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19. ¿Amigos?, ¿Quedantes?, ¿Qué somos?

El silencio reinó, el sonido del agua y los pájaros cantando eran los testigos de aquella confesión. HeeYoung empezaba a sudar frío, de todas las cosas que se le podían haber ocurrido, esta no estaba en su lista. Escalofríos recorrieron su cuerpo, no sabía qué decir exactamente y aunque Jungkook le gustaba, las palabras correctas no podían salir de su boca, pues nadie jamás le había correspondido de vuelta.

-Jungkook- acomodó su cabello, mientras aclaraba sus ideas -¿Cómo puedes venir y declararte de esta manera?- Con dificultad Hee respiraba y colocaba su mano en su pecho -Creo que mi corazón se va a salir- sentía desfallecer.

-Hee- carcajeo él envolviendo sus manos junto a las suyas - Como no decirlo, no me dejaste otra opción- mordió su labio inferior.

-Y sostengo lo que dije, esta vez quiero hacer las cosas bien- Hee buscó su mirada -Para eso, quiero aclararte todo, mi comportamiento que sé no fue lo correcto en un inicio- recordó Jungkook -Empezar de nuevo y ser felices... juntos- conectaron miradas, ambos perdiéndose en el otro.

HeeYoung no podía creer lo que escuchaba, le tomó por sorpresa que Jungkook estuviera dispuesto hacerlo. Aun así, no quería parecer como una persona que se dejara convencer fácil, en parte entendía la situación incómoda en la que ambos se habían metido, sin contar, los días que jamás se comunicaron dejando todo en el limbo.

-Jungkook- habló ella -Entiendo que todo haya sido un malentendido, pero pienso que...- Hee buscó la mirada del hombre frente a ella.

-Debemos mejorar muchas cosas, lo hemos hecho todo mal desde el principio- al recordarlo, Hee reía en voz baja, haciendo sonreír a Jungkook.

-Y lo haremos, bonita- Jungkook soltó sus manos para abrir sus brazos frente a ella, ambos fundiéndose en un tierno abrazo, sellando la promesa de la manera más inocente y genuina que se podía.

El corazón de Jungkook se sentía en paz, se sentía tranquilo. Por primera vez sentía que estaba haciendo lo correcto, enfocándose en su presente y futuro; mientras que Hee sentía que estaba en el lugar correcto, su templo en el que podía estar en paz.

Antes de que alguno de los dos pudiera decir una palabra, la voz de la señora Jeon se escuchó a lo lejos, llamando a sus tres hijos y su invitada especial, Jungkook y Hee, en silencio y abrazados suspiraron. Ladridos y las voces de Minho y Seung se escuchaban cada vez más cerca.

-Seguro mamá los mandó a buscarnos- comentó Jungkook deshaciendo abrazo, dejando a Hee sintiéndose vacía.

-Es muy tierno ver cómo te tratan, un adolescente más- Hee admitió en voz baja –Vamos, no los hagamos esperar- tomó la mano de su acompañante, entrelazando sus dedos.

-Vamos- Jungkook la jaló suavemente y dejó un tierno beso en su cabeza.

La pareja pasó por un estrecho camino de terracería llevándolos de nuevo al hermoso jardín de los Jeon; Hee pudo observar a los gemelos, Minho cargaba un maltés blanco en brazos mientras que frente a ellos un imponente dóberman marrón venía corriendo hacia ellos.

Asustada ante tal recibimiento y sin pensarlo soltó el agarre de sus manos, escondiéndose tras Jungkook mientras que este reía. HeeYoung cerraba sus ojos fuertemente, esperando el golpe en el piso que pensaba, ella recibiría. Pero risas fuertes a su alrededor se hicieron presentes.

-Aquí están- Seung habló.

Confundida y con miedo, Hee abrió sus ojos, Jungkook ya no se encontraba frente a ella siendo su escudo protector, sino que este se encontraba arrodillado jugando con aquel dóberman. Rápidamente, le dirigió una mirada a los gemelos, tratando de buscar una respuesta o alguna presentación con dichos perritos.