Sofía y su hijo de dos años, casi tres, se encontraban disfrutando una tarde juntos, mirando una película, mientras el pequeño se alimentaba del pecho de su madre. Hasta que el timbre sonó asustando a ambos, la castaña no esperaba a nadie, cargó al menor, bajó su remera y se dirigió a la puerta, la abrió, y lo que encontró no era algo para lo que estaría lista.
—Dylan, ve arriba.
El pequeño corrió a su habitación, Sofía abrazó a la rubia cerrando de una patada la puerta.
Chloe estaba llorando sin parar, Sofía acariciaba su pelo.
—Ryan volvió, me violo y me dejó embarazada.— Sollozó, la oji-miel la apretó más a ella, sin dejar de abrazarla.
—¿Quieres algo de tomar?.
—¿Puedo quedarme?.
—Sí, Dove, por supuesto. ¿Quieres tomar algo?.
—Un té me vendría bien.
—Espérame en mi cuarto, es la primera puerta a la derecha.
La rubia asintió, entró a la habitación, encontró varios cuadros de Sofía embarazada que la hicieron llorar, la mayoría eran de ella sola aunque había algunos con Paulina y Sabrina, y uno con Kenny. También había fotos con Dylan de bebé, y una de su primer cumpleaños, y en la mesa de Luz una foto de los Core Four, que la destruyó completamente.
—¿Lo extrañas?— Preguntó Sofía entrando con el té; —Si quieres siéntate en la cama.
—Sí, demasiado. ¿Tú?.
—Si, a veces creo que su muerte es una pesadilla de la que no se puede salir. Pero intento seguir bien, Dylan tiene como película 101 dalmatas y eso... eso a veces es complicado.
—Es un gran niño, se parece a ti.
—Gracias, ¿Quieres hablar de eso?.
—Estoy asustada, lamento haber venido aquí sin avisar luego de tanto tiempo. Pero, eres la única de nosotros que tuvo un hijo y además Cam y tú me ayudaron mucho cuando esto pasó.
—No voy a negarte que no te esperaba, pero necesitas ayuda y voy a hacerlo, ¿Por qué no descansas un poco?.
[...]
Apenas Chloe concilio el sueño, Sofía se dirigió al cuarto de su hijo, que jugaba con sus autos, y era observado por Pongo, su cachorro.
—¿Quien era ella?.
—Ella es Chloe, ¿La recuerdas?.
—Algo, ¿La de el cuadro?.
Sofía asintió.
—¿Por qué está triste?.
—Alguien la lastimó, y esta asustada.
—¿Por qué vino a vernos?.
—Porque quiere que la ayudemos a curarse, ¿Que opinas?.
—¡Pongo y yo estamos preparados!. ¿Verdad?.
El pequeño Golden ladró, Sofía le sonrió.
—Ven, necesito que me ayudes. ¿Recuerdas que Sabrina te enseñó a preparar Café de Starbucks especial?.
—¿Quieres que haga uno?.
Ambos bajaron a la cocina, Sofía preparó un te, una chocolatada y unas galletas mientras Dylan se encargaba del Café.
