Jon Snow era un bastardo nacido en el Norte, hijo de lord Stark con un pasado oscuro y cuestionable que fue llevado a King's Landing por órdenes del Rey Aerys Targaryen tras largos años de haber residido en Essos. En medio de la corte del Sur, Jon S...
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La fortaleza de High Garden era extensa con jardines de rosas que se apostaban a las afueras de los salones brindado una fragancia sutil y agradable. Todo lo que podía oír eran los suaves cantos de los pajarillos bajo la luz del sol. Habían pasado algunos días desde que llegaron a la fortaleza de la Casa Tyrell en los cuales se reservó de evitar largas charlas con Mace Tyrell sobre las grandes virtudes y cualidades de su hija Margaery. El Lord no debía desvivirse por tratar de convencerlo pues al final no era su decisión, era la del Rey.
A lo lejos, en las almenas altas observó a su hermana Rhaenys admirando los vastos páramos del Reach. Ella parecía ensimismada en sus pensamientos, sin notarlo. Recordó haberla visto con una gran sonrisa la noche en la que Robb Stark pidió su mano, había cierta complicidad en la forma en la que ambos se veían lo que lo hizo suponer que la idea de casarse ya no era una molestia para Rhaenys.
—La Princesa es muy hermosa —escuchó la voz de una dama a sus espaldas—. Y también parece ser amable. Espero poder conocerla mejor.
Aegon giró su cuerpo para encontrarse frente a Maegaery quien lucía una sonrisa pequeña y dulce con ojos brillantes mientras intentaba mantener su mirada. Ella movió sutilmente sus manos para retirar su larga cabellera dejando a la vista sus clavículas y el profundo escote de su vestido pero Aegon no titubeó y no desvió la mirada hacia su cuerpo como ella esperaba.
—Lady Margaery, no percibí su presencia —respondió Aegon—. Pero tiene razón, Rhaenys es una persona amable, estoy seguro que podrán llevarse bien.
La dama caminó a su lado admirando los rosales.
—Me he llevado buenas impresiones de la familia real hasta el momento. Hace unos años recibimos la visita de su tía; la Princesa Daenerys. Una mujer hermosa y con un buen corazón. ¿Cómo ha estado ella?
—Mi tía se encuentra bien. Recuerdo la vez que llegó a la Capital luego de su visita a High Garden, ella solía decir que nunca había visto rosales más hermosos que los del Reach y que usted era una dama muy educada y amable.
—Suena como algo que la Princesa diría —dijo Margaery—. Escuché que el onomástico de la Princesa Rhaenys si se celebrará este año e incluso habrá un torneo. Mi abuela dice que iremos con ustedes.
—El Rey desea que el reino tenga una festividad luego de varios años sin tener más que cumbres —respondió Aegon sabiendo que las verdaderas razones eran el anuncio de los compromisos reales—. El pueblo disfruta de los torneos.
Margaery se acercó lentamente a él.
—Nunca fui a la Capital y estoy ansiosa por ver el Dragon Pit. Aunque le confieso que me habría gustado ver a los dragones pero hace muchos años que dejaron de existir.
—El único recuerdo que queda de ellos son sus restos —dijo Aegon—. Algunos huesos se encuentran en el mismo Dragon Pit mientras que debajo de la Fortaleza Roja están los restos de Balerion, el Terror Negro.
