Prologo

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Se que tenéis que haberlo subido antes, pero es que me lo quería currar un montón.

-Me tienes harto..., siempre desafiandome, por que no puedes estudiar lo que yo quiero, ¿sabes cuantos adolecentes de tu edad deciarian tener al mejor actor de Estados Unidos de América como padre?. -Poso su gran brazo en su cabeza y frunció el seño.-Muchos Jacob muchos y tu desperdicias tus oportunidades y tu talento.

-Ya te he dicho quiero ser Psicólogo y jugar Hockey, y lo haré, me da igual lo que pienses.- Me dedico una mirada con tal ira que podría destruir todos los casquetes polares de un golpe. -Eres igual a tu estúpida madre. -Esas palabras rezonaron en mi cabeza muchas veces, tantas que ya no me dolían, es más, me llenaban de ira, una ira incontrolable.-Mamá era una mujer maravillosa, el único problema eres tú, tu egocentrismo, iré a Northigh a estudiar psicología. -Quiero ser psicólogo y lo seré. -Mira Karl Jacob Sandle Miller, que ni se te pase por la cabeza. -Tomo una ligera pausa para examinarme detalladamente. -Si lo haces, olvídate de que eres mi hijo.- cogió un cigaro, lo prendió y se lo llevó a la boca. -Pues a partir de hoy no me llames hijo.

Probablemente penséis que me pase un poco al cambiarme los apellidos y ponerme los de mi madre...

-Karl Jacob Miller Williams, tenga su DNI.

Pero yo creo que fue una de las mejores decisiones de mi vida.
Madre murió cuando yo tenía 13 años, y desde entonces mi padre no ha superado su muerte.
Primero empezó metiéndose conmigo, echándome la culpa, luego empezó a menospreciarla, y criticarla.
Eso era por el día, por qué por la noche la lloraba a mares.

Decidí cambiar, antes me moría por ser actor, participaba en cada obra escolar, sobre todo en musicales.
Hasta que mi padre empezó a exigirme.., a los 14 años protagonice una película Romeo y Julita, me fue muy bien, pero a partir de allí comenzó a exigirme cada vez más, me conseguía trabajos todos los días... hasta que me harte... me harte de él, me harte de actuar, de cantar.
Y decidí dedicarme a la psicología, en honor a mi madre.

Nunca se me dio expresar mis sentimientos... pero tenía algo en común con mi madre, "la mirada".
Una mirada penetrante, llena de seguridad y confianza.
Con esa mirada podía subsacar los pensamientos más internos de la gente, ese fue uno de los motivos, por el cual decidí dedicarme a esto.

Unos meces después de que me anotará en Northigh mi padre me compró una casa y me mandó a vivir allí, a unas cuantas manzanas de él.
Por lo menos se precuro que tuviera una estancia en la que estar a gusto y tener donde caerme muerto.

Estaba nervioso por mi primer día, Northigh era conocido por ser un instituto prestigioso, privado y dedicado en el centro de nuestra querida Alemania.
Contaba con patios enormes, sus decoraciones eran minimalistas, pero bien entrelazadas con temas actuales.
Destacaba por su flora y por sus,
pistas de 20 deportes distintos, residencias estudiantiles, competiciones y una gran gama de asignaturas de secundaria subidas de nivel.
Creo que no hace falta que lo mencione pero bueno... destaca mucho por los deportes, en especial al Hockey, en el que soy buenísimo.

Mi madre solía venir a todos los partidos en los que jugaba...

.............................♡................................

*Ring ring. - sonido de la alarma del móvil.

-Oh mierda, me quedé dormido.- Apage el reloj y me vesti rápidamente.
Cogí un yougurt de fresa morango y una dona que me había quedado de la cena de ayer.
Mi mayordomo me preparo el coche y me llevo al instituto.
Llege recorrí los pasillos hasta llegar a dirección.

-¿Eres Karl Jacob Miller Williams?. -Me pregunto un chico alto, peli castaño y con una sudadera de Attack on titans muy chula.

-Si soy yo, bonita sudadera por cierto.

-Me llamo Oliver, gracias, soy. jefe del consejo estudiantil, te llevaré a tu clase y a partir de allá te guiaras tu sólito.-JAMÁS en mi vida me habían hecho eso, este sí que es un mal jefe del consejo estudiantil. Y yo que me quejaba de EE.UU.

Caminamos unos 5 metros hacia adelante, subimos dos pisos y la primera puerta a la derecha era mi clase.

-Esta es tu clase. -Y antes de que pudiera agradecerle se marcha.

Que borde ufff

Las clases fueron normales, nada fuera de lo común.
Yo estaba centrado en mi tarea y observando con quien no me quería juntar.
Tenía súper, ipermega claro que no me iba a juntar con los "populares", tampoco con los darks, no van con mi estilo.
Podría irme con los lectores...

Dudo que podamos leer más que el título.

-Tienes razón conciencia.

Los otaku me encantan, miro anime, pero mi ex mejor amigo otaku me dejó plantado el día de la muerte de mi madre por que salía un especial de una de sus series.
Cayetanos... son una opción, suelo vestirme cómo ellos, pero no soy tan materialista cómo parecen estos.
Los raritos... sin duda que no, ya he estado en ese grupo y me hicieron bullying.

-Hola, mucho gusto, soy Stiles Cooper. - Un pelirrojo interrumpió mis pensamientos y me extendió la mano.

- Soy un tío más de clase, pero juego al Hockey, al igual que tu. -Espera ¿cómo sabe qué yo juego al Hockey?

-¿Quién te ha dicho que juego al Hockey?. - Aquel pelirrojo sonrio avergonzadamente y prosiguió a colocar su mano detrás de la nuca. -Tu sudadera pone... "I play hockey, any fucking problem?".

-Lo había olvidado, soy un tonto. -Tienes razón, no me había dado cuenta.

-Mi padre es entrenador de Hockey. -Una voz femenina se acercó poco a poco, la examine, chica de estatura bastante inferior, aproximadamente mediria 1,50, pelo rubio, largo hasta donde inicia su cadera.
Tenía un libro en la mano, "Percy Jackson y el ladrón del rayo".

-Ailin, todos sabemos que tu padre es el entrenador vale, a y a nadie le importa. -Otra voz interrumpió nuestra conversación, un emo otaku el jefe del consejo estudiantil, alto de 1,70 aproximadamente, es alto para tener 14 años. -Oh cállate Olivo. -El otaku la miró y apunto algo en su dead note. -Considerate muerta Ailin Howard. -Ella le sonrió y se lamio el labio inferior, le coloco una cara de perra empoderada.

-No puedes matarme, si no yo hago que mi padre te deje en coma por educa. -El pelirrojo y yo nos miramos.

- No les prestes atención, siempre se pelean, pero son mejores amigos. -Declara el pelirrojo

Ese día podría considerarse el mejor de mi vida, conocí a Oliver, Ailin y Stiles, los mejores amigos que cualquiera podría tener

BoomerangWhere stories live. Discover now