Capítulo 3

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Ya había pasado una hora en esa junta, sabía que debía irse pero odiaba dejar ese lugar, que le daba tanta importancia. 

En un momento, dejó el auto en mitad de todo, un mensaje le llegó.

"Fran"

-Oye, no me baja. Me voy a hacer un test.

Su corazón se paralizó. El mundo exterior se calló, sus sentidos habían desaparecido y sus ojos no podían dejar de leer ese mensaje. 

-Dame 5 minutos y te aviso. -Fran envió otro mensaje.

Esos 5 minutos fueron del terror, la gente le gritaba para que siguiera haciendo drift y no les entendía en absoluto. Su ansiedad estaba aumentando demasiado. 

-Oye, weón, ¿¡Qué te pasa!? -Le gritó su amigo desde su ventana. 

Manuel solo lo pudo mirar con una mirada fatídica, como si le hubieran avisado que murió alguien importante.

Bastaron dos minutos de trance para que se escuchara un motor en particular, uno que Manu nunca había escuchado en las juntas. El amigo de Manuel miró hacia donde se producía ese sonido y se dio cuenta que era el tipo del cual le hablaba.

-Él es. -Le dijo a Manuel y este miró hacia los focos del auto contrario. Y supo su modelo.

Un Nissan r35 GTR, el auto de sus sueños. El que siempre deseó tener en su garaje. 

Y otro mensaje había llegado.

-Estoy embarazada. 

Mierda. Su piel se puso pálida, le dieron escalofríos y a la misma vez, se sintió mareado. 

-Me tengo que ir. -Dijo en voz alta, sin dejar que su amigo lo escuchase. 

Colocó primera y trató de salir pero la gente se había amontonado entre ellos dos. Sin duda eran autos legendarios, pero tenía que dejar el lugar lo más pronto posible. 

-El weon del Nissan pidió que te quedaras a ver el drift que va a hacer, pero dijo que te quedaras aquí mismo

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-El weon del Nissan pidió que te quedaras a ver el drift que va a hacer, pero dijo que te quedaras aquí mismo. 

-¿Y yo que tengo que ver esa weá? No soy jurado de nada. 

-No sé yo po', él lo pidió.

Bien, quizás se podía quedar unos 10 minutos más.

Se intentó relajar y esperó los movimientos del tipo. Encendió su motor y se alejó para comenzar su espectáculo. En sus acercamientos, Manuel sentía pánico de que el r35 fuese a rayar el Supra, pero al parecer, lo tenía todo muy bien controlado. Trataba de mirar quien era el que iba dentro pero sus vidrios estaban todos polarizados, le era imposible. Hasta que el piloto del Nissan, le pasó a llevar parte del parachoque trasero, ahí a Manuel se le colmó la paciencia.

La gente se había alocado y querían acercarse a ver el rayón. Esta vez, Manuel sí se iría.

De pronto, una cabellera rulienta salió desde el Nissan y se acercó a su lado del piloto.

-Oye, creo que rayé tu parachoque. ¿Cómo arreglamos? -Preguntó un tipo de casi dos metros.

Otro mensaje para Manuel.

-Necesito que vengas, mi mamá me quiere sacar la chucha. 

-Después lo vemos, él sabe mi contacto. -Manuel señaló a su amigo y pronto puso primera para irse del lugar, a toda prisa. 

Amantes de los autos [EdYelo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora