One Shots de Encanto

#La ceremonia de Mirabel.

Narrador omnisciente:

-Se encontraba los tan conocidos Gemelo Madrigal de la edad de cinco años en la guardería, hablando animadamente pensando en las travesuras que harían cuando Mirabel recibiera su don:

Camilo: Vamos a ser imparable hermanita-Dijo con una gran sonrisa.

Mirabel: Pero ¿Y que pasa si no recibo un don?-Preguntó con temor, algo dentro de ella la tenía inquieta.

Camilo: Ay, Bel no digas esas cosas eres la mejor y eres una Madrigal obvio que vas a recibir un don y será el más asombroso de todos, de eso estoy seguro-Dijo mientras la abrazaba.

Mirabel: Gracias Cam, eres el mejor-Agradeció con una sonrisa mientras correspondía al abrazo.

-Sin embargo, antes de que pudiera decir algo más Alma entro a la habitación y le pidió a su nieto que las dejara a solas ya que quería hablar con Mirabel antes de que comience la ceremonia de don.
Y así, paso el tiempo y llego la hora de la ceremonia. Mirabel estaba en frente de la que sería su puerta y cuando toco el picaporte simplemente desapareció. Ante este acontecimiento, todos estaban sorprendidos y angustiados pues no se esperaban que algo si pasara.
No obstante, Mirabel sin mirar a nadie de su familia ni al pueblo se dirigió rápidamente a la guardería y se encerró allí:

Pensamientos de Mirabel:

-¿Por qué no recibí un don? ¿Casita está enojada conmigo por algo? Decepcione a toda mí familia...ya no seré digna de pertenecer a la asombrosa familia Madrigal...¿Por qué yo? ¿Que hice mal? La mirada de la Abuela era de decepción.

Fin de los pensamientos de Mirabel.

-Con todos esos tormentosos pensamientos que recorrían la mente de las niña de tan solo 5 años de edad, y más al escuchar las voces de su familia.
Mirabel casi sin ser consciente de lo que hacía, agarro un crayón de color amarillo y empezó a dibujar la que sería su puerta, al terminar solo se quedó observando su dibujo mientras lágrimas saladas corrían por su mejilla:

Mirabel: Ya no voy a poder traer orgullo a mí familia...-Murmuró entre llantos mientras se dejaba caer en una de las esquina de la  guardería.

-Él tiempo paso sin que la pequeña Mirabel se diera cuenta de eso.
Sin embargo, con cautela alguien entro a la guardería y al verla en aquel estado y ver lo que ella dibujo en la pared el corazón del camaleón se rompió, así que con cuidado se sentó a lado de ella y hablo:

Camilo: Bel, ¿Quieres una arepa con queso?-Preguntó mientras se la tendia y tratando de no llorar al ver así de mal a su pequeña gemela.

Mirabel: No, Cam-Nego mientras trataba de secarse, sin éxito, las lágrimas de  sus ojos.

Mirabel: Sólo...quiero que...me abraces con...mucha fuerza Cam-Pidió entrecortadamente.

-Al escuchar tan rota la voz de su prima, Camilo no dudo en cumplir con el pedido de su prima:

Mirabel: ¿Qué hice mal, Cam? ¿Por qué no recibí un don como...ustedes? ¿Acaso no soy.... digna de recibir uno? ¿Me...vas a dejar de querer...?-Lloro desconsoladamente mientras se aferraba al abrazo que le daba su primo.

Camilo: Nunca digas algo como eso Mirabel Madrigal...yo no puedo responder por que razón...no recibiste un don pero nunca de los nunca creas que eres menos que nosotros por...no tener don..si pudiera te daría el mío para que no te sientas...mal. Tú eres la persona que más se merecía recibí un don....sabes que no me gusta que llores Bel y obvio que te voy a seguir queriendo...eres mí gemela, mí otra mitad...-Murmuró con dificultad ya que el dolor de su gemela era su propio dolor-Siempre estaré contigo Bel pase lo que pase, aún seguimos siendo los gemelos Madrigal y nunca estarás sola-Prometió con seriedad.

Mirabel: Gracias Cam...por estar conmigo eres el mejor de todos-Agradeció aún aferrada a su abrazo.

Camilo: No me des las gracias, siempre estaré aqui atu lado-Respondió con completa sinceridad.

-Y así fue como Camilo prometió cuidar y proteger a su gemela desde aquella noche en la que ella no obtuvo su don.

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