Capítulo 19

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Cuando desperté, percibí un fuerte olor a tabaco. Me levanté y sentí que esto lo había vivido antes, pero no recuerdo cuando. No había nadie, y un mensaje en mi teléfono me sacó de mis pensamientos. Era de mi tía, decía que estaba deseando verme, que andase con cuidado, que me traía regalos de Japón. También me comentaba que había encontrado trabajo, y que seguramente tuviésemos que mudarnos, aunque eso a mí no me molestaba, quería huir de todo esto.

Es cierto que por un momento me habían maravillado las cartas de Toby, pero ahora me aterraba encontrar alguna de ellas.

Echaba de menos a mi madre, había estado tan equivocada, la había tratado tan mal... Me siento culpable por su muerte, por la de mis compañeros de clase. Me sentiría mal si algo le hubiese sucedido a Iván o le pasase a Samuel. Pensándolo bien, todo era mi culpa.

Tenía hambre, y quería que me diese el aire, así que caminé inconscientemente a la cafetería dónde trabaja Samu, "mi príncipe rubio". Y el destino quiso que me atendiese él.

-¿Qué va a tomar la dama de brillantes ojos?- Dijo, sacudiendo su flequillo y sin dirigirme la mirada.

-Un batido de helado con nata y rogar que al camarero que me perdone.

Me dirigió la por primera vez en toda la conversación y fue una mirada triste.

-Me temo que de lo segundo no nos queda, pida otra cosa.

En ese momento sentí una presión en el pecho y que alguien nos observaba.

-Samuel, por favor...- Susurré.- Quiero explicartelo, pero...

-Iré a traerle su pedido.- Y se fue, dejándome allí sentada, con el corazón encogido y escalofríos en la espalda.

Cuando trajo mi batido, en el plato había un papel que ponía:

"Alguien te está siguiendo y vigilando, llámame esta noche, por favor."

ahora, sencillamente, no sabía cómo me encontraba. Me sentía aliviada porque Samu quería que lo llamase, pero aterrada por el resto del letrado.

Me tomé el batido, intentando fingir normalidad, pagué, me fui a casa y en el camino la señora de Neto apareció en escena a lo lejos, parándome.

-¡Mi pobre niña!- Exclamó.- Qué pena que tu madre se haya ido así, si necesitas algo, dímelo, estoy en la cada de al lado.

Asentí, y me dio un abrazo, olía a señora mayor. Dejé de sentirme observada, y fui corriendo a mi casa, me puse a leer en internet hasta la noche, qe llamé a Samuel, el cual me lo cogió muy rápido y no tardó en decir:

-¿Quién te seguía?

-Creo que no lo sé.- Respondí sabía que iba a ser su primera pregunta.

-¿Es por él por quien no podemos vernos?

-Si es quién creo que es, sí.

-¿Qué hizo, te amenazó?- Se me volvió a encoger el corazón, y me faltaba el aire, se me quebró la voz.

-Sí, por eso, no quiero ponerte en peligro a ti también.

Hubo un corto silencio.

-Por ti, me bañaría en un volcán.

Eres... ¿Como yo? (Ticci Toby x reader)Where stories live. Discover now