Bikini Dorado | [InuKag]

Bikini Dorado

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de Rumiko Takahashi, yo sólo me divierto con ellos =)
——————————————————————————

¡Hola chicos! Este pequeño shot fue escrito con mucho cariño para la dinámica #sensual_verano_MFIYR y #dinamica_del_mes_de_agosto de la página "𝐌𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐅𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜𝐬 𝐈𝐧𝐮𝐲𝐚𝐬𝐡𝐚 𝐲 𝐑𝐚𝐧𝐦𝐚". Es mi segunda participación en el fandom de Inuyasha, espero les guste.
Advertencia: Universo alterno. Contienen LEMON (18).

...
.:: Bikini dorado ::.
...
☀️

Mientras que mis pies jugaban con el agua, mi novio nadaba de extremo a extremo con un braseo elegante y seductor. De vez en cuando, se acercaba sigilosamente a dónde me encontraba para lanzarme una sonrisa torcida en clara señal de rebeldía.

Desde que habíamos llegado a Takahama, a la casa de su abuelo, Inuyasha había pretendido seducirme, hacerme suya y deleitarme con su varonil éxtasis y aunque yo me había negado rotundamente por el temor que alguien nos escuchara, él había logrado doblegar mis defensas con aquella mirada cautivadora...

Y aquí me tenía, sentada en la terraza, frente a la impresionante vista paradisiaca de Takahama mientras lo observaba nadar, disfrutando de su cuerpo, de sus robustos músculos, de su pecho bien marcado... ¡Oh, Dios! No puedo negar que siempre, pero siempre, Inuyasha es un placer para la vista.

—¿Ahora sí, Kagome? —me preguntó saliendo del agua. Su andar confiado y su rostro anguloso, pero de rasgos firmes y masculinos, sólo me hicieron delirar. Nunca estuve más inquieta por él que en ese preciso momento, tanto que deseé ser alguna de aquellas gotitas que se deslizaban caprichosamente por su pecho.

Me aclaré la garganta.

—No lo haré, ya te lo dije —respondí molesta, desviando mi vista hacia las palmeras. Alguien en este lugar tenía que mantener la cordura y él no era candidato más que para solazarse de su belleza.

—Tonta.

Arqueé una ceja.

La piscina era hermosa, amplia y muy moderna, contaba con dos niveles, ambos de concepto infinito delimitados por una bonita cascada de piedra, pero también se encontraba al aire libre y sólo dos mamparas de cristal nos separaban del interior. ¿Qué pasaría si alguien nos viese?

No, no podía bajar mis defensas. Debía ser fuerte:

—En cualquier momento nos llamarán para cenar, Inuyasha —lo reprendí—. ¿Qué diría tu abuelo? ¡Me moriría de vergüenza!

Sonrió ladinamente, sentándose a mi costado. ¡Qué hermoso se le veía con el cabello húmedo! Oh...

—Yo sólo quiero que nades conmigo. No haré nada más —murmuró, casi con un pucherito al final—. Lo prometo.

Entrecerré los ojos, se le veía sincero a comparación mía que estaba a nada de lanzarme a sus brazos y dejar que me tomara ahí mismo. Verlo desnudo había activado cada rincón de mi cuerpo y no me creía capaz de disimular más el calor que emanaba de él.

«Tranquila, Kagome. Espera que llegue la noche.», me repetí.

—¿Sí? —insistió.