Un pequeño juego [Ryusei Sato x Chifuyu Matsuno]

Entrando en el juego

Desagradable, esa es la palabra con la que describiría a Ryusei Sato si me preguntasen como era. Pero si esa no les servía tenía bastantes más con la D; desagradecido, déspota o distraído serían algunas de ellas. Desde que me robó mi primer beso, la lista de adjetivos malos para Ryusei no había parado de subir porque el vice capitán de Baji era todo lo que odiaba en esta vida. Había entrado de lleno en su juego, desde ese día siempre que intentaba verme con Baji allí estaba Ryusei, poniéndome de los nervios y provocándome, recordándome con gestos, no demasiado sutiles, que iba a robarme el corazón. ¡Como si pudiera! Baji parecía no enterarse de nada de lo que tramábamos aunque si seguíamos así no se por cuanto tiempo permanecería al margen.

- Chifuyu, - escuché detrás de mi, esa horrible voz, que tan nervioso me ponía. - ¿hoy no vas a casa con Kei?

- Se llama Baji para ti, y para mi Baji-san, - respondí cabreado. – y no, me ha dicho que tenía cosas que hacer.

- Mmm, ¿no te intriga saber que va a hacer todos los jueves por la tarde?

- No. – respondí de manera seca.

Aunque lo cierto es que si me moría de ganas de saber porque Baji todos los jueves por la tarde tenía tanta prisa por irse, porque se iba en dirección contraria y porque nunca nos había sugerido ni a Ryusei ni a mi que le acompañásemos.

- Quizá tiene novia.

- Baji no tiene novia. - contraataqué al instante. – No tiene interés en ninguna chica, lo ha dejado claro más de una vez, no intentes usar tu lengua de serpiente en mi.

- Oh, que lastima, pensaba que te gustaría que usase mi lengua contigo.

La tranquilidad y la sensualidad con la que dijo esa frase hizo que se me pusieran todos los pelos de punta. ¿Su lengua en mi? ¿Es que acaso no había tenido suficiente con ser mi primer beso que también quería ser mi primer beso con lengua?

- No vas a volver a besarme, jamás.

- Nadie estaba hablando de besos Chifuyu, - la odiosa sonrisa de Ryusei volvió a surgir en sus labios. – pero me alegra saber que no puedes dejar de pensar en él.

- Los dos sabemos que si lo has dicho con doble sentido, - rodé los ojos. - siempre lo haces, y estás perdiendo facultades, este juego de palabras ni siquiera ha sido bueno.

- Quizá no estoy perdiendo facultades, quizá eres tú quien esta empezando a entenderme.

- No tengo otra opción, siempre estas pegado a mi como una garrapata. ¿No tienes cosas de vice capitán que atender?

- Si, y vigilar a los novatos para que no se metan en líos es una de ellas. – Sato hizo un gesto pensativo y luego volvió a mirarme. - Y creo que tu eres un novato muy problemático para la Toman.

- No soy problemático. – resoplé.

- No creo que Keisuke piense lo mismo. Desde que te uniste hemos tenido más problemas que de costumbre y él casi ha sido expulsado, lo que te convierte en alguien bastante problemático.

- Vete a la mierda.

- Eh, Chifuyu, no te preocupes, vigilarte no es algo que me moleste. – Sonrió. – Ya te lo dije me pareces alguien interesante, fuerte y extremadamente atractivo.

Volví a sentir un escalofrío recorriéndome el cuerpo. ¿Por qué era Ryusei así? ¿No se daba cuenta de que incomodaba con ese tipo de comentarios? Un recuerdo del calor de sus labios sobre los míos pasó fugazmente por mi mente haciéndome tener el impulso de querer tocarme los labios. ¿Habría sido yo también su primer beso? No, claro que no Ryusei era muy popular con las chicas, siempre estaba rodeado de ellas, pero quizá si era el primer chico al que había besado.