en su rostro, pero miraba fijamente a la niña.
—¡Si si! —respondio asintiendo la pequeña, sus ojitos brillaban de pura alegria— Otro Esper...aquí...¡Que emoción! ¡Anya jamas había conocido a otro Esper!
—Y yo hasta ahora no había conocido a otro Esper de tu clase.
—¿De mi clase? ¿Que significa eso?— pregunto, mirando curiosa al chico.
El muchacho, señalo a su lado al chico que estaba junto a el, un chico de cabello negro y corte de taza.
—El es Kageyama Shigeo, mejor conocido como Mob, también es un Esper, pero no puede leer la mente como nosotros.—dijo el chico, presentando a su acompañante.—Yo soy Saiki Kusuo
—¡Yo soy Anya Forger!—la chica se quedo quieta unos segundos y luego, simplemente mover su boca— Perdón, quise decir ¡Yo soy Anya Forger!.
—Ya sospechaba que estabas hablando por tu telepatía—dijo Mob mirando a Saiki, quien solo le dirigió una mirada casi en su totalidad inexpresiva, solo alzando las cejas como diciendo “Eso era obvio”.— es un gusto conocerte Anya, supongo que Saiki ya te habrá dicho mi nombre.
—¡Si! Y tu apodo ¡Es un lindo apodo! Anya no tiene apodo—respondio la niña.
Mob río ante la ternura de la pequeña.
—¿Y tus padres?.
—Papi debe estar llegando a buscar a Anya —contesto la niña— esta tadando mas de lo normal.
Los tres psíquicos se quedaron charlando una buena cantidad de minutos, hasta que Loid llego para recoger a Anya.
—¡Mira papi! ¡Hice nuevos amigos!—saludo la niña tomando la mano de ambos muchachos.
Loid se puso alerta al ver a su pequeña de la mano de dos desconocidos sin identificar.
—¿Por que Anya esta tan confiada? Son extraños. ¿Que edad tendrán? Al juzgar por la complexión fisica no tendrán mas de quince años probablemente ¿Y ese cabello? ¿Y ese corte de taza?...—Loid se quedo pensando cosas, entre ellas ideando planes sobre que hacer si esos desconocidos quisieran herir a Anya.
—¿Tu padre no sabe que eres telepata?
—No —la pequeña no cambio su expresión facial para no confundir a su padre y que sospeche, pero Saiki identifico algo de tristeza en su voz.
—Entiendo.— respondió a una no formulada pregunta el de lentes verdes, acariciando la cabeza de Anya.
—¡¿Ah?!
Anya y Saiki vieron de reojo al dueño de ese grito mental, era un niño de ojos de oro, que miraba con las mejillas rojas de ira a Saiki. Anya sonrió y entrecerro los ojos para manejar su propia molestia. Era Damian Desmond
—¿Q-quien es ese tipo? ¡¿Por que esta acariciando a Anya?!. Tiene pelo rosa ¿Sera su hermano? ¡No, ella dijo que no tenía hermanos! ¡¿Por que siquiera me importa?!—Damian se puso rojo y comenzó a sentir a su corazón latir muy fuerte.
—¿Amigo tuyo?
—Mas o menos.
—Yare yare, es molesto. Grita mucho...
— Sy-On boy es medio raro y sus pensamientos no concuedan con lo que dice— Anya siguió con su sonrisita.— Y casi siempre grita. Estoy acostumbada.
—Lo lamento por ti, Anya.
—Bueno Anya ¿Que tal si tus amigos vienen con nosotros? Hay tiempo de sobra para beber y comer algo.
—Eso es muy amable de su parte señor Forger—sonrio Mob.
—¿Eh? ¡Si si! ¡Anya quiere pasar mas tiempo con sus amigos!.—la pequeña dio varios saltitos, aun aferrada a las manos de Mob y Saiki.
Damian vio esto y una oleada de pensamientos y gritos chillones llegaron a los oidos de ambos pelirosados, quienes comenzaban a sentir una fuerte migraña por lo mismo.
—Yare Yare.—se quejo Saiki por la chillona voz de Damian.
—Shi, Yaye yaye.— Lo imito Anya.
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❥ 𝐓𝐇𝐄 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑 𝐓𝐑𝐈𝐎|| ᵐᵒᵇ - ᵃⁿʸᵃ - ˢᵃⁱᵏⁱ
Fanfiction✩。:•.─ 🥜 ʟᴀ ᴘᴇϙᴜᴇɴ̃ᴀ ᴀɴʏᴀ ᴛɪᴇɴᴇ ᴅᴏs ɴᴜᴇᴠᴏs ᴀᴍɪɢᴏs, ᴛᴀɴ ᴘᴇᴄᴜʟɪᴀʀᴇs ᴄᴏᴍᴏ ᴇʟʟᴀ. 🥜 ─.•:。✩