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A la mañana siguiente, Aquila no había tenido tiempo de desayunar, se había levantado muy tarde por quedarse leyendo un libro que encontró sobre su cama, caminaba rápidamente tratando de no llegar tarde a su clase de Herbologia que compartía con los Ravenclaw, por suerte podría ver a Alessia.
Aquila entró al invernadero encontrando a Alessia quien se encontraba distraída examinando las plantas más feas que había visto en su vida. Todas tenían una serie de bultos grandes y brillantes que parecían estar llenos de líquido.
— Son Bobutebérculos –les dijo la profesora Sprout– Hay que exprimirlas, para recoger el pus…
— ¿El qué? –preguntó Pansy Parkinson, con asco.
— El pus, señorita Parkinson, el pus –dijo mostrando una gran sonrisa– Es extremadamente útil, así que espero que no se pierda nada, como decía, recogerán en pus en estás botellas, tienen que ponerse los guantes de piel de dragón por qué el pus de un Bubotubérculos puede tener efectos bastante molestos en la piel cuando no está diluido.
Aquila se puso sus guantes cuando observó a Pansy Parkinson ponerse al lado suyo: — Me resulta bastante asqueroso hacer esto –comentó.
Alessia Lovegood también se acercó a Aquila sonriéndole ampliamente: — Me encanta como brillan los bultos de esta planta… son algo curiosas.
El trío empezó a exprimir los Bubotubérculos y en verdad resultaba algo desagradable, pero curiosamente satisfactorio. Cada vez que se reventaba uno de los bultos salía de golpe un líquido espeso color amarillo verdoso que olía intensamente a petróleo. Lo ponían cuidadosamente dentro de las botellas tal y como se los había indicado la profesora Sprout, y al final de la clase habían recogido varios litros.
— La señora Pomfrey se pondrá muy contenta –celebró la profesora– El pus es un remedio excelente para las formas más persistentes del acné, les evitará a los estudiantes tener que recurrir a ciertas medidas desesperadas para librarse de los granos.
— Como Eloise Migden –dijo Cho Chang, una alumna de Ravenclaw, en voz muy baja– Intentó quitárselos con una maldición.
— Una chica bastante tonta –Afirmó la profesora Sprout, moviendo la cabeza– Pero al final la señora Pomfrey consiguió ponerle la nariz donde la tenía.
El sonido de la campana sonó por todo el castillo finalizando la clase de Herbología, cada alumno que salía de la clase tomaba caminos distintos, pero por alguna extraña razón, el grupo de Draco Malfoy camino junto Aquila. Los Slytherins se dirigían a paso veloz hacia la pequeña cabaña de madera de Hagrid, que se encontraba en el borde del bosque prohibido.
