||Capítulo 20||

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Aron Clayton

Era un poco raro fingir todo esto, aunque a veces no se sienta como si fingiéramos, a veces se siente real, pero no. Nunca seria real.

Después de cenar salí de la recamara para que Harley se pusiera el pijama con la excusa de que quería agua. Al llegar a la cocina me sorprendí cuando vi a la Señora Anderson comiéndose un postre. Se veía bastante joven para su edad.

_ No sabía que estaría aquí – ella me observaba y me sonrío.

_ Se me había olvidado darles el postre, así que lo cogí para mi sola – me ofrece – ¿quieres un poco?

_ No como cosas dulces a estas horas – le sonrío amablemente.

_ No le puedes decir que no al postre de la abuela – me mira con una mirada acusadora – ven, te va a encantar.

_ Sí usted lo dice – me acerco y ella me pasa otra cuchara.

_ Muy rico, ¿verdad? – sonreí y asentí, era cierto está increíble – tal vez podría enseñarte algún día.

_ Eso sería increíble – me lleve otro bocado.

_ Muy bien, pero debes dejar la vergüenza aún lado – sonrió – me alegra mucho que Harley esté a tú lado, se nota que la quieres mucho – tosí e intente no ahogarme, mientras asentía – cuéntame quiero saber cómo ustedes se conocieron.

_ Nos conocimos en la secundaria, luego nuestros abuelos paternos empezaron a hacer negocios juntos – empecé a contarle la historia, saltándome algunas partes, claro.

Ella sonreía mientras le contaba algunas de nuestras travesuras y que por un tiempo nos separamos porque nos íbamos para diferentes lugares a estudiar, y que nos volvimos a contactar.

_ Que gran historia – me sonríe, me empezaba a agradar la señora Anderson.

_ Hemos pasado por mucho.

_ Me alegra saber que, a pesar de todo, estén juntos – seguía sonriendo – ya es hora de dormir, mi niño.

Me recordó a mi abuela e intenté que no me afectara me despedí y subí, antes de tocar la puerta respiré profundo. Al entrar Harley ya estaba en pijama. Estaba leyendo.

_ Te estaba esperando – me miró – ¿por qué tienes esa cara? – dejo el libro aún lado, al parecer se me notaba en la cara.

_ Nada, me daré una ducha – entre al baño, me quite la sudadera. Pasaba todo el año esperando con ansias que llegaran las vacaciones para poder ir a visitar a la abuela, era la mejor parte del año.

Cuando mi abuela murió la extrañe como nunca, luego mi abuela materna se fue lejos e hizo que yo no la viera. Me hacía mucha falta, eso hizo que mi madre se preocupara más por mí, mientras que mi padre viajaba diario a veces solo llegara para cenar. Mi abuelo estaba ahí cuando mi padre no lo estaba.

La muerte de mi abuelo fue esa gota que derrama el vaso, llegue a pensar que no tenía un motivo para vivir, no lo tenía o eso me hacía creer.

Me alejé de todos y nadie hizo el esfuerzo de acercarse. Solo ella. Y yo la lastimé, la hice sentirse como yo me llegué a sentir, o tal vez peor. Tal vez sea mi culpa que ella no se sienta suficiente, pero lo es. Lo es para mí.

Pero no sé cómo expresar lo que siento. Nunca he sido capaz de hacerlo, y odio eso. Me siento insuficiente para ella. Ella merece alguien mejor que yo.

Me pase las manos por el pelo intentando calmarme, tocaron la puerta del baño.

_ Aron – era Harley – ehm... lo siento – abrí la puerta y sus ojos me miraban de arriba para abajo.

Esposada a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora