El Caso de Kisaki Tetta

60 9 0
                                    

((( Nota: Actualización Corta, pero actualización al fin y al cabo.

Un abracito con mucho amor y gracias por leerme. )))


En momentos como ese Kisaki se alegraba de ser controlador al punto de haber conseguido hasta el número de Ran Haitani, sin tener ninguna relación con él. Hanma no había sido muy claro sobre su reunión familiar de aquella noche y no quería hacer preguntas de más pues era lo suficientemente orgulloso como para demostrar tanto interés a su pareja. Había llamado a Kazutora, pero no le contestaba, por lo que decidió llamar a Ran, creyendo que él también había sido excluido de la reunión familiar y podría darle un poco de contexto.

Pero la llamada no fue cómo él pensó, no podía creer que Haitani si pudiera ir a su dichosa cena familiar cuando él no había sido invitado, no tenía nada en contra de Ran, era divertido y agradable, pero no soportaba el hecho de ser el único que no había sido invitado. En ese momento ya no hubo orgullo que lo detuviera, llamó a Hanma y le pidió explicaciones.

Supo por las palabras del mayor que no había sido malintencionado, pero no había obtenido una respuesta clara y la necesitaba lo más pronto posible. Una persona normal habría esperado hasta la mañana siguiente; pues conociendo a Hanma estaría desde las 8am en su puerta esperando por él, pero Kisaki podía ser bastante rádical cuando algo le importaba de verdad así que; aunque faltaban algunas horas para que el mayor regresara al apartamento, decidió ir a esperarlo allá y para su suerte Kazutora había dejado unas llaves de repuesto escondidas en el marco de la puerta que Tetta usó con previa autorización del menor.

Trataba de mantenerse calmado esperando que llegaran, preparó un poco de café, organizó el sofá para dormir como la última vez que se había quedado allí y se sentó a leer confiando en que Kazutora no olvidaría avisarle cuando estuvieran en camino. Estuvo a punto de quedarse dormido un par de veces, pero pudo aguantar hasta que llegó el mensaje de su compañero, se lavó la cara, se peinó un poco y se sentó con la mirada fija en la puerta, cuando vio entrar a Hanma no supo cómo sentirse, pues el enojo que había estado guardando toda la noche se combinaba con la sorpresa de verlo tan bien vestido. No podía negar que se veía sumamente hermoso y si no hubiera tenido ganas de golpearlo, le habría besado en el momento en que cruzó la puerta.

— Hola Kisaki, adiós Kisaki — dijo Kazutora mientras jalaba a Kokonoi y a Ran hacia la habitación para darle privacidad a la pareja.

— No sabía que estarías aquí. — Hanma se acercó con miedo a Kisaki, como pidiéndole permiso para dar cada paso.

— No debería, pero supongo que quería hablar contigo. — la voz del rubio era fría, su mirada bastante seria y su postura exageradamente rígida — Quiero una explicación, ahora.

— Yo...

— Siéntate y mírame a los ojos mientras me hablas.

— Es difícil hablar contigo cuando estás tan enojado. Lamento mucho no haberte invitado, asumí que no querrías ir.

— Y no asumiste mal, — seguía notándose irritado — seguramente habría pensado en negarme, pero hubiera ido, me habría reído mientras te veía ir de un lado a otro con tu padre.

— Perdón por no haberte invitado, iremos juntos a la del próximo año ¿Si? — Hanma le sonrió suplicante con sus ojos fijos en los lentes de Kisaki, el menor estaba mirando hacia otro lado pues era consciente de que no duraría mucho enojado si tenía esa expresión en frente.

— Tendrás que compensármelo.

— Haré lo que tú quieras — dijo emocionado. Kisaki soltó un suspiro y miró hacia el pasillo que daba a la habitación de Kazutora. Tras unos momentos en completo silencio Hanma se acercó un poco más al rubio y preguntó — ¿Sucede algo?

— ¿Quién era el tipo que estaba con tu primo?

— Es una larga historia, será mejor que ellos te la cuenten mañana que se presente formalmente.

— Está bien — Kisaki centró su mirada en su pareja — ¿Crees que se queden en la habitación el resto de la noche?

— Seguramente.

Hanma no había terminado de dar su respuesta y Kisaki ya se había abalanzado a besarlo fuertemente, dormir no sería una opción para esa noche, tampoco es que el mayor lo deseara pudiendo tener así a su novio. 

Cruce de Caminos: La Cena FamiliarWo Geschichten leben. Entdecke jetzt