Everything that I see is you

436 32 5
                                    

El conde en verdad se sentía demasiado culpable por lo que paso no quería perder a su hija, pero le rompía mas el corazón en verla decaída por el rompimiento con Johny ahora se preguntaba si su click fue cierto de ser así, las cosas serían difíciles para ella al no volver a sentarse así en su eterna vida. La mayor parte de las noches ella se quedaba encerrada en su habitación preguntándose todavía lo que sucedió no podía creer que todo lo que paso con él, todo era diversión, risas y de un momento a otro esto cambio, creyó por un momento que pondría a ambos unidos de por vida, pero no acabo como era de esperarse.

Ese día quiso ver la luna llena en su excelente esplendor, pero no se había dado cuenta que todos los inquilinos del hotel aún estaban, se encontraban todos sus tíos en la recepción cuando todos se percataron de que Mavis estaba ahí muchos volvieron a su rutina por el echo de que tal vez ni ella tenía la intención de hablar pero en su interior lo necesitaba así que se aproximo a su tía Wanda y Eunice que mostraron una sonrisa hacia la joven vampira.

-Hola querida, ¿Como te encuentras? ¿Necesitas algo de comer?-Preguntó la mujer lobo aún con su panza hinchada.

-Si, tal vez te vendría bien un cocktel o tu comida favorita, para que ese enano o lo que sea lo preparé-Dijo Eunice con una voz menos gritona que de costumbre para caminar juntas con Mavis.

Ella observaba que muchos parecían olvidar a Johny pero menos ella, ¿Porque no era fácil? Siguiendo su camino junto a ellas quiso añadir algo para romper el silencio.-La luna se debe ver hermosa, ¿No? Recuerdo cuando uno de tus hijos, tía Wanda, llegó a soltar su primer aullido-.Tal vez ese tema podría ayudar a distraerla un rato así como ellas empezarán a seguirle la plática no quería tocar el tema de que sintió su clic con un humano y mucho menos este hubiera sido rechazado. —Ah, si, lo recuerdo muy bien mi pequeño dio un aullido estupendo que pensamos que podría entrar a un coro, pero no podía separarse de sus hermanos—. Respondió Wanda mientras acompañaban en la caminata a la hija de Dracula. —Creí..creí que se iban a ir molestos en cuanto se enteraron de que mi padre dejó entrar a un humano— Añadió la chica con su mirada abajo mientras Eunice y Wanda se miraron mutuamente con preocupación hacia la joven. —Ay, no, querida, puede que nos haya dado miedo y pánico pero somos familia y hay que apoyarnos lo más que se pueda—. Eunice decía con una voz calma mientras daba unas palmadas en la espalda de Mavis.

Siguieron caminando por la recepción hasta toparse con el conde Dracula, en verdad no sabía como hablar con su primogénita de esa situación era algo que a veces le hubiera gustado que su madre Martha estaría ahí para hablar con ella, además de que su regalo de sus 118 años había sido algo que atesorar y que solamente ocurría una sola vez, pero era su padre y tenía que actuar en el momento ya que su hija era lo más apreciado de su vida. —Mavis...cielo, ¿Andas algo ocupada? Wanda...Eunice, ¿Nos dejarían charlar un momento a solas?—. Preguntó el conde para que ambas asintieran con la cabeza y dejarán al padre e hija solos, llevó a su decaída Mavis hacía el techo para que llegarán a hablar, no sabía como iniciar pero ella se había adelantado a hablar.

—Pa, se que vas a decir...no hace falta que lo digas, yo...se que perdí a mi clic y no habrá vuelta atrás...—. El conde no podía usar algunas palabras ante esa situación que alzó su mirada hasta notar el bosque para volver hacia su hija. —Mavis, que te parece si quieres darte una vuelta a los alrededores tal vez quieres conocer un poco más allá del hotel sin pasar de las colinas, creo que sería lo adecuado antes de que empieza la primera nevada.— Aquellas palabras habían sorprendido a la chica, tal vez no iría más lejos pero supongo que vendría bien para despegar su mente de ese día, apenas esbozó una sonrisa hacia su padre.—Gracias, papá...—. Dijo antes de transformarse en vampiro para empezar a volar hacia el extenso bosque para tal vez caminar o sentarse sobre un árbol a contemplar mejor el paisaje o hasta la luna. 

Voló por unos minutos más en vampiro hasta visualizar un lago cristalino, era una vista realmente hermosa que la joven vampira había decidido en llegar a tomar el descanso olvidando de todo mal pesar, dejó pasar unos minutos hasta que sintió una brizna algo fría por lo que se llegó a abrazar a si misma temblando un poco del frío hasta que levanto su mirada en su nariz cayó un copo de nieve que la hizo visualizar que empezaba el invierno, llevó a elevarse del suelo hasta que una silueta atravesó su vista dejando a la chica impactada como reaccionó rápido y voló hasta alcanzar a lo que era un chico de cabello blanco. 

—¡Oye! Detente...

El chico se detuvo en seco cuando había escuchado la voz, no creía que alguien por esos lugares viviera como alguien realmente lo vio, no podía creerlo que al ver de quien se trata se dio cuenta uno como al otro que ninguno era un humano ambos se quedaron mirándose por unos segundos sin saber que reacción o que palabra decir. 

—...Hola, soy Jack Frost. 


It's worth it, I promiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora