Hermanos & Familia

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// Las fotos: A la derecha son Anna y su hermano mayor Jake, y a la izquierda Jonah. //

Una de las cosas que Tom y yo siempre tuvimos en común es el sitio en nuestra lista de prioridades que ocupa nuestra familia.

Para mí, ser la hija de en medio era una tarea difícil, cuando yo nací Jake ya tenía dos años y mamá estaba entusiasmada por tener una niña, así que cuando finalmente nací yo mis padres pensaron que no tendrían más hijos. Mi hermano Jake y yo siempre fuimos la viva imagen de papá, cabello oscuro y tes no demasiado dorada, eramos pálidos pero por herencia de mamá el sol nos ponía de ese tono medio dorado y medio amarillo pero nunca rojos. Jake tenía los ojos color miel de mamá y yo tenía los ojos azules de papá. Por suerte yo heredé la estatura de mi abuela materna mientras que Jake heredó el 1, 80 de papá.

Por cuatro años fuimos "la parejita", porque mis padres estaban felices teniendo un niño y una niña en casa; pero algo cambió, nos peleábamos mucho y teniendo números pares en casa las cosas no iban muy bien. Así que, naturalmente: mamá se embarazó... para que hubiera un tercero - o quinto - en discordia en casa.

No recuerdo a mi madre diciéndome que tendría un hermanito o hermanita, pero me imaginaba que de seguro le habría dicho algo cómo "¿qué dices, mamá? ¿Te tomaste algo?" pero si hay fotos tomadas por papá en las que Jake y yo aparecemos abrazando en vientre hinchado de mamá mientras ella nos abraza también, cada uno bajo su brazo protector y con la oreja pegada a su cuerpo.

No recuerdo muy bien haber visto a mamá embarazada, recuerdo solamente que nos quedamos con unos tíos durante un par de días, Jake juraba que nuestros padres se habían cansado de mí porque no aprendía a atarme las cintas, pero cuando volvieron con un bebé en brazos comprendimos que no nos habían abandonado.

Jonah nació pequeño y cuando creció siempre fue más delgado de lo que uno llamaría normal, mamá lo hacía comer y comer, recuerdo que cuando cumplió los quince él comía todo lo que veía sobre la mesa en la cena, amaba la carne, los filetes, el tocino, el pan, el pollo, hamburguesas, todo: el se lo comía y no parecía subir ni un solo kilogramo.

Yo era ahora la única niña en casa y con dos hermanos que se hicieron "aliados" muy pronto, no me quedaba más opción que volverme un poco ruda.

Aprendí a montar a caballo de pequeña porque papá me llevaba con él al rancho y me enseñaba a cuidar de las vacas, nunca me agradó mucho el olor, pero hacía de tripas corazón por mi padre. Una cosa que Tom comprendió rápidamente fue que yo era la niña de papá, y que si quería algo serio conmigo debería llevarse bien con Robert - mi padre -.

Jake era el orgullo de mis padres: no porque Jonah y yo fuéramos decepciones, sino que él se convirtió en veterinario. Al igual que yo, él paso mucho tiempo en el rancho con papá, aunque él hacía un trabajo mucho más duro que yo. Él amaba ese lugar y en varias ocasiones lo encontré hablándole a las vacas, en un par de ocasiones ayudó a papá con los partos de algunos animales y cuando la perra de mamá tuvo cachorros me desperté en la madrugada varias veces para encontrar a mi hermano de casi 18 tumbado en el suelo de la cocina, medio dormido pero dándole leche de formula con un gotero a un perrito flaco que nadie creía que pudiera sobrevivir. Survivor, le llamó; todos lo llamabamos Survy. Ese perro fue el único de la camada que mamá aceptó quedarse. Hacía un año cuando comencé a salir con Tom que Jake se había casado con su novia Estefany, la chica era linda, de origen latino y con muchas curvas, tenía unos ojos color café que Jake parecía adorar más que la vida. Era ridículo y bello a la vez.

Cuando Jake se fue a la universidad dejó al perro en casa, pero no se fue demasiado lejos, estudió en Dallas y fue allí dónde conoció a su novia. Yo no me fui tan lejos tampoco, pero Jonah... Jonah era un chico inteligente que terminó yendo al MIT para convertirse en ingeniero. Mamá lloró el día que se fue, y no era de extrañar; ya que mientras que Jake y yo éramos extremadamente parecidos a papá, Jonah siempre fue el más parecido a mamá. Tenía el cabello rubio oscuro al igual que ella y su piel era obviamente más dorada que la nuestra, tenía los rasgos de papá pero simplemente lucía mucho como mamá. Y eso a ella le había encantado desde el primer momento.

A pesar de todo, Jake era mi hermano mayor, y a veces lo recordaba y me llamaba, preguntando a quién tenía que golpear ahora; Jonah era mi hermanito, a quién yo siempre le pellizcaría las mejillas y a quién no le hablaría sobre temas demasiado dramáticos.

Mis padres, Robert y Erica Kościuszko eran siempre un buen ejemplo para nosotros, la primera vez que llevé a Tom a casa de mis padres... bueno, eso vendrá después, ahora debo hablar de Bill.

Tom no conocía la experiencia de ser el hermano mayor, se sentía como si lo fuera, pero no lo era y nunca lo había sido; pero tampoco era el menor. Él no sabía lo que era caerte, comenzar a llorar y que tu hermano mayor te diera la mano y una palmada en la cabeza para hacerte sentir mejor. No sabía lo que era que un bebé semi calvo te ofreciera su chupón en el rostro porque quería compartirlo. Tom no sabía lo que era quedarse parado a mitad de la acera mientras los otros niños corrían y que tu hermano mayor fuera a poner tu pie sobre su rodilla para atar tus cintas porque tenías seis años y no entendías lo del "conejito" y la "madriguera". Tom nunca entendería lo que era tener un hermanito que se robara tu auto de Barbie para hacer un cohete en el jardín a los once años.

Yo nunca entendería lo que era tener a alguien a tu lado que estuviera tan confundido por el mundo a su alrededor como yo lo estaba cuando tenía cinco años. Nunca comprendería lo que hacía de su relación con Bill algo tan especial.

Tom y Bill vivían en una pequeña comunidad en Leipzig, Bill siempre mostró que le gustaba cantar mientras que Tom tomó interés por la guitarra cuando su madre conoció a Gordon Trümper, su padrastro. Supé que sus padres se habían separado cuando los gemelos aún eran pequeños, pero eso no parecía afectar a los chicos, sino que todo lo contrario, eran muy unidos.

Los gemelos hacían pequeños conciertos, tocaban en bares y hacían ese tipo de cosas que las bandas hacen para volverse conocidos, pronto consiguieron firmar con una discográfica pero a Tom ya le había comenzado a interesar el deporte, decía que el boxeo le interesaba en un principio porque le ayudaba a descargar su energía algunas veces; pero después de que ayudó a Bill a grabar su primer disco, se despidió de la música. Él quería boxear.

Bill era un chico amable, humilde a pesar de tener a miles de fanáticos a sus pies, y también era muy educado. Él y Tom en ocasiones parecían poder hablar sin decirse nada en voz alta. A veces se interrumpían el uno al otro y a veces se lanzaban una mirada y comenzaban a reír.

Ambos eran muy distintos, en su forma de vestir, en su forma de hablar, en sus expresiones y en sus personalidades; pero detrás de todas sus diferencias siempre había algo que me indicaba exactamente qué tan parecidos eran.

Después de todo, ellos eran gemelos.

// Espero que les haya gustado, sentía necesario explicar esto...

El siguiente capítulo es más entretenido (lo juro!) Intentaré comenzar a subir capítulos cada noche.

Gracias por leer, votar y comentar!//

Memorias (Tom Kaulitz Fanfiction)Where stories live. Discover now