Cap 1

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Pequeñas flores empezaron a brotar de sus capullos, hermosos pétalos de las diferentes especie de flores... mientras que las hojas verdes pequeñas gotas de agua iban cayendo por la lluvia del día anterior.... la primavera se encontraba presente.

Pero no todo era tranquilidad, en aquella aldea, en una finca en especial.

Parecía que los días se volvían más oscuros, la matriarca de la residencia se encontraba todo el tiempo en cama, preocupando a los tres hombres del lugar, un médico la había revisado, se trataba de una enfermedad desconocida y era probable que no sobreviviera para el próximo año.

Sus días ya estaban contados.....

El estado de la mujer ocasionó que el comportamiento de su esposo de volviera algo brusca en su trabajo, parecía desquitar su frustración con los demonios que cazaba, temía que su persona más preciada se fuera de su lado y no poder estar con ella siquiera en sus últimos momentos.

En cambio el mayor de los hermanos se quedaba a cuidarla en lo que su padre estaba ausente, parecía que la cabecilla de la familia estaba perdiendo poco a poco su brillo cuando se entero de que su esposa estaba enferma y que le quedaba poco tiempo de vida..... por ahora el pequeño primogénito debía ser fuerte por su joven hermano menor de tan solo unos años 3 años, ya que como su padre parecía también igual de afectado.

.....

La noche estaba presente, la brisa era cálida pero a la vez fría en aquel pálido rostro que observaba con ojos penetrantes desde lejos de aquella finca, podía sentir esa leve presencia, a paso lento se fue acercando y terminó por adentrarse...

Sus ojos miraban tan solo un punto fijo.

Sin que nadie lo notará el infiltrado se camino hacia la finca, para ir a un lugar en especifico, salto aquel muro para adentrarse al jardín del lugar, camino por aquellos pisos de madera del tatami exterior para así encontrar lo que buscaba, estando frente a aquel lugar deslizó la puerta shoji para así abrirla con cuidado, encontrando a la persona de tal presencia recostada en el futon respirando débilmente, su vista se fijo en ella, de sus manos fueron creciendo unas grandes garras mientras se iba acercando a paso lento a aquella mujer, la sangre iba resbalaba de su brazo.

La pelinegra que estaba recostada al sentir algo que estaba frente de ella abrió lentamente sus ojos, veía borroso pero llegó a notar.....una pequeña figura...

.....

Abrió con lentitud sus ojos escarlata.... su cuerpo...... no le dolía como solía hacerlo y parecía que podía respirar con tranquilidad sin la necesidad de lanzar una tos.

Con cuidado se intento sentar en su futón, cosa que logró sin dificultad, esto la alegro bastante, pero antes que hiciera algo más escucho como la puerta corrediza se abría, mostrando a un pequeño de cabellera rubia con puntas rojizas que traía consigo una bandeja de comida, este al verla abrió grande sus ojos.

__Madre! Te encuentras bien?!-fue directo a ella dejando la bandeja a un lado y sentarse a un lado del futón de la mayor-

__Estoy bien hijo mio...-levantó su mano hasta su cabeza para así acercarlo a sus brazos y poder abrazarlo- estoy bien.

Después de aquel momento el menor comenzó a hacer preguntas todo el día, quería asegurarse que la pelinegra se encontrará bien, termino por llamar al médico que la solía atender, este estaba totalmente sorprendido por la rápida recuperación de ella, aunque aún no estaba del todo recuperada, le pidió que siguiera haciendo reposo, le entregó un par de hiervas que podría usarse para un té para calmar sus dolores con eso se despidió de la familia, el hombre se sintió algo frustrado por no hacer mucho, amaba su profesión pero el no poder encontrar la cura para la mujer lo hacía sentir mal.

•winter flowers• ● ~•~ Rengoku Kyojuro ~•~●Where stories live. Discover now