Ú n i c o.

682 75 41
                                    

Un gemido ahogado envió un espeso vaho alrededor del grueso cristal que contenía la bebida que Jeonghan intentaba concentrarse en terminar, el nuevo plug con vibrador incluído que fue colocado en su agujero antes de salir de casa había sido encendido sin previo aviso, haciéndole encogerse sobre su asiento con un gesto lastimero.

Jodido cabrón.

Solo esperaba encontrarlo entre la gigantesca ola de gente moviéndose al ritmo de la música que era ofrecida por aquella elegante fiesta que uno de sus mejores amigos había organizado, qué iluso había sido al pensar que sería divertido usar un juguete sexual en aquella perversa mierda en la que absurdamente fue convencido de participar.

Estaba seguro que el nivel era el más bajo, apenas podía sentir la puntiaguda cabeza empujando a través de su recto. Lo tomó totalmente por sorpresa, eso había sido todo.
Recuperando la compostura, dió aquel sorbo interrumpido a su trago; la dulce y burbujeante mimosa viajó por su garganta justo cuando una mata de cabello plateado apareció en su campo de visión, Soonyoung le dedicaba una sonrisa a modo de saludo, el chico de ojos brillantes y preciosamente parecidos a los de un ciervo que venía junto a él también lo hizo... Pero su mueca contraria a la ajena, desbordaba altanería.

— ¡Hannie, amigo mío! Es bueno verte, creí que no llegarías hasta más tarde, por el proyecto que debías entregar antes de las doce...

El aludido se encogió de hombros perezosamente, bajando su copa para poder acomodar sus piernas en una posición que no delatase el comienzo de su excitación.

— Terminé antes de lo previsto, quizá me vaya temprano en su lugar, estoy un poco cansado.

— Nada de eso, hombre, debes disfrutar de lo que te ofrezco esta noche. Hablando de eso, ¿Conoces a Joshua? Creo que podrían hacer una mezcla interesante, nos vemos.

El precioso varón fue empujado hacia delante con una fuerte palmada en la espalda por parte de Soonyoung antes de que huyera hacia la multitud entre saltos y bailes locos en búsqueda de su propia diversión.
Esos ojos preciosos parpadearon inocentemente hacia Jeonghan, ocultando sus verdaderas intenciones.

— Me temo que no nos conocemos, ¿Cómo te llamas?

— Jeonghan. ¿Tú eres?

El tono desdeñoso en su voz salió sin siquiera forzarlo, no estaba contento de ser interrumpido en su rincón de placer, aún si la distracción gritaba "soy tan caliente que podría provocarte un orgasmo con solo mirarte".

Por supuesto, al otro no le importó, metiendo las manos en los bolsillos de sus desgastados jeans, tomándose su tiempo para apreciarlo.

— Qué hermoso nombre, yo soy Joshua, un gusto conocerte, Jeonghan.

Cuando sus labios se separaron para hablar, sus cuerdas vocales parecieron disfrutar de humillarlo con un pequeño, apenas perceptible gemido que fue únicamente obvio para ambos chicos, los ocelos del rubio brillaron con entero placer cuando el vibrador aumentó las ondas contra sus sensibles paredes húmedas gracias al abundante lubricante que tuvieron que utilizar para meter nueve centímetros de acero en su ano. ¿Por qué demonios había aceptado?

Carraspeó para intentar aligerar aquel momento, mirando a su recién conocido acompañante con una sonrisa angelical.

— Así que Joshua, ¿Huh? ¿Eres extranjero? No sabía que Soonyoung era tu amigo, aunque es probable, él... conoce a mucha gente.

— De Los Angeles, California. Éramos compañeros de cuarto cuando comenzamos la universidad, jamás te había visto, ¿No es eso curioso? Siendo tan precioso...

Soirée Jeux || JIHAN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora